El G7, el grupo de los siete países más ricos del mundo y Australia, ha acordado establecer un precio fijo para el petróleo ruso a fines de este mes, en lugar de adoptar una tasa variable. Tras conocerse esta noticia, los precios del petróleo se han disparado. Las subidas han llegado a superar el 4,5%.

Estados Unidos y otros países del G7 han estado inmersos durante las últimas semanas en intensas negociaciones con el objetivo de poner un tope al precio del petróleo ruso que llegue por mar. 

Según ha adelantado este vieren exclusiva Reuters, el límite podría entrar en vigor antes del 5 de diciembre, coincidiendo con la fecha tope de las sanciones de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos para limitar la capacidad de Rusia para financiar su invasión de Ucrania.

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"La coalición ha acordado que el precio máximo será fijo, y se revisará regularmente, en lugar de un descuento en un índice", ha informado la agencia citando a una fuente. "Con esta decisión, se aumentará la estabilidad del mercado y simplificará el cumplimiento de minimizar la carga sobre los participantes del mercado", subraya el mismo medio.

Aunque el G7 no ha establecido todavía un tope concreto, este debería estar listo en las próximas semanas. Las mayores economías del mundo van a revisar regularmente el precio fijado y lo modificarán según sea necesario.

Con esta información sobre la mesa, los precios del petróleo se disparaban. El petróleo Brent, de referencia en Europa, sumaba un 3,78% tras el cierre de las bolsas europeas, y alcanzaba los 98,23 dólares por barril. 

Al mismo tiempo, el West Texas Intermediate, la variante estadounidense, repuntaba un 4,77%, hasta los 92,09 dólares por barril.

Precio flotante

Referenciar el tope al petróleo a algún indice habría resultado en demasiada volatilidad y posibles oscilaciones de precios. Al G7 le preocupaba que un precio flotante fijado por debajo del punto de referencia internacional del Brent pudiera permitir al presidente ruso, Vladimir Putin, jugar con el mecanismo al reducir la oferta.

Putin podría beneficiarse de un sistema de precios variables porque el coste del petróleo de su país también aumentaría si el Brent se disparara. Y Moscú podría provocar esa escalada recortando la producción de crudo ruso. La desventaja del sistema de precio fijo acordado es que requerirá más reuniones de la coalición y mayor burocracia para revisarlo regularmente.

Recortes para el crudo

La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, y otros miembros del G7 explican que el límite de precios, que comenzará el 5 de diciembre para el crudo y el 5 de febrero para los productos derivados del petróleo, reducirá los fondos para Rusia sin afectar el suministro a los consumidores. Moscú ha dicho que se negará a enviar crudo a países que fijan precios máximos.

Las empresas navieras están ansiosas por ver más detalles sobre el plan G7 que entrará en vigencia en un mes.

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Un tope de precio constante podría permitir a las aseguradoras renovar contratos con mayor confianza e iniciar nuevos sin temor a que los países que compran petróleo ruso puedan ajustar el precio, lo que podría haber expuesto potencialmente a las aseguradoras a sanciones.

Cada carga de petróleo ruso transportado por mar solo estará sujeta al precio máximo cuando se venda por primera vez a un comprador en tierra, según lo determinen los países.