CaixaBank y Bankia ya han puesto a parte de sus equipos a trabajar para que la integración tecnológica de ambas entidades esté lista en el último trimestre de 2021. Así lo ha confirmado Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, indicando que la operación se enmarca como escudo ante una situación de tipos de interés negativos que, según expresa, puede prolongarse hasta mediados de 2031. 

Durante su intervención en un foro financiero organizado por KPMG y Expansión, el banquero ha indicado cómo el ESTR (Euro-Short Term Rate), que es un tipo de interés de referencia que refleja el coste al que los bancos se prestan entre sí, no pasa a ser positivo hasta mediados de 2031. Más de 11 años lidiando con los tipos negativos que sin duda impactarán en la rentabilidad del sector, especialmente por la vía de la captación de depósitos.

“Lo único que podemos hacer es buscar nuevas vías de ingresos y ser más eficientes”, indica. En este escenario, la fusión con Bankia aparecía como la mejor opción. Una opinión compartida por José Sevilla, consejero delegado de Bankia, también presente en el encuentro. "El mundo ha cambiado radicalmente y lo que cambia la ecuación del sector bancario son los tipos negativos", ha indicado el banquero.

"La respuesta a ese entorno que tendrá un impacto en la morosidad y la cuenta de resultados es la fusión", insiste. Sevilla también ha confirmado que en los próximos días se conocerá el informe del experto independiente para, posteriormente, que los consejos puedan convocar sus respectivas juntas de accionistas.

Respecto a su futuro en la nueva entidad resultante, el consejero delegado de Bankia asegura que "aún no hemos hablado de eso", mostrando su "total compromiso" con "hacer un buen cierre de año y ayudar en el proceso de fusión". Del mismo modo, Gonzalo Gortázar ha evitado pronunciarse sobre el rol que Jordi Gual, presidente de CaixaBank, tendrán en el futuro banco. “Su papel en los dos próximos trimestres es crítico, son dos profesionales extraordinarios y están centrados en trabajar con total lealtad a sus instituciones”, ha expresado.

Ambos banqueros han explicado que los trabajos hasta que se consolide la operación son más de tipo jurídico, con lo que la mayor parte de la plantilla está centrada en la atención al cliente. "Eso significa que seguimos compitiendo con CaixaBank y con el resto del sector", explica Sevilla. Será en el momento de la integración tecnológica, a finales del próximo año, "cuando los clientes y empleados perciban que somos una entidad única”, tal y como ha explicado Gortázar. 

José Sevilla también ha aprovechado su intervención para reivindicar el exceso de capital de Bankia. "El objetivo de nuestro plan estratégico era generar 2.500 millones de exceso para nuestros accionistas y la buena noticia es que lo vamos a generar a final de año", indica. En ese sentido, recuerda que, en un proceso de fusión, "cada partner aporta distintas cosas y pensamos que la mejor manera de emplear ese exceso de capital era ponerlo en valor en una operación como esta"

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