El Gobierno hace realidad una propuesta de Unidas Podemos y declara la guerra al negocio del agua embotellada al obligar a los establecimientos de hostelería y restauración a ofrecer agua del grifo de manera gratuita. Una medida que perjudica al agua embotellada; un sector que factura 1.200 millones al año y da empleo a más de 30.000 personas que ya ha mostrado su rechazo. 

La Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasadas (Aneabe) comprende el interés del Gobierno, pero el sector de aguas minerales pide a la Administración Pública mantener "un diálogo abierto en base a la realidad de los datos en España para resolver cuestiones medioambientales que perjudican a un sector, muy comprometido con el cuidado de la naturaleza, que pone en el mercado un producto natural y saludable".

Por su parte, la cervecera Mahou-San Miguel tampoco se ha tomado muy bien la medida a pesar de respetar las decisiones del Gobierno. Cree que “ambas opciones, tanto el agua mineral natural como el agua del grifo, no deben de ser excluyentes ya que se trata de dos productos totalmente diferentes”.

Para Mahou aún es pronto para valorar el impacto de la medida. Así que continuarán impulsando el consumo de agua mineral natural en los establecimientos hosteleros “para que esta futura obligación de servir agua de forma gratuita, no incremente, por ejemplo, el consumo de otro tipo de bebidas menos saludables que el agua mineral natural como las hipocalóricas”, apuntan.

solan de cabras

La compañía cuenta con un importante trozo del pastel. El grupo cuenta con tres manantiales y cuatro marcas (Solán de Cabras, Sierra Natura, Sierras de Jaén y Fuente del Arca). Su división tiene un peso del 20% en el volumen global, se mantuvo el pasado año en la senda de crecimiento registrando una facturación de 81,5 millones de euros, un 2,7% más (un dato que no incluye las marcas pertenecientes a la empresa Aguas del Valle de la Orotava y de la que Mahou San Miguel posee el 75,15%).

Danone y Nestlé

Hace dos años, cuando se propuso la medida, el director general de Aguas Danone en España, François-Xavier Lacroix, señaló que dar gratis el agua de grifo “puede ser contraproducente” porque “hace que la gente beba menos agua, por ejemplo, si se encuentra una jarra al llegar a la mesa ya que no se sabe quién ha podido manipularla antes”. Si bien es cierto, desde la compañía alegan ahora que "el agua del grifo no supone competencia para nosotros". 

Danone se juega mucho en esta industria. Cuenta con dos potentes marcas en el mercado: Font Vella y Lanjarón. Su división en España facturó 231 millones de euros en 2018 (un 1,2% menos que en 2019). A cierre de ese año, Aguas Danone lideró el mercado de agua mineral en España en el canal de alimentación moderna con unas cuotas del 12,27% y 22,11% en volumen y valor, respectivamente, según datos de IRI.

Otro de los pesos pesados en el sector es Nestlé, que en España comercializan las marcas Aquarel y Viladrau, entre otras; aunque no ofrecen datos detallados en España a nivel mundial su división de aguas  registró unas ventas de 1.508 millones de euros (un 1,4% menos) en el primer trimestre del año. Y, por último, Coca-Cola comercializa en España Aquabona y Vilas del Turbón.

Negocio del agua en España

En los últimos años, muchas empresas han visto un filón en el negocio del conocido ‘oro azul’, especialmente en la restauración. Y no es para menos. En 2018, la facturación total del sector de distribución de agua creció un 0,7%, situándose en unos 3.750 millones de euros, según el Observatorio Sectorial DBK de Informa.

Pero si concretamos más en el sector del agua mineral -el más afectado por la futura ley-, este tiene una facturación 1.200 millones de euros, según datos del INE correspondientes a 2018 (cifra más actualizada). 

La producción del sector de aguas minerales en España supera los 6.300 millones de litros y ocupa el cuarto lugar en la Unión Europea (UE) en términos de consumo. Esto supone que bebemos unos 134 litros per cápita al año.

La industria genera unos 6.000 puestos de trabajo directos y más de 25.000 indirectos e inducidos, según datos de la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasadas (Aneabe).

De hecho, el Gobierno va más allá y pretende eliminar el agua envasada de la administración y espacios públicos, además de en establecimientos de restauración. La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, considera que en principio “será una medida bien acogida” por la población. 

Desde el punto de vista del consumidor, la medida es considerada positiva. “El sector del agua mineral tienen que asumir que parte de sus ventas han estado infladas artificialmente porque hay consumidores que han pedido agua mineral por obligación y no por gusto”, señala el portavoz de Facua, Rubén Sánchez.

Problemas con los envases

Por otro lado, el diputado ecologista promotor de la medida y presidente de la Comisión de Transición Ecológica, Juantxo López de Uralde, destaca como elementos beneficiosos de este anteproyecto de ley la “reducción de envases de plásticos que muchas veces impone el agua mineral”.

Una medida que llega en un momento en el que se ha vivido, en su opinión, “un rebrote por el amor al plástico”, ligado a una mayor sensación de seguridad en plena crisis sanitaria. 

Y aquí está el germen de otro problema para las compañías que se han visto obligadas en los últimos años a apostar por envases de cristal u otro material no contaminante. Así, hace un par de años Danone lanzó a través de su marca Font Vella la nueva botella de vidrio, Font Vella Premium, para el canal horeca (restauración). 

font vella

A principios de enero el grupo Mahou-San Miguel también diversificó al lanzar una botella de agua Solán de Cabras con gas en formato de vidrio azul de 75cl, 100% reciclable.

De hecho, desde la patronal recuerdan que llevan muchos años trabajando en la misma línea que la futura ley. Además, la industria se ha comprometido “voluntariamente” a alcanzar unos objetivos medioambientales más ambiciosos.

“Uno de ellos es la fabricación de botellas de plástico reciclado en porcentajes superiores a los indicados por la futura ley, ya que el sector tiene el firme propósito de conseguir que sus envases sean 100% circulares”, señalan.

Dos años después

Cabe recordar que en 2018, Unidas Podemos presentó una Proposición no de Ley para el desarrollo de una normativa estatal que obligara a los establecimientos de hostelería y restauración a ofrecer agua del grifo de manera gratuita.

Dos años después, esta propuesta se incluye dentro de la Estrategia de Economía Circular y el anteproyecto de ley de residuos y suelos contaminados aprobado por el último Consejo de Ministros. La tramitación del anteproyecto se ha demorado por la parálisis política y a la crisis del coronavirus.

Juantxo López de Uralde

López de Uralde considera que el agua es un bien público y, como tal, no se puede obligar a pagar por beberla. Por ello reconoce que puede “tener cierta afectación en el sector” ya que “el negocio del agua mineral es redondo”. 

Pero para que se haga realidad este anteproyecto aún falta un tiempo. El diputado recuerda que tiene que pasar por un periodo de tramitación pública y de alegaciones para después volver como proyecto de ley al Consejo de Ministros. Y aunque no se esperan grandes trabas, tardará aún unos meses en hacerse realidad. 

Más concretamente medio año. Ribera cree que será a finales de año o principios de 2021 cuando se publicará en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y esperan que una vez entre en vigor la propuesta sea de inmediata aplicación. Y será a partir de entonces cuando la industria del agua embotellada, especialmente la mineral, analice el impacto en sus cuentas de esta medida. 

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