La crisis del coronavirus ha hecho buena la célebre frase de Warren Buffett: "Después de todo, sólo averiguas quién está nadando desnudo cuando se retira la marea". Si algo caracteriza a este legendario inversor, además de su capacidad para amasar ingentes cantidades de dinero, es su pericia a la hora de poner sobre la mesa reflexiones que trascienden al campo de las finanzas o los negocios.

La llegada del Covid-19 ha mostrado lo poco preparados que estaban la mayor parte de los estados occidentales para hacer frente con sus propios recursos a una enfermedad infecciosa. Las tareas realizadas durante las últimas semanas para paliar este déficit han sido titánicas y han puesto de relieve el papel primordial que el ejército juega ante una crisis como la actual. Aquellos que tantas veces se han preguntado "para qué nos gastamos tanto dinero en Defensa" han recibido una contundente respuesta durante los últimos días.

Además de las tareas de desinfección o de montaje de hospitales de campaña, nuestras fuerzas armadas han jugador un papel clave a la hora de paliar ese déficit de material médico que sufría el país trayendo a España las mayores cantidades de material sanitario posible en un tiempo récord. Una serie de campañas en las que un avión ensamblado en Sevilla ha tenido un rol más que destacado: el A400M.

Esta aeronave de transporte militar fabricada por Airbus ha protagonizado alguno de los viajes más importantes que han permitido que hospitales, centros de atención o transportistas contaran con material sanitario imposible de encontrar dentro de nuestras fronteras durante las primeras semanas de lucha contra el coronavirus.

A lo largo de estas semanas el ejército español se ha apoyado en el A400M para realizar dos viajes a China en los que se transportaron 26 toneladas de material sanitario que han permitido que los centros contaran con mascarillas, epis o test rápidos. Del mismo modo, esta aeronave fue utilizada para luego llevar a Canarias parte de ese material desde Madrid.

Pero las tareas no se han limitado a las conexiones con el gigante asiático, el A400M también ha sido utilizado para traer material de Lituania o respiradores de Hamburgo. Unas campañas que el ejército ha combinado con otras para traer un soldado que dio positivo por coronavirus en Yibitu o trasladar un helicóptero Cougar a Irak.

Campañas fuera de España

Pero el A400M no es patrimonio exclusivo del ejército español. La propia Airbus durante la primera semana de confinamiento trasladó cerca de 2 millones de mascarillas desde sus instalaciones de Tianjin en China a las de Toulouse en Francia. Desde allí gran parte de estas están fueron trasladas a España a bordo de uno de los A400M que la compañía usa para realizar pruebas.

Las fuerzas armadas turcas enviaron un A400M con 25 toneladas de material sanitario a España durante los primeros días de abril. Una operación que fue el resultado de una petición realizada por España a la OTAN y que permitió que aterrizaran en Madrid mascarillas, protectores oculares o líquido antibacteriano.

Del mismo modo, el ejército alemán se apoyó en este gigante para realizar una misión de rescate el pasado 29 de marzo de 2020 a la ciudad de Estrasburgo en Francia. El objetivo de la misión fue transportar a pacientes hospitalizados hacia la ciudad alemana de Ulm para liberar al sistema sanitario francés.

En el caso del ejército del Reino Unido, el A400M también fue utilizado para trasladar a pacientes graves de áreas remotas a ciudades que contaban con mejores unidades de cuidados intensivos. Del mismo modo, esta aeronave ayudó a llevar equipos de protección personal desde Turquía al Reino Unido.

Por su parte, Malasia se apoyó en el A400M para dotarse de material médico para luchar contra el coronavirus. El país consiguió aprovisionarse de 3 millones de mascarillas y otros elementos que han ayudado durante estas semanas al sistema sanitario del país. 

Un gigante que no termina de despegar

Y es que estamos hablando de uno de los aviones de transporte militar más avanzados del mundo. Actualmente seis fuerzas aéreas (España, Francia, Alemania, Reino Unido, Malasia y Turquía) cuentan con 86 aeronaves A400M en servicio. Según datos del pasado mes de diciembre, entre todas ellas han sido utilizadas durante 55.000 horas.

Se trata de un avión de transporte militar turbohélice de cuatro motores. El A400M puede volar a distancias de hasta 8.700 kilómetros, a una altitud de crucero de 37.000 pies y una velocidad de hasta 0,72 Mach, cercana a la de un avión con motor a reacción. Con un espacio interior útil de cuatro metros de ancho y otros cuatro de alto, y una longitud útil de casi 18 metros, este fuselaje le permite transportar numerosos tipos de carga de gran tamaño.

El desempeño del A400M durante las semanas más duras de la crisis del coronavirus llega en un momento complejo para el programa de aviación militar. Esta aeronave ha contabilizado multitud de problemas desde 2009. La crisis económica y algunos cambios geopolíticