A finales de año, el número de viviendas finalizadas estará por encima de las 83.000. Se trata de un 4% respecto al año anterior. Y todo gracias a que el sector promotor ha podido mantener las viviendas que se encuentran en fase de desarrollo.

Así opinan desde Servihabitat que también hacen hincapié en que donde si habrá cambios será en el inicio de nuevos proyectos. Y todo debido a la cautela que está tomando el sector promotor. Y todo por la presión creciente en términos financieros.

Por otro lado, las operaciones de suelo en España alcanzarán este año la cifra de 19.000 transacciones. En este caso, se trata de un 15% más que en 2020. De esta manera, se acercan a las operaciones que se venían registrando en 2019, justo antes de la pandemia.

Estabilidad

Según el estudio ‘Mercado de suelo y promocion’ de Servihabitat Trends, el año 2020 cerró de manera “relativamente estable”. Y todo porque, en los últimos meses, recuperó ritmos dinámicos después del impacto de la Covid-19.

De cara a este año, se prevé una demanda muy activa. Además, se espera que el elevado interés inversor mantenga la tendencia a la estabilidad. Una demanda que será especialmente intensa en la obra nueva, donde se espera que se superen las 60.000 operaciones.

"Estamos frente a un futuro apasionante donde la especialización, el profundo conocimiento territorial, el mayor protagonismo de la tecnología y la industrialización en el proceso constructivo configuran los elementos clave necesarios para alcanzar una gestión urbanística y de promoción ágil", asegura el consejero delegado de Servihabitat, Iheb Nafaa.

Por lo que respecta a la intención de compra de una vivienda, sigue avanzando. De hecho, se sitúa en el entorno del 8%. Por eso, y según Servihabitat, todo apunta a que se necesitará potenciar una oferta capaz de dar respuesta a una demanda creciente para mantener la estabilidad del mercado.

Madrid y Barcelona

Por ciudades, cabe reseñar que el stock de suelo finalista se está reduciendo de manera notable en ciudades como Madrid. Ahí ha caído un 8%. En el caso de Barcelona, la reducción es todavía mayor: un 17%.

Fruto de esta situación, en la que se conjuga con una elevada demanda, es necesario aumentar la disponibilidad de suelo. Así, podría arrancar el desarrollo de nuevos proyectos. Un hecho que resulta clave para abordar la actual situación.

De esta forma, las previsiones apuntan a que el precio del suelo se mantendrá estable en 2021, con una disminución cercana al 1%, tras el ajuste experimentado en 2020. Entonces, el valor se situó en los 146 euros el metro cuadrados. Asimismo, existen ciertas zonas prime con escasez de suelo finalista y una demanda elevada que podrán experimentar precios al alza.

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