Telefónica anunció este jueves "la mayor operación de su historia", en palabras de un eufórico José María Álvarez-Pallete. Una alegría que llegó tras unas negociaciones de más de siete meses y rematadas en pleno confinamiento.

No fue fácil el alumbramiento del gigante que discutirá el liderazgo a BT en su propia casa, pero los beneficios de este movimiento estratégico son incuestionables para la hoja de ruta de la compañía. 

De entrada, la unión en Reino Unido permite a Telefónica acercarse al liderazgo en el mercado británico antes de que finalice el año, lo que dejaría a la operadora en el primer lugar por cuota de mercado en tres de sus cuatro países estratégicos: Brasil, Reino Unido, Alemania y España. Entre los cuatro representan ya el 78% de sus ingresos totales y, con tres líderes de sus mercados, las posibilidades de crecimiento son claras.

Pallete presentó el pasado mes de noviembre su plan estratégico para "los próximos 100 años" centrando los esfuerzos de la compañía en cuatro grandes mercados, en los que se podía crecer y que no lastraban sus cuentas. Una apuesta en la que además renunciaba a seguir creciendo de manera tradicional en Latinoamérica, históricamente uno de los grandes dolores de cabeza de la compañía.

La decisión generó cierto recelo entre los accionistas, analistas e inversores, que no veían el spin off y que pedían operaciones concretas para dar su confianza al plan estratégico. Cinco meses después, Pallete ha dado el primer golpe sobre la mesa con una operación que cumple dos objetivos largamente buscados.

La 'nueva Telefónica'

Por un lado, consolida su apuesta precisamente en estos mercados clave y coge fuerza para asaltar el liderazgo del mercado británico y, por otro, lanza un mensaje al mercado demostrando que la nueva Telefónica también puede cerrar operaciones de calado que generen valor y crecimiento a corto plazo.

Una noticia que además se conoció el mismo día en que se presentaron unos resultados afectados por Latinoamérica y la depreciación de sus monedas. Telefónica redujo sus beneficios un 56% y sus ingresos un 5,1%. Quitando el impacto de Latam, la caída fue solo del 1,3%. El continente ya no aporta todo el valor que necesita Telefónica.

Por otro lado, ser líder en Reino Unido no es baladí, ya que representa la esencia del plan presentado por Pallete en noviembre: dominar todos los mercados en los que esté presente para generar el máximo valor para el accionista y los mayores recursos para la compañía.

De hecho, cuando la operación se complete, la compañía resultante facturará 11.300 millones por los 13.500 millones de BT, con un de Oibda de 4.100 millones frente a los 4.200 de la compañía británica.

Si consideramos que la unión de O2 y Virgin tendrá más clientes móviles que su rival y que la nueva empresa espera acelerar el despliegue de Internet en el hogar -donde todavía están por debajo-, es probable que antes de cerrar el año o comienzos del próximo ya esté en condiciones de ostentar el liderazgo.

A favor de Telefónica también juega que la operación se podría solventar por la vía rápida. El CEO de la operadora, Ángel Vila, indicó que no creen que Bruselas y Londres pongan problemas y que el antecedente de 2015 con la integración de BT y EE, sin condiciones, es una muestra de que todo debería aprobarse con rapidez.

Posición en Brasil

Conquistado Reino Unido toca consolidar Brasil. En marzo la operadora presentó una oferta junto a TIM por el negocio móvil de Oi, valorado en 4.000 millones de euros. Telefónica ya es líder en este mercado, pero la compra de estos activos les alejaría de Claro, su competencia que tiene intención de seguir creciendo.

En Brasil, Telefónica tiene más del 30% del mercado a través de su marca Vivo. Claro, de América Móvil (Carlos Slim) tiene el 25%, al igual que TIM (Telecom Italia) con un 24%. Oi es el cuarto operador con el 16%, aunque es fuerte en telefonía móvil.

A estos dos mercados clave se suma España, que redujo ingresos en este trimestre un 1,6% en medio de la mayor crisis económica del país y con los españoles confinados en sus hogares gran parte del mes de marzo. En nuestro país, su liderazgo es incuestionable, por lo que su valor radica en que seguirá siendo el laboratorio de ideas de la operadora.

Primero fue el despliegue de 4G, luego los paquetes convergentes para dar paso a la cobertura de fibra. Ahora toca el turno de la televisión, el big data y el 5G, claves para entender el nuevo liderazgo de Telefónica en sus mercados estratégicos de los próximos años.