Las criptomonedas suelen requerir gigantescos recursos energéticos para su funcionamiento. Tanto es así que el consumo anual de electricidad de bitcoin supera ya al de países como Argentina, Holanda o Noruega, algo que va en contra de lo sensibles que son sus usuarios (de las generaciones más jóvenes) a los problemas ambientales, según Pierre Savarzeix, gestor de carteras de Seeyond, una gestora del grupo Natixis Investment Managers.

Hoy en día existen más de 10.000 monedas virtuales en todo el mundo y cada poco tiempo aparece una nueva, pero ¿cómo se puede solucionar el problema de un consumo energético del que se espera que crezca sin límite?

Digital Power-Optimization (DPO) es una startup con sede en Nueva York que fue creada por analista financiero Andrew Webber. Su propuesta es ofrecer la minería de criptomonedas como una opción para que la volatilidad de precios que se espera en los próximos años en el mercado eléctrico por el aumento de la generación renovable se reduzca y se aplane. En definitiva, para que se evite la temida 'canibalización' de los precios. 

Webber aporta experiencia previa en minería de criptomonedas al haber actuado como director financiero de seekCH4power, empresa de ciclos combinados (centrales eléctricas de gas) como fuente de energía.

Una moneda de bitcoin.

El futuro de las criptomonedas

"Es cierto que la principal queja sobre la industria de las criptomonedas es el consumo de energía", explica Webber a Invertia. "Pero después de años trabajando como analista en Wall Street, creo que he averiguado cómo resolverlo". 

"Primero hay que saber cuál fue el propósito de su creación, y la razón por la que se creó de tal manera que requiere una red global de computadoras funcionando constantemente. Es el mecanismo de seguridad definitivo que no puede ser frustrado por una sola entidad. Así que necesita de una gran demanda de energía, porque al mismo tiempo es el mecanismo que mantiene todo seguro".

"Así que, en el futuro, va a consumir mucha más energía, pero casi con certeza que el origen de esa energía será verde".

"En EEUU, Europa, Sudámerica, China... todos saben que en el futuro no se puede depender de los combustibles fósiles. Claro que, a día de hoy, hay energía sucia que impulsa parte de la minería de bitcoin, pero en el futuro todo será ecológico".

Interior de un centro de datos.

Almacenamiento de las renovables

"Sostengo que los ambientalistas deberían aplaudir la adopción de bitcoin porque impulsará la nueva demanda de energía renovable. Si el precio de bitcoin sigue subiendo, impulsará la demanda para obtener más minería, más hardware informático y más potencia para ejecutarlo".

"Y también más energía y, por tanto, se desarrollarán nuevos parques renovables por todo el mundo. Esa es nuestra tesis". Pero no solo es el incremento de más capacidad verde, sino también la posibilidad de gestionar, lo más óptimo posible, la generación eléctrica que exista.

La idea de Digital Power-Optimization es crear una alternativa parecida al almacenamiento, a las baterías, desde una perspectiva económica. Con los bitcoin también es posible aplanar la volatilidad en un mercado eléctrico con cada vez más renovables, al comprar la electricidad cuando esté el precio más bajo del día.

"Desde DPO podemos ayudar a los desarrolladores de energía eólica, solar, empresas de construcción de baterías y determinar cuál podría ser la combinación adecuada para cualquier suministro de energía. Una parte tal vez debería venderse en la red, otra parte debería colocarse en algún tipo de estructura de batería y tal vez una parte debería asignarse para una función de minería criptográfica".

Parque eólico de Iberdrola Renovables en EEUU.

Acuerdos PPA

"Los periódicos alemanes hablan de cómo las energías renovables causaron muchos dolores de cabeza a las redes eléctricas, porque hay mucha energía solar disponible durante el día. Los precios bajan a cero, pero luego no hay suficiente producción por la noche porque todavía no hay suficiente capacidad de almacenamiento de batería".

Hasta que exista, hay una alternativa. Vender, mediante un acuerdo PPA, esa electricidad a precios cercanos a cero o negativos a la criptominería y evitar que los generadores pierdan dinero. "Es posible porque se pueden apagar los ordenadores cuando no merezca la pena el coste energético para trabajar". 

Otra opción es establecer un centro de datos para hacer minería de criptomonedas en la misma ubicación de un parque solar, eólico, o de otro tipo de tecnología. "De hecho, esa es parte de nuestra estrategia cuando los precios de la red son elevados", dice Webber, "simplemente podemos desactivar nuestras máquinas y dejar de funcionar".

El único obstáculo es el coste inicial. "Hay que convencer a las empresas de que es una buena idea". Y ahí entra DPO. Su función sería entregar, instalar y operar ordenadores de minería en la central eléctrica, que se ajustarían al perfil de generación, desde los 500 kW hasta 100 MW o más.

“Cuando un activo o una infraestructura energética no se utiliza al 100% de su capacidad las 24 horas del día, los siete días de la semana, se presenta una oportunidad de mejora. Y ahí está la minería de criptomonedas”, dice Webber.

"Maximizar sus ganancias y maximizar sus ingresos es la única forma en que puedo garantizar que estoy maximizando los míos, pero quiero que ganen tanto dinero como puedan". 

Mercados energéticos de DPO.

Llegada a Europa

DPO dice que está en conversaciones con múltiples socios de generación de energía y busca expandir sus operaciones en EEUU y Europa en un futuro cercano.

"Veo en Europa que muchos inversores quieren entrar en el mercado renovable, pero todavía no entienden este modelo, y eso que podemos ofrecerles buscar la ubicación, recortar costes, calcular como ser más eficientes, cómo reducir la plantilla o reducir los intermediarios"

En EEUU, empresas como Tesla podrían estar interesadas. "Son entidades de Wall Street que poseen activos de energía, generan miles de millones de dólares pero que se mueven lentamente". Por eso, lo más óptimo son los desarrolladores de energía eólica y solar de tamaño mediano o pequeño que buscan formas interesantes de hacer rentables sus activos, entre 3-4 GW de generación y con contratos de diez a 20 años.

Futuro del bitcoin

Una nueva industria se presenta como revolucionaria no solo para los mercados financieros, también para el energético. No todos opinan lo mismo. Algunos observadores auguran un futuro nefasto al bitcoin: un activo altamente deflacionario por construcción y que además conserva un elevado coste de oportunidad al no pagar intereses ni dividendos, concluye el analista Pierre Savarzeix.

Pero se ha cumplido el primer aniversario de la penúltima vez que muchos volvieron a dar por muerto al bitcoin y al resto de criptomonedas. Entre el 12 y el 13 de marzo de 2020, se produjeron caídas en la valoración cercanas al 50%. Entonces tocó los 3.600 dólares en algunas casas de cambio y hoy cotiza por encima de los 50.000 dólares, habiendo superado puntualmente los 60.000.

Sin embargo, hay futuro para esta industria. La verdadera fuerza de esta moneda digital emblemática se basa en tres elementos: su portabilidad, la preservación del anonimato del titular y la promesa de intercambios monetarios sin comisiones de terceros.

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