Bruselas

La crisis del Covid-19 ha disparado el uso de la tecnología en áreas como el teletrabajo, la educación a distancia o la comunicación virtual. La pandemia está actuando como acelerante de la doble transición digital y verde en la Unión Europea (UE).

Al mismo tiempo, el cierre de la economía mundial provocado por el virus ha puesto de relieve la vulnerabilidad de Europa en el acceso a las materias primas esenciales para la fabricación de teléfonos inteligentes, ordenadores, coches eléctricos o equipos de energía limpia.

En la actualidad, la UE es altamente dependiente de un número limitado de países terceros para sus materias primas esenciales. Entre el 75% y el 100% de la mayoría de metales que se utilizan aquí proceden de fuera de Europa. China suministra el 98% de las tierras raras, Turquía proporciona el 98% del borato y de Sudáfrica viene el 71% de las necesidades de platino de la UE.

En el mundo de mañana, esta sobredependencia de la UE se agravará, avisa la Comisión de Ursula von der Leyen. Europa necesitará casi 60 veces más litio y 15 veces más cobalto de aquí a 2050 para los coches eléctricos y el almacenamiento de energía. La demanda de tierras raras utilizadas en imanes permanentes, esenciales para productos como generadores eólicos, se multiplicará por 10 durante el mismo periodo, según los cálculos de Bruselas.

Países productores de materias primas esenciales Comisión Europea

"La simple verdad es que somos muy dependientes en materias primas insostenibles de países con estándares sociales y medioambientales mucho más bajos, con menos libertades o con economías inestables", ha explicado este miércoles el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic. "No podemos permitir que nuestra actual dependencia de los combustibles fósiles se sustituya por una dependencia de las materias primas esenciales", ha clamado.

La alternativa que plantea Bruselas es un Plan de Acción sobre Materias Primas Fundamentales cuyo objetivo es lograr una mayor seguridad y sostenibilidad del abastencimiento y reforzar así la "autonomía estratégica" de la UE. Un plan que tiene como uno de sus ejes "esenciales" reactivar la minería en los yacimientos de materias primas esenciales que existen en Europa.

"Tenemos muchas minas en Europa" y "muchas oportunidades potenciales", asegura el comisario de Industria, el francés Thierry Breton. Por ejemplo, para la extracción de materias primas para baterías como litio, níquel, cobalto, grafito o manganeso en países como España, Portugal, Francia, Alemania, Polonia, Suecia o Grecia, de acuerdo con el mapa prospectivo elaborado por Bruselas

No obstante, la UE ha tenido poco éxito hasta ahora en el desarrollo de proyectos de extracción de estas materias primas críticas, admite la Comisión. Las razones son variadas: falta de inversión en exploración y minería, trámites complejos y diversos para obtener permisos nacionales o bajos niveles de aceptación pública en las regiones afectadas.

Financiación de la UE para minas

El Ejecutivo comunitario propone una serie de iniciativas para darle un vuelco a la situación. En primer lugar, identificar, junto con Estados miembros y regiones, proyectos de minería de materias primas esenciales en la UE que puedan estar operativos para 2025, con especial énfasis en las antiguas cuencas carboníferas. Bruselas asegura que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) está dispuesto a prestar financiación y recomienda a los Gobiernos que utilicen las ayudas del Fondo de Reconstrucción para este tipo de iniciativas. 

La Comisión fomentará además el uso de Copernicus, su programa de observación y vigilancia de la Tierra, para mejorar la detección de los yacimientos existentes, las operaciones de explotación y la gestión medioambiental posterior al cierre de las minas. Finalmente, el programa Horizonte Europa apoyará proyectos de I+D en nuevas tecnologías de extracción que reduzcan el impacto medioambiental.

Tecnologías y sectores dependientes de materias primas esenciales Comisión Europea

El segundo eje de la estrategia de Bruselas sobre materias primas esenciales consiste en impulsar el reciclaje, la reutilización y la sustitución. En la actualidad, más del 50% de algunos metales como el hierro, el zinc o el platino se recicla y cubre más del 25% del consumo de la UE. Sin embargo, en otros materiales necesarios para energías renovables o aplicaciones de alta tecnología -como tierras raras, galio o indio- el reciclaje es casi inexistente.

Finalmente, el Ejecutivo comunitario apuesta por diversificar las fuentes de suministro aprovechando los acuerdos comerciales que firma la UE con el fin de reducir la dependencia de un sólo país (en referencia, sin citarla, a China). La estrategia cita en particular a países mineros desarrollados como Canadá y Australia, varios países en vías de desarrollo en África y América Latina y países próximos a la UE como Noruega, Ucrania y los Balcanes.

Bruselas acaba de actualizar su lista de materias primas esenciales, que se basa en dos criterios: su importancia económica y los riesgos de abastecimiento. La lista contiene ahora un total de 30 materiales críticos. La principal novedad es que por primera vez se añade el litio, esencial para la transición hacia el coche eléctrico.

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