La crisis del Covid-19 ha descolocado a toda la sociedad, pero a río revuelto siempre hay quien aprovecha para pescar. El fraude al seguro no solamente no bajó el año pasado, sino que aumentó, especialmente en el hogar, donde los españoles pasaron mucho más tiempo del habitual debido a las restricciones por la pandemia. En este segmento, entre los fraudes más comunes se encontraron presentar facturas inventadas o acusar falsamente al clima de un siniestro.

El fraude en el hogar creció fuertemente en 2020, un 18%, de acuerdo con los datos recogidos en VIII Mapa AXA de Fraude, que dejan entrever que el confinamiento al que ha tenido que someterse la población española durante el año ha tenido algo que ver. Lo hizo mucho más que la media de todos los segmentos, que avanzó tan solo un 2,2%.

Entre las fórmulas más habituales para defraudar al seguro de hogar se encuentran la presentación de facturas falsas a la hora de solicitar la indemnización, la falta de mantenimiento en los bienes del hogar o aprovechar eventos climatológicos reales para generar un siniestro falso.

Con todo, en 2020 el fraude más habitual continuó siendo el de auto o movilidad, que concentró más de la mitad de los casos totales. Este tipo de engaños ha sido siempre el más común, si bien su peso ha caído considerablemente con el paso de los años.

En 2012 siete de cada diez siniestros se producían en este ramo y ahora son cinco de cada diez, una evolución en la que han tenido mucho que ver la reforma del baremo de lesionados que tuvo lugar hace unos años, que hizo menos atractiva la coartada del coche para defraudar al seguro, así como la mejora en las técnicas de detección. Así, el porcentaje de fraudes al seguro a través del coche cayó 14 puntos porcentuales entre 2013 y 2020.

El fraude en auto se mantuvo

En auto, más del 87% de los fraudes se deben a supuestos siniestros que tienen lugar durante la circulación del vehículo y el informe de AXA revela que la reducción de la movilidad durante el confinamiento no tuvo una especial incidencia sobre el fraude, como se podría esperar.

En el segmento de multirriesgos, lo más común es aducir daños por agua, que representaron el 44% de los casos en 2020. Los fraudes en este ramo aumentaron diez puntos porcentuales en el año (pasando de ser el 18% del total al 28%), entre otras razones por los grandes fenómenos climatológicos que tuvieron lugar, como las DANA o la borrasca Gloria.

Sin embargo, en multirriesgos los casos en los que se achacaron falsos siniestros a daños eléctricos siguieron cayendo hasta reducir su peso al 17%, mucho menor que el que representaban en 2015, casi el 28%.

En el ramo de diversos (industrias, incendios o decesos, entre otros) los daños eléctricos fueron la excusa principal, con más del 20% de los casos, seguido de los atmosféricos, con el 19%, y los daños por agua, con más del 12%.

La crisis, "caldo de cultivo"

Sin duda, las crisis económicas desatan los fraudes al seguro, como ha ocurrido este año y seguirá pasando. Así lo cree Arturo López-Linares, director de Siniestros de AXA España, que apunta que la actual crisis es "el caldo de cultivo perfecto para que muchas personas se sientan tentadas para cometer fraude".

La situación será similar este año. "Preveorevo un fraude bastante agresivo porque las posibilidades son muchísimas (...) El gran reto va a ser la tecnología. Va a ser un fraude caro y que cada vez va a ser más habitual", ha explicado este miércoles durante la presentación del informe. 

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