El sector aéreo es uno de los más afectados por el impacto del coronavirus. En este sentido, IAG es uno de los grupos más expuestos; aunque los 10.000 millones de euros de liquidez les permite afrontar lo que queda de año con "relativa tranquilidad" y descartan una ampliación de capital en estos momentos y a corto plazo, según fuentes de reuniones mantenidas con analistas. 

Detrás de esto está la ampliación de la línea de crédito renovable de British Airways, el acceso de Iberia y Vueling a las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y la financiación conseguida a través del denominado Servicio de Financiamiento Corporativo Coronavirus del Reino Unido (CCFF).

En cuanto a las salidas de caja, “deberían ir reduciéndose en los próximos meses, en este sentido los 200 millones de euros por semana de caja operativa estimados, podrían reducirse gracias a menores leasings y nuevas medidas de ahorro de costes”, según dichas fuentes.

Cabe destacar también que si bien el capex bruto para 2020 se ha reducido hasta 3.000 millones euros (desde 4.200 millones euros previos), el capex neto (salida de caja real) será de 2.400 millones euros una vez considerados los lease back previstos. 

En cuanto a potenciales reducciones de plantilla, confirman que están barajando una reducción del 30% en British Airways y del 20% en Aer Lingus, y entienden que esto podría extenderse a otras aerolíneas del Grupo.

La compañía mantiene la previsión de operar con un 50% de capacidad en tercer trimestre (vs -90% en 2T’20) si bien dependerá de las condiciones finales de vuelo (seguridad, sanidad, etc). Para 2021 esperan una capacidad un 20% inferior a las de 2019. 

“Prevén que más allá de las potenciales ayudas que puedan recibir algunos competidores, algunos “Tier2” podrán desaparecer y/o al menos ser mucho más pequeños que en el pasado ( como Norwegian) que en todo caso deberían dar lugar a menos players o más débiles. Ellos ven primordial defender su posición en Heathrow”, señalan.

Futuro

“Nosotros creemos que abril (cuando estimamos que se destruyeron ~890 M euros) habría sido el peor mes en ese sentido y que por coberturas de petróleo y recortes de costes, las salidas de caja se reducirán”, aseguran en estas reuniones. 

En todo caso, la visibilidad sigue siendo muy baja y la compañía se está adaptando a un nuevo entorno, en el que en todo caso debería permitirles una posición competitiva más favorable a futuro. En todo caso no vemos catalizadores en el valor a corto plazo, siendo clave el delivery que veamos desde finales de junio.

Las recomendaciones de la UE y la posibilidad de acuerdos bilaterales de los países europeos, determinarán que sea posible reanudar la actividad a finales de junio en la proporción prevista por la compañía.

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