Alicante

El cierre total de la hostelería en la Comunidad Valenciana con motivo del agravamiento de la pandemia de Covid-19 cuya aplicación empieza hoy jueves está provocando un aluvión de reacciones desde todos los sectores.

En su inmensa mayoría de comprensión ante la situación sanitaria, pero también de reclamación de medidas compensatorias que permitan evitar cierres masivos de negocios. La última ha sido la de las Cámaras de Comercio de Alicante, Valencia y Castellón que hoy se han reunido con el conseller de Economía con exigencias muy claras.

Tras valorar positivamente las medidas prometidas por la Generalitat en el plan de choque 'Resiste', con la dotación inicial de 340 millones de euros y las complementarias anunciadas hoy (que cada autónomo y microempresa de los sectores más afectados por la crisis recibirá 2.000 euros fijos para evitar el cierre de los negocios viables, hasta un máximo de 10.000 euros en una línea de ayudas que asciende a 160 millones de euros con fondos autonómicos de 100 millones, provinciales de 36 millones y los municipales de 24 millones), exigen que este plan se complemente con medidas fiscales y mayores apoyos a la financiación y al empleo. Al mismo tiempo piden que se contemple una línea de ayudas o plan de rescate para los comercios, uno de los sectores más perjudicados por la crisis.

El impacto de los cierres en el sector

Aseguran que en la Comunidad Valenciana existen 29.575 empresas de hostelería y que 168.500 familias que dependen directamente del sector (38.500 autónomos y 130.000 trabajadores en régimen general), a los que se sumarían otros 34.000 si se tiene en cuenta las actividades artísticas y de ocio y entretenimiento, muy afectadas por las restricciones horarias y de aforo.Por eso han solicitado formalmente la reducción, fraccionamiento o condonación de pago de tasas e impuestos locales (IAE e IBI) y nacionales (IVA súper reducido como en Francia, Polonia, Reino Unido o Italia).

También, que las ayudas no sólo procedan de la Generalitat o las diputaciones, sino que se apruebe un Plan nacional de ayudas directas (subvenciones) a todas las pymes del sector que han visto reducida su facturación en más de un 50% en 2020 –por cierres temporales o restricciones-, “tal y como ya lo llevan aplicando desde hace tiempo países como Alemania, Francia, Italia o Países Bajos”, añaden las entidades camerales.

Reunión telemática de los responsables camerales con el conseller de Economía, Rafael Climent

Además, piden agilidad en la tramitación de las ayudas y créditos bonificados que permitirán inyectar liquidez a las empresas afectadas. Y al tiempo que se articulan otras medidas como la promoción de bonos de consumo en establecimientos de hostelería con ventajas fiscales.

“Hemos sido moneda de cambio”

La patronal autonómica de hostería (CONHOSTUR) que preside Manuel Espinar ha denunciado durante estos días que ”con esta decisión se ha mezclado la política con el sector de la hostelería. Hemos sido moneda de cambio, ayer no nos cerraban y hoy sí”.

Espinar señaló que “si todas las reuniones familiares se hubieran producido en el ámbito de la hostelería no estaríamos como estamos. Una vez más todo nuestro material perecedero mañana por la noche irá a la basura. No se pueden tomar estas decisiones con una precipitación de 24 horas, y de nuevo, nos hemos enterado de esta decisión por los medios de comunicación y tomando el gobierno una decisión unilateral y sin contar con nosotros”.

Además, tras señalar que nadie les exime de pagar impuestos mientras permanezcan cerrados, desde la hostería se cifra en más de 20.000 empleos perdidos sólo en el pasado mes de diciembre, con un cierre de empresas de hasta el 30% del sector. “Estas medidas no solamente afectan a los empresarios y autónomos que tenemos que subir la persiana todos los días, sino que va a afectar directamente a miles de trabajadores abocados al ERTE. Este es el último empujón para muchas empresas para no poder volver a abrir”, concluyó Espinar.

Cacerolada y funeral por la hostelería

Entre las reacciones más curiosas se encuentra la anunciada por la plataforma 'Hostelería Valle de Elda' que ha convocado para el próximo sábado, 23 de enero, una concentración a partir de las 18.00 horas a las puertas del Ayuntamiento eldense (gobernado por el socialista Rubén Alfaro) en señal de protesta por el cierre del sector decretado por la Generalitat ante la evolución de la pandemia.

La protesta pretende reunir a los hosteleros, empresarios y trabajadores de la comarca para celebrar un "funeral por la hostelería". "El cierre total supone la estocada final para miles de empresarios, autónomos y trabajadores del sector de la hostelería y el ocio nocturno", señala la plataforma en un comunicado, en el que advierte que "sin la hostelería, Elda y Petrer se mueren”, manifestaron sus responsables.

Hoy mismo los hosteleros de la ciudad de València han rodeado con una cacerola el Palau de la Generalitat para mostrar su "hartazgo e indefensión", tras el cierre de la actividad. Bajar la persiana a las 17.00 horas, como se estableció el pasado 7 de enero, fue "la estocada final" y ahora el cierre completo de la actividad es "la ruina total del sector", aseguró Juan Ortega, portavoz de la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de Valencia.

En este escenario, "más de la mitad de los negocios que había abierto, que ya eran menos de la mitad de los que hay, van a cerrar. Estamos hablando de que más del 50% del sector seguramente cerrará y no volverá a abrir", añadió Ortega.

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