El volumen de créditos que los bancos creen que están en riesgo de no devolverse (los categorizados como en vigilancia especial) ha crecido considerablemente durante el último año en el caso de las empresas, que han sido las que más han sufrido el impacto económico de la pandemia.

Según el Banco de España en esta situación estaban préstamos concedidos a empresas por unos 61.000 millones de euros al cierre de diciembre de 2021, lo que supone un aumento del 25,7% en comparación con un año antes. Así, estos créditos representan un 12,4% sobre el total de la cartera.

El aumento ha sido mucho mayor que en el caso de las familias, segmento en el que, de hecho, el volumen de este tipo de préstamos con la categoría de vigilancia especial cayó un 1,7% en 2021, hasta 31.000 millones. Estos créditos son el 5,1% del total.

En conjunto, estos préstamos con la etiqueta de en vigilancia especial asciende a casi 100.000 millones. El dato es relevante para conocer cuáles son susceptibles de ser impagados y, por tanto, advertir cómo se verá afectada la morosidad. Esta ratio, según el Banco de España, va a crecer por la subida de los tipos de interés y la menor renta de los hogares por la inflación, si bien existen algunos factores que mitigarán el impacto.

Concretamente, en el caso de las empresas, estas disponen de mucha liquidez tras recibir los llamados créditos ICO (y otra financiación) durante la pandemia, mientras que las familias acumularon mucho ahorro con las restricciones sanitarias, por lo que también tienen cierto colchón para afrontar la situación actual. Además, cree que las vulnerabilidades se reducirán según avanza la recuperación.

Créditos morosos

En el caso de los créditos dudosos, es decir, aquellos que ya han entrado en impago, la evolución es muy diferente. Estos cayeron un 5,1% en el caso de las empresas (hasta 27.000 millones) y un 6,1% en el de las familias (hasta 22.000 millones).

Es decir, que cada vez hay más créditos sobre los que los bancos creen que podrán entrar en impago que los que realmente entran en la categoría de dudosos. Las refinanciaciones también han crecido y lo han hecho un 14,3% frente a un año antes, principalmente en las empresas.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Europa Press

Así lo ha explicado Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España, durante la presentación del Informe de Estabilidad Financiera de primavera del supervisor y ha añadido que aún hay que ver la evolución de las carencias de los llamados créditos ICO para estimar qué puede pasar con la morosidad este año.

En el caso de los créditos con aval estatal que se concedieron durante la pandemia se encuentran calificados como dudosos unos 3.000 millones de euros (son el 3,5% sobre el total) y en vigilancia especial unos 17.900 millones (el 20,2% sobre el total).

En los sectores más afectados estos datos son mucho más elevados. Por ejemplo, los créditos en vigilancia especial eran el 35,5% en la hostelería y el 22,7% en el transporte a fecha de diciembre, mientras que los dudosos eran el 6,5% y el 4,5%, respectivamente.

Actualmente y según el Banco de España, un 35% de los créditos ICO (medido en volumen de exposición) disponen de carencias, unos periodos de gracia durante los que no es necesario ir devolviendo el capital del préstamo que van a ir terminando durante el segundo trimestre de este año.

Sobrevaloración de la vivienda

Desde el Banco de España ya aprecian "algo" de sobrevaloración en los precios de la vivienda en España, que de momento es "reducida", si bien existe aún incertidumbre sobre cómo evolucionará en los próximos meses.

Estrada ha afirmado que es necesario "esperar y seguir analizando la situación", dado que habrá que ver qué efecto tiene la subida de los tipos de interés y si las familias siguen recurriendo a la vivienda para invertir. "Tradicionalmente lo que hemos visto es que la vivienda se comportaba como un activo seguro que hacía que la gente saliera de la bolsa y se metiera en vivienda", ha recordado.

Con todo, desde el supervisor consideran que las condiciones en las que se están concediendo las hipotecas "siguen siendo sanas". "No vemos que se estén relajando", ha dicho Estrada, añadiendo que los intereses de las hipotecas a tipo fijo están en mínimos y eso "merece un seguimiento". "Tenemos que esperar a ver cómo evoluciona y en función de esto tomar decisiones", ha añadido.