Las condiciones de la subasta 5G de la banda de 700MHz conocidas este miércoles, no han sido bien recibidas por las operadoras. Las fuentes consultadas por Invertia no dudan en calificarla de "onerosa", contraria a las promesas del Gobierno de racionalizar los precios y con obligaciones que encarecen aún más el despliegue de las nuevas redes de telecomunicaciones.

El Ejecutivo lanzará a subasta ocho bloques de espectro por un valor conjunto de salida de 1.170 millones de euros. Estamos lejos de los 2.100 millones que el Ministerio de Hacienda se marcó como objetivo recaudatorio en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2021.

El secretario de Estado de Telecomunicaciones, Roberto Sánchez, advirtió hace un mes en el Observatorio 5G organizado por EL ESPAÑOL que plantearían la subasta con un precio de salida "razonable", acorde con el precio de un espectro valioso -el más relevante para el despliegue-, pero sin objetivos recaudatorios. 

Respecto de los 1.170 millones que se han anunciado como precio de salida en las condiciones hechas públicas el miércoles, las fuentes consultadas por este diario indican que estamos "en el límite" de lo asumible para el sector.

"Siempre trabajamos con una horquilla de entre 1.000 a 1.200 millones" como coste total de la subasta, indica un alto directivo del sector, que agrega que cualquier precio por encima de esta cifra "sería inasumible". 

Operadores pequeños

El problema es el precio que podrían alcanzar las pujas. Si la sube demasiado, se superarán sobradamente los 1.200 millones, pero si no hay más interesados que Telefónica, Orange y Vodafone, es probable que no se eleve demasiado el precio de salida.

De esta manera, los grandes operadores lo fían todo a que no se produzcan grandes movimientos cuando los bloques de espectro salgan a subasta. "Como haya puja porque haya varios interesados, esto sería incontrolable y se convertiría en una barbaridad", dice otro directivo del sector. 

En Italia y Alemania la subasta se disparó por encima de los 6.500 millones de euros, precisamente por la persistencia de operadores pequeños y 'outsiders' que intentaron hacerse un hueco en el sector subiendo sus apuestas por los bloques licitados.

¿Qué podría pasar en España? Todo parece indican que la aparición de estas empresas sin experiencia en el sector y en búsqueda de rentabilidad al corto plazo podría estar más controlada. En esta línea, quizás la mejor noticia de las condiciones de la subasta, según otro directivo del sector, es que se establece un pago único de la puja. 

En las anteriores subastas se permitía un pago anual prorrateado del valor final durante todo el tiempo que durase la concesión. Como esta subasta es más elevada y con mayor precio, limita que alguna empresa externa participe, porque se necesitaría una importante liquidez para participar y pagar los bloques de espectro.

Operadoras grandes

Del mismo modo, se han establecido limitaciones para la venta de espectro en el mercado secundario. "No se podrán efectuar operaciones de transferencia de títulos habilitantes o cesión de derechos de uso del dominio público radioeléctrico obtenidos en esta subasta hasta transcurridos dos años desde que inicie el plazo de vigencia de la concesión", dice la normativa.

¿Y las operadoras grandes? como ha publicado Invertia, sólo Telefónica, Orange y Vodafone irán con verdadero interés de adjudicarse una parte del espectro que completará su cobertura 5G.

El resto de compañías, entre las que se encuentran MásMóvil y Euskaltel, tienen una estrategia diferente para alcanzar su propia cobertura 5G, mediante compras fuera de la subasta o acuerdos mayoristas con las tres primeras operadoras, similar a lo que ya hacen con despliegue de fibra óptica.

Un ecosistema que se ve favorecido por la propia normativa que establece obligación de abrir las redes 5G a terceros que no hayan pujado por espectro. "Esta obligación de acceso mayorista tendrá una duración limitada, de 4 años, con el objetivo de no lastrar las apuestas estratégicas y las prácticas comerciales de los licitadores adjudicatarios, fomentando a partir de ese plazo la consecución de acuerdos voluntarios entre diferentes clases de operadores", dice la normativa.

Obligaciones de cobertura

Las operadoras también critican otros aspectos que podrían encarecer la llegada de 5G. En este sentido, se cuestionan las obligaciones de despliegue adicional establecidas en el documento sometido a consulta pública. 

El documento establece obligaciones de cobertura de carácter general para las cinco concesiones de la banda pareada 703-733 MHz y 758-788 MHz (bloques A, B, C, D y E), que deberán cumplirse en el plazo de 3 años contados desde la formalización de las concesiones.

Deberán proporcionar cobertura en esta banda de frecuencias a todas las poblaciones de más de 50.000 habitantes, alcanzando el 50% de estas poblaciones en el primer año de vigencia de la concesión, el 75% el segundo año de vigencia, y el 100% el tercer año de vigencia.

También hay obligaciones de cobertura específicas adicionales, para la concesión de2x10 MHz (bloque A), que deberán cumplirse en el plazo de tres años contados desdela formalización de la citada concesión.

Se deberá proporcionar cobertura en esta banda de frecuencias a todas las poblaciones de más de 20.000 habitantes, alcanzando el 25% de estas poblaciones en el primer año de vigencia de la concesión, el 60% el segundo año de vigencia, y el 100% el tercer año de vigencia.

En el sector se considera que estos requisitos son asumibles en el tiempo planteado, pero que ponerlo como obligación genera una presión innecesaria en un sector que deberá invertir entre 4.000 y 6.000 millones en los próximos años en el despliegue de 5G.

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