Pérdidas históricas para Banco Santander que, no obstante, no tienen impacto en la liquidez ni la solvencia del banco. La entidad ha registrado una actualización del fondo de comercio de sus inversiones y de la capacidad para recuperar los activos fiscales diferidos (DTAs), que genera un cargo extraordinario de 12.600 millones de euros y que da lugar a una pérdida atribuida de 10.798 millones de euros en el primer semestre.

El ajuste obedece al deterioro de las perspectivas económicas como consecuencia de la crisis de la covid-19 en los mercados en los que opera "y no afecta a la liquidez, al riesgo de crédito ni a la ratio de capital CET1", indican desde el banco.

Del total del cargo extraordinario, 10.100 millones corresponden a fondo de comercio (el 45% del total del fondo de comercio del grupo) y 2.500 millones a DTAs. 

Con respecto a la reducción del valor del fondo de comercio, 6.101 millones corresponden al negocio en Reino Unido, 2.330 millones a Estados Unidos, 1.192 millones a Polonia y 477 millones a Santander Consumer Finance.

"Este ajuste no cambia la importancia estratégica de los mercados ni de los negocios del Grupo", insisten desde Santander. De hecho, el beneficio ordinario se situó en 1.908 millones de euros en el primer semestre de 2020, un 48% menos que en el mismo periodo del año anterior, por las mayores provisiones relacionadas con la pandemia, que crecieron un 78% hasta los 7.027 millones de euros. 

Margen de intereses

El margen de intereses y los ingresos de clientes se mantuvieron estables, en 16.202 y 21.338 millones de euros, respectivamente, impulsados por el crecimiento de ingresos en Latinoamérica, Santander Corporate & Investment Banking (SCIB) y Wealth Management & Insurance. "Esto y el control de costes permitieron aumentar un 2% el margen neto, hasta 11.865 millones de euros", indica la entidad en su comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En este sentido, indica que el plan de reducción de costes va más rápido de lo previsto. "Europa logró más de 300 millones de ahorros en el primer semestre, es decir, un 75% de su objetivo para todo el año 2020. Los gastos operativos cayeron un 2%, un 5% sin inflación.

Dividendo en scrip

Pese al fuerte impacto por el ajuste contable en fondo de comercio y DTA (que no tiene efecto en caja), la presidenta del banco, Ana Botín, ha destacado la "fortaleza de nuestro modelo", destacando que la revisión llevada a cabo "no afecta a la fortaleza de nuestro balance. Las bases de nuestro negocio son sólidas, con un nivel de capital en la parte alta de nuestro objetivo.

Bajo esta premisa, y pese a las restricciones impuestas por el Banco Central Europeo (BCE), el consejo de administración del banco propondrá el pago de un dividendo correspondiente a 2019 en scrip (pago en acciones) equivalente a 0,10 euros por acción que se pagaría este año.

La presidenta del banco insiste en que el consejo tiene la intención de aplicar una política de dividendo 100% en efectivo tan pronto como las condiciones de mercado se normalicen, "sujeto a la recomendación y las aprobaciones regulatorias", indicando que la entidad ha reservado capital este trimestre para poder hacerlo. En concreto, se ha reservado seis puntos básicos de capital CET1 en el trimestre para un posible dividendo en efectivo con cargo a los resultados de 2020.

La ratio de capital CET1 aumentó en 26 puntos básicos en el trimestre, hasta el 11,84%, es decir, en la parte alta del objetivo a medio plazo del 11-12% que se ha fijado el grupo. "Reiteramos nuestro objetivo de retorno sobre el capital tangible (RoTE) del 13-15% que nos marcamos en el Investor Day del año pasado y daremos más información de nuestros planes estratégicos en los próximos meses”, ha indicado Botín.

Morosidad controlada

Según indican desde la entidad, en el segundo trimestre, durante lo peor de la pandemia, se concedió una media de 1.600 millones de euros diarios en nuevos préstamos, dando moratorias a más de 5 millones de clientes. "En el segundo trimestre, se aprecian mejoras del crédito a particulares, mientras que el de pymes, empresas y SCIB vuelven a la normalidad tras el pico de abril", explican.

Bajo este escenario, Santander defiende la solidez de su calidad crediticia con una tasa de mora que se redujo en 25 puntos básicos en los últimos 12 meses, hasta el 3,26%, mientras que la ratio de cobertura, que mide la capacidad de absorber posibles pérdidas derivadas de la morosidad, aumentó hasta el 72%.

El coste del crédito, es decir, lo que el banco provisiona cuando concede un préstamo, aumentó 28 puntos básicos, hasta el 1,26%, debido al crecimiento de las provisiones. El banco mantiene en el segundo trimestre su previsión de crecimiento del coste del crédito.

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