Sevilla

Javier González de Lara (Málaga, 1963) tiene la agenda llena pero tiempo para todo. Desde su afición a la pintura, sus desayunos todos los domingos en el malagueño Bar Nerva a innumerables citas con empresarios de toda índole. La situación no es para menos. Es el vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM).

Licenciado en Derecho y Máster en Mediación y Resolución Extraoficial de Conflictos, es conocido por su trayectoria profesional, desde el negocio familiar hasta el sector financiero, cultural y turístico. Es la voz empresarial en una comunidad donde el turismo es el principal motor y pilar económico, como si de una de las columnas de Hércules se tratase.

Pide disculpas por la tardanza de la entrevista, pero responde con un bagaje que su trayectoria profesional avala. La certidumbre y el consenso serían palabras trending topic de la entrevista que concede a Invertia, medio cuya presentación recuerda con cariño como buen maestro de ceremonias. Llama al equilibrio entre sanidad y economía, parafraseando al presidente ejecutivo de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez, y confía en que la juventud tome el timón del futuro.

González de Lara concede una entrevista a Invertia y lanza los mensajes del presente y del futuro en materia económica. Añora más presencia empresarial en la toma de decisiones de una crisis sanitaria, social y económica mientras lamenta la incertidumbre política. “Agobia a la recuperación económica”, confiesa ante un escenario futuro del que no se atreve a poner día y hora pero sí las herramientas para alcanzarlo.

¿Qué consecuencias tiene para los empresarios la falta de claridad en las medidas que se están adoptando para controlar la pandemia?

Desde la anterior declaración de estado de alarma el pasado el 14 de marzo se han promulgado más de 132 decretos, órdenes, instrucciones y aclaraciones. Suman una confusión importante ante una situación que es atípica y justificable, pero no ayuda al funcionamiento de la vida.

Los empresarios queremos seguridad jurídica, estabilidad normativa, certeza económica y certidumbre y eso no se encuentra con esa profusión de normas que muchas veces entra en confusión con la normativa estatal y autónoma. Hay voluntad de regular, pero esa regulación entra en colisión con algunas medidas.

¿El nuevo Estado de alarma será sostenible para el tejido empresarial español?

Apoyaremos las medidas que beneficien la salud pública. Es necesario y compartimos la adopción de medidas que no vuelvan a suponer una paralización económica. Es necesario compatibilizar la actividad económica y la prevención sanitaria. Esa es la cuestión: cómo vamos a ser capaces de que dichas medidas tengan el menor impacto posible en la economía.

Hay preocupación en el sector turístico, en la hostelería… No quedan claros los horarios y se les da margen a las autonomías… Todos estos nuevos horarios limitan el atractivo de España como país para ser visitado. Tenemos que tener mucho cuidado con la alarma vigente.

Recuperación en V, en W, en L… ¿Cuáles son sus previsiones económicas?

Eso sería como ser Merlín el encantador. Nadie sabe cuándo será la recuperación económica, ni el Gobierno ni el candidato a la Presidencia de los EE. UU.. La recuperación tendría que ser en el mejor de los casos en una ‘U’ lo más estrecha posible y llegará cuando haya un control de la pandemia.

La Covid-19 viene sin libro de instrucciones pero hay estados que la están controlando mucho mejor y las medidas económicas están surgiendo su efecto. Tenemos que adoptar medidas que sean sólidas para mantener al tejido productivo y el empleo. Se han adoptado dentro del diálogo social pero a finales de enero nos encontraremos con un problema similar cuando tengamos que renovar los ERTE.

"Nadie sabe cuándo será la recuperación económica, ni el Gobierno"

Hacer predicciones a futuro es difícil porque no sabemos la secuencia temporal de la pandemia. No conocemos el comportamiento del virus. Mientras tanto, tenemos que ser prudentes y cautos, y poner a la empresa en el centro de la toma de decisiones que es lo que aún echamos de menos.

Los ERTE se han extendido hasta el 31 de enero. Ya hay sectores como el turístico que reclaman ir todavía más allá. ¿Ve al Gobierno con intenciones de renegociar otra extensión después de lo que costó adoptar la última?

