La Covid-19 ha podido con las ampliaciones de El Prat y Barajas de Aena, tras registrar las primeras pérdidas desde 2012. De ahí que se hayan retrasado tres años. No obstante, se mantiene los planes de desarrollo logístico y empresarial de los aeropuertos Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat.

Cabe recordar que estamos hablando de 549 hectáreas netas lucrativas, de las cuales 349 hectáreas corresponden a los terrenos de Madrid y 200 a los de Barcelona. En ambos espacios, Aena busca socios inversores para el desarrollo de un polo logístico, oficinas u hoteles; y en el caso de la capital incluso un centro comercial. 

De hecho, el boom logístico que ha traído la pandemia da fuerzas al gestor aeroportuario para poner en marcha estos proyectos cuando el resto de sus negocios principales (aéreo y comercial) registraban fuertes caídas de ingresos. 

En noviembre, fuentes de Aena reconocían a este medio que era evidente la vocación logística de estos terrenos por su ubicación (primera línea metropolitana), y al nivel de preparación en que se encuentran (urbanizados o semiurbanizados). Hecho que sigue siendo así. 

549 hectáreas

Con este nuevo aplazamiento, el proyecto inmobiliario lleva varios años de retrasos y cambios. Estos planes se remontan al anterior Gobierno del PP. En 2018, el entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, presentó el plan inmobiliario en el entorno del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, en el que se estimó un esfuerzo inversor de colaboración público-privada de casi 3.000 millones de euros a lo largo de 40 años para desarrollar un complejo empresarial y logístico.

A partir de aquí, el gestor procedió a la contratación de los principales asesoramientos relativos al proceso de Análisis de Uso de los Terrenos Adyacentes. No obstante, antes de la pandemia y ya con Lucena al frente, se redujo el número de hectáreas netas lucrativas a 549.

Estos proyectos inmobiliarios de Barajas y El Prat se enmarcan dentro de los planes directores de los propios aeropuertos. En el caso de Madrid la previsión de inversión inicial fue de 1.571 millones de euros para el periodo para el período 2017-2026; mientras que el plan director de Barcelona fue de 1.260 millones de euros. 

DORA 2

En cuanto al retraso de los desarrollos aéreos, la explicación la daba Maurici Lucena, presidente y consejero delegado de Aena, durante la presentación de resultados. "Cuando todo el mundo esté vacunado e incluso cuando el nivel de contagios en el mundo sea mínimo, el sector turístico y de movilidad van a tardar un tiempo en volver al paradigma prepandemia. Eso es lo que recoge el desplazamiento en el calendario de esos tres años en las ampliaciones en Madrid y Barcelona", ha alegado.

Lucena detalló que estos proyectos se desplazarán a la parte final del Documento de Regulación Aeroportuaria 2 (DORA), que comprenderá los años 2022-2026, lo que explica también que la reducción de la inversión sea "significativa" en comparación con la que se anunció hace meses, pasando de 900 millones anuales a 450 millones.

Maurici Lucena, presidente de AENA.

Y es que, sobre el documento de regulación aeroportuaria DORA 2, para el que la compañía debe aprobar una propuesta en el seno del consejo de administración de la segunda semana de marzo para llevar a Consejo de Ministros en septiembre, Lucena ha confirmado que las perspectivas en relación con la inversión se han rebajado "significativamente" respecto a los anuncios previos a la pandemia.

Pérdidas

Este retraso también tiene su explicación en las pérdidas de Aena a cierre de su ejercicio 2020, las primeras desde 2012, que ascienden a 126,8 millones de euros. Sus ingresos caen un 50,2%, hasta los 2.262,9 millones de euros debido a las restricciones a la movilidad provocadas por la pandemia. 

Asimismo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ha sufrido una caída del 74,2%, hasta los 714,6 millones de euros, incluyendo 22,7 millones de euros de la consolidación de Luton y un impacto negativo de 66,8 millones de euros de Aena Brasil. 

La reducción del tráfico de pasajeros durante el año en España, del 72,4%, hasta los 76,1 millones de viajeros (del -70,9% si se incluyen el Aeropuerto de London-Luton y de los seis aeropuertos de Aena Brasil), se ha traducido en una caída de la actividad aeronáutica que registra una bajada del 67,1% en sus ingresos. 

Los comerciales se anotan un descenso del 16,4% (hasta los 1.046,7 millones de euros), pero incluyen Rentas Mínimas Anuales contabilizadas no cobradas de 635,5 millones de euros, incluidas las correspondientes al periodo del estado de alarma (198,6 millones de euros), en aplicación de las normas de contabilidad (NIIF 16-arrendamientos). 

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