CaixaBank ha anunciado este jueves que desconvoca su próxima junta general de accionistas, cuya celebración estaba prevista para el próximo 3 de abril. Además, la entidad financiera ha anunciado que recorta a más de la mitad su propuesta de dividendo, hasta los 0,07 euros por acción, según ha señalado al supervisor.

La junta general había sido convocada por la entidad el pasado 25 de febrero y este mismo 12 de marzo había insistido en que se celebraría en todos los términos señalados, si bien se incentivaría la participación en la misma por vía telemática en atención a la situación de epidemia por coronavirus que atraviesa España.

Sin embargo, la ampliación del estado de alarma hasta el 11 de abril ha llevado a esta decisión, que tampoco prevé una nueva fecha para un encuentro que puede retrasar su celebración hasta octubre.

Además, en atención a los criterios publicados este mismo jueves por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Colegio de Registradores, CaixaBank ha decidido "dejar sin efecto la propuesta de aplicación del resultado que el consejo de administración acordó en fecha 20 de febrero de 2020" y que se incluyó como punto cuarto en el orden del día de la junta que acaba de desconvocarse.

En este sentido, atendiendo al real decreto que blinda el funcionamiento de las sociedades cotizadas españolas frente al actual panorama de incertidumbre económica, la entidad que preside Jordi Gual explica que "formulará la propuesta de aplicación del resultado cuando proceda". En cualquier caso, ya avanza que reducirá su propuesta de dividendo con cargo a los resultados del ejercicio 2019 hasta los 0,07 euros brutos por acción desde los 0,15 euros previstos inicialmente.

Posible dividendo extraordinario

La entidad defiende que esta decisión se toma "en un ejercicio de prudencia y responsabilidad social" a la par que subraya que supone mantener "un 'pay-out' del 24,6%". En este sentido, se propone que el pago se produzca de una sola vez el próximo 15 de abril, "siendo esta la única remuneración al accionista prevista con cargo al ejercicio 2019", señala la comunicación remitida a la CNMV.

Asimismo, se establece que la política de alcanzar un 50% de beneficio repartido en dividendos queda suspendida "exclusivamente para el ejercicio 2020", para la que se fija "un dividendo en efectivo no superior al 30% del beneficio neto consolidado

reportado". No obstante, "una vez cesen las circunstancias que han motivado esta modificación", CaixaBank tiene la intención de retomar el umbral del 50%, ha explicado al supervisor.

Menos colchón de capital

En este sentido, el consejo de administración manifiesta su "voluntad distribuir en el futuro el exceso de capital por encima de la ratio de solvencia CET1 del 12% en forma de dividendo extraordinario y/o recompra de acciones". Algo que, en cualquier caso, no prevé que suceda antes del ejercicio 2021.

Además, el banco anuncia que "tras considerar nuevos aspectos regulatorios y supervisores" a la luz del impacto que prevé por la crisis del coronavirus, que ha llevado a sus analistas a proyectar una recesión "corta y severa", "reducir al 11,5% el objetivo de la ratio de solvencia CET1 establecido en el Plan Estratégico 2019-2021 para diciembre de 2021", medio punto por debajo de lo que marcaba este programa que también apuntaba a un margen adicional (buffer) del 1% destinado a absorver los impactos de Basilea IV.

Gortázar se aprieta el cinturón

Por último, se ha informado de que Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad, "ha decidido, de manera voluntaria, renunciar a la retribución variable para el ejercicio 2020".

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