No le va a quedar más remedio. Es un tema por pura coherencia si la alarma se prorroga. Tendrán que adoptar medidas de protección para las empresas y los empleos porque siempre será mejor un ERTE que un ERE.

Sobre las negociaciones, el diálogo social lo ha conseguido hasta enero, pero la estrategia no es la más eficiente. Cada cuatro meses nos sentamos a debatir y discutir lo que ya hemos debatido y discutido. Alemania lo resolvió prorrogando los ERTE hasta el 31 diciembre de 2021. No entiendo por qué en España cuesta tanto adoptar acuerdos a medio y largo plazo.

Decía Reynés este fin de semana en Invertia que los ERTE son una buena herramienta a corto plazo, pero que a largo plazo se convierten en ERES subvencionados. ¿Coincide con la afirmación?

No deja de ser una forma de controlar el desastre de una pandemia. Es fácil hacer esa reflexión cuando no te encuentras en una situación tan extrema como otros sectores empresariales. Son medidas extraordinarias para una situación extraordinaria. El Gobierno tiene sedada la economía para mantenerla. No es la opción que querríamos, pero hay que ver si la factura de los ERTE es más o menos onerosa que la del desempleo.

"El Gobierno tiene sedada la economía para mantenerla"

Si eliminamos los ERTE va a haber miles de desempleados más. Gracias a los ERTE, los empresarios tienen la esperanza de recuperar la actividad y a sus trabajadores que también siguen motivados por volver a sus puestos. Los grandes sectores afectados están deseando recuperar su actividad.

La UE ha destinado 140.000 millones de ayudas a España. Todavía estamos pendientes de conocer los proyectos a los que se dedicarán. ¿Cómo debe ser la gestión de todo ese dinero?

Muy transparente y en coordinación con las comunidades autónomas. Se deben determinar cuáles van a ser los criterios de reparto. En los últimos días hemos tenido bastante inquietud empresarial porque no quedaba claro si se iba a renunciar a determinados fondos procedentes de los fondos europeos de recuperación.

Javier González de Lara

Hay que gestionarlos adecuadamente, establecer mecanismos y visión estratégica para el desarrollo de los proyectos y donde los esquemas de colaboración pública y privada sean determinantes.

Si dentro de esos factores incluimos proyectos de sostenibilidad o digitalización, se habrá aprovechado adecuadamente. Necesitamos que la administración esté a la altura de la gestión de los fondos. Si la gestión es burocrática como hasta ahora, los fondos no llegarán a buen fin.

¿A qué debería dedicar Andalucía los fondos que puedan corresponderle?

Andalucía tiene que hacer más productivo su modelo e incorporar la innovación es la clave. Es el gran reto. No entiendo por qué en las I+D+i se le da más importancia a la investigación que a la innovación. Las batas blancas son necesarias, pero la innovación es transversal para todas las pymes y grandes compañías.

"Necesitamos que la administración esté a la altura de la gestión de los fondos europeos"

Los proyectos futuros necesitan recuperar el impulso en materia de innovación y también en sostenibilidad. Andalucía tiene un potencial inmenso.

Si hacemos borrón y cuenta nueva, ¿qué medidas habría que tomar para proteger al sector empresarial?

Seguir ayudando a que las empresas tengan liquidez ante la crisis. Va a ser más larga de lo que imaginábamos. Todos esos créditos ICO que han sido beneficiosos habría que completarlos y ampliar los periodos de carencia.

También deben reducirse las cotizaciones sociales, las de autónomos. Tenemos las cuotas más altas del entorno. Necesitamos una fiscalidad más beneficiosa y amable pese a que hay amenazas de criterios fiscales que no nos benefician.

Estamos esperando a que lleguen los nuevos Presupuestos Generales del Estado para 2021. ¿Cómo deberían ser esas cuentas?

Equilibradas y realistas. Es imprescindible para España porque el país necesita estabilidad. Los empresarios necesitamos confianza y un gobierno equilibrado y sensato con una línea marcada con antelación. Necesitamos unos presupuestos, la principal norma de política económica y tributaria de un estado.

