Sevilla

De acoger los Premios Goya o los MTV European Music Awards a su tradicional Feria de Abril o Semana Santa. Sevilla es una industria turística hecha ciudad cuya actividad quedó parada en seco el pasado 14 de marzo. Su emblemática Avenida de la Constitución añora a los turistas y los tablaos flamencos cuelgan el cartel de cerrado.

La crisis sanitaria sin precedentes ha provocado un tsunami económico que, de momento, ha dejado al sector turístico en una situación límite. Así lo pone de reflejo la encuesta realizada por la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes de Sevilla durante julio, el mes de mayor facturación del año a nivel emisor.

El estudio, al que ha tenido acceso Invertia, apunta que los empresarios auguran la recuperación del turismo en la capital hispalense a partir de 2022 tras registrar una caída de ventas superior al 90% ante la nula llegada de viajeros internacionales.

En el caso de los negocios de agencias de viajes, el 74% ha abierto sus puertas de forma presencial. Su vuelta al cole ha estado marcada por unas pérdidas sin precedentes. El 13,2% asegura que no ha recibido ingreso alguno en comparación con las cifras del pasado año mientras que el 7,5% confirma pérdidas de hasta el 75%.

El 79,2% de los empresarios encuestados afirman que han tenido que reducir su jornada ante la crisis mientras el 57% de los negocios se han visto obligados a acogerse a ERTE. El 43% ha solicitado financiación de fondos estatales o autonómicos, el 66% a ayudas para autónomos y el 13% de las agencias no han podido acceder a subvenciones.

Respecto a previsiones a futuro, ninguna empresa cree que la ansiada normalidad se produzca en 2020. Para ello, los empresarios turísticos insisten en la prioridad de atajar la pandemia y generar una imagen de país seguro sin estigmatizar a ciertos sectores empresariales.

El sector pide atajar el “desprestigio internacional” que se desprende de la gestión que de la pandemia se está haciendo en España. “Falta una estrategia global y rapidez en las respuestas. Ya no estamos ante el inicio de una crisis, sino en pleno desarrollo de la misma y las medidas deberían estar en marcha y plenamente vigentes”, insisten desde la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA).

16.100 millones en pérdidas

Los empresarios andaluces han hecho un llamamiento común para reclamar medidas para que la industria sobreviva. “Las pérdidas previstas pueden alcanzar al 75% de la facturación en 2020, unos 16.100 millones de euros, en un sector que representa el 13% del PIB, con más de 350.000 empleos repartidos entre 90.000 empresas turísticas”.

A juicio de la organización, el propio desarrollo de la situación hace necesario que la política financiera que sirvió para mantener circulante gire hacia una política de ayudas y fondos que compense pérdidas y facilite el mantenimiento de la actividad.

Ante esta situación, el Consejo Empresarial de Turismo de CEA ha acordado solicitar a las administraciones medidas urgentes para facilitar la supervivencia de las empresas, dada la “práctica desaparición de la demanda turística, los obstáculos al desarrollo de la actividad y el mantenimiento de los costes”.

Extender el IMSERSO al resto de población

Entre las medidas que han elevado a las administraciones, la máxima extensión temporal de los ERTE, la activación inmediata de los bonos turísticos o la ampliación del modelo IMSERSO al conjunto de la población.

Igualmente, han pedido que se actúe sobre la imposición fiscal local que se mantiene constante a pesar de que las empresas no han podido desarrollar su actividad. “Es posible articular medidas de apoyo e impulso a arrendadores y arrendatarios para paliar la sangría que supone el pago de una renta sin poder ejercer la actividad”, argumentan desde la CEA.

A todo ello se suma su solicitud al Gobierno de que articule instrumentos jurídicos de rescate que aporten transparencia y que facilite que empresas de menor dimensión puedan también acogerse a los mismo.

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