José María Álvarez Pallete es, probablemente, el directivo que saldrá más reforzado de la crisis del coronavirus que está afectando duramente a la mayoría de las empresas del Ibex. El presidente ejecutivo de Telefónica no solo ha logrado blindar a la compañía de los nocivos efectos económicos de la pandemia sino que además ha mantenido inalterable su hoja de ruta planteada en noviembre para construir la "Telefónica de los próximos 100 años".

Este jueves ha lanzado un importante -y quizás decisivo- golpe sobre la mesa al anunciar la fusión de O2 con Virgin en Reino Unido, lo que supone crear un nuevo gigante de las telecomunicaciones que discutirá el liderazgo a la histórica BT. Pero no solo ha sido eso. El presidente ha mantenido el dividendo, ha seguido reduciendo deuda y ha confirmado sus previsiones de crecimiento a largo plazo. Un círculo virtuoso que prácticamente ninguna otra empresa del Ibex ha podido presentar. 

En el caso de la operación británica, Pallete ha conseguido que Telefónica tenga la mitad de la empresa resultante con una valoración superior a los 27.000 millones y que además reciban 6.500 millones de euros para rebajar los 38.000 millones de deuda que mantienen.

Una operación llena de sinergias y oportunidades de crecimiento que tiene un cuádruple mensaje. El primero y más evidente es que Pallete ha demostrado al mercado que puede realizar y cerrar operaciones de calado, las que durante sus cuatro años de mandato se le habían negado, ya sea por acción de los reguladores, la inestabilidad del mercado o por los problemas crónicos del sector telco.

Pallete no solo ha cerrado la mayor operación bajo su presidencia, sino que es probablemente el movimiento del año a nivel de impacto en las telecomunicaciones europeas y en el mercado comunitario en general.

Confianza en el plan y liquidez

Un impacto también global. El presidente ejecutivo coloca a O2 rozando el liderazgo en Reino Unido -y a la espera de que se concrete la compra de Oi en Brasil- estaría en condiciones de colocarse líder en tres de sus cuatro mercados estratégicos (España, Reino Unido y Brasil) antes de que finalice el año.

Esto nos lleva al segundo mensaje de Pallete: la absoluta confianza en que su plan presentado en noviembre es la respuesta para consolidar el futuro de la compañía. Pallete centró el foco en cuatro mercados, pero no para ser meros actores, sino para ser protagonista y tener vocación de liderazgo. Y la operación de O2 lo ha confirmado, logrando un acuerdo para colocarse cerca del primer lugar con un nivel de crecimiento inmediato que hubiese sido imposible de alcanzar solo con crecimiento orgánico.

No ha sido fácil. Los vaivenes en bolsa demostraron en los últimos meses que Telefónica tenía un plan, pero que los analistas y el mercado desconfiaban de su ejecución y de la puesta en marcha de acciones concretas. Frente a estas dudas Pallete ha respondido con la mayor operación del año a nivel corporativo en Europa. El tercer mensaje ha sido, por tanto, para los mercados

Pero además cumple otro de sus principales objetivos: presentar avances concretos y de calado antes de la Junta de Accionistas del 12 junio. Un cuarto mensaje no tan público -pero no por ello menos importante- a todos sus accionistas. Con ello Pallete comienza a despejar cualquier duda sobre su gestión, en especial entre las grandes empresas que conforman el capital y el consejo. Un mensaje que se ha reforzado con la confirmación del dividendo de 0,40 euros cuando todos los grandes del Ibex están recortándolo o anulándolo.

La operadora tiene 22.500 millones de euros de liquidez -reforzada por la postergación de las subastas de 5G en sus principales mercados- y 8.700 millones de euros en tesorería. Una situación que mejora si se considera que ha vuelto a reducir su deuda, uno de los históricos males endémicos. Al cerrar marzo se han recortado otros dos mil millones y un 5,3% de retroceso interanual.

Resultados de 2020

Y todo ello en un contexto de blindaje del Covid. La pandemia ha herido duramente a todas las compañías en el mundo, pero Telefónica ha logrado mantener unos ingresos de 11.366 millones de euros, lo que supone un retroceso en términos orgánicos de solo el 1,3%.

En cuanto a España -el mercado más afectado por el Covid- la facturación alcanzó los 3.078 millones de euros, un retroceso de apenas el 1,6%. La operadora explica que en el primer trimestre del año la actividad comercial estuvo afectada, en su primera mitad, por la finalización de promociones y reposicionamiento de tarifas, y durante el mes de marzo por el confinamiento generado por el Covid. En cualquier caso, la reducción ha sido mucho menor que el impacto en otras compañías.

Esto ha permitido a Pallete mantener las previsiones de crecimiento de dos puntos porcentuales en el mediano plazo, tanto en términos de ingresos como de Oibda. Otro mensaje al mercado y a sus accionistas. Telefónica sigue en la buena dirección: avanza en su hoja de ruta y minimiza el impacto de la pandemia. 

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