Tienen que ser equilibrados pero que no incrementen la política fiscal. Subir impuestos no es la solución. El debate no puede estar en incrementar la recaudación con medidas con más presión fiscal a las empresas y a la sociedad.

¿Cuáles son las ventajas con las que cuenta Andalucía a la hora de afrontar la recuperación?

Andalucía tiene un potencial enorme. Tiene una gran juventud que está a disposición de su tierra. Tiene que mejorar su modelo productivo para hacerlo más productivo y no se debe caer en la melancolía de cambiar el modelo. No se puede cambiar ni improvisar, es el mercado el que marca el modelo.

"Andalucía tiene que mejorar su modelo productivo para hacerlo más productivo"

La comunidad tiene un sector agroalimentario que se ha convertido en el segundo nacional en volumen de exportaciones y una industria logística potente que lo está pasando muy mal por la pandemia. Tenemos que ayudar a los autónomos y a las pymes que pueden seguir apostando por nuevos espacios de desarrollo y liderando la transformación. Confío en Andalucía y en sus posibilidades, pero también hay que apostar por la educación y por la cualificación.

Viendo la situación por la que está pasando Abengoa, ¿la Junta de Andalucía debería firmar su apoyo financiero? ¿Debería dar el Gobierno central un paso al frente?

No sé quién tendría que firmar el apoyo pero hay que ayudar a Abengoa. Es una empresa emblemática y tractora que necesita apoyo. Está haciendo un importante esfuerzo para volver a recuperar el rumbo. Ha conseguido ayuda de los bancos, ICO y del Gobierno y sería muy negativo que por 20 millones entrara en disolución.

La Junta de Andalucía está haciendo lo posible: está buscando el vehículo para poder hacerlo. No por falta de voluntad. Andalucía no se puede permitir perder Abengoa. Genera un ecosistema enorme y más de 15.000 familias viven de ella. Necesitamos muchas miles de Abengoa. La empresa necesita ser ayudada y respaldada.

El sector agroalimentario denuncia que la nueva PAC beneficia a los terrenos más extensivos y no a los más productivos como ocurre en Andalucía. ¿Comparte esta opinión? ¿Qué puntos debería recoger la PAC para que Andalucía no salga perjudicada?

Andalucía está esperando un acuerdo y el ministro de Agricultura, Luis Planas, tiene que defender bien los intereses del campo. El sector ha demostrado ser tremendamente competitivo y las peculiaridades de Andalucía requieren de respeto y atención. Hay que buscar el consenso y diálogo para representar los intereses de Andalucía. Espero que se consigan los fondos para incentivar la transformación del campo.

La banca está optando por las fusiones para su supervivencia. ¿Deberían seguir esta senda otros sectores?

La banca tiene sus peculiaridades. Ahora está asumiendo un reto de transformación del modelo para ser más competitiva. La pandemia nos ha puesto a todos en el reto. Nuestra economía necesita las 3D en las empresas: dimensión, densidad y diversificación de actividades.

El sector bancario está marcando un camino que se está aplaudiendo: conseguir mayor tamaño para ser más rentable. El modelo está en transformación y se tienen que buscar otros espacios para buscar rentabilidades.

"La economía necesita las 3D en las empresas: dimensión, densidad y diversificación"

¿Cree que con otro partido en la Moncloa la situación a nivel económico hubiera sido diferente?

El PSOE es un partido histórico que ha ayudado a construir España junto al PP. Otra cuestión son las alianzas para las líneas de gobierno. Estamos en contra de la radicalidad y a favor de la moderación. Apoyamos la conjura de los moderados y búsqueda del equilibrio, como bien dice Pedro J. Ramírez.

La sociedad necesita que no haya crispación ni sorpresas sobre qué puede o no legislarse. La incertidumbre política no suma porque genera desconfianza y agobia la recuperación. Los empresarios tenemos un gran compromiso con la recuperación porque somos los sanitarios de la economía. Como ellos, necesitamos que nos ayuden con moderación, sensatez y seguridad jurídica.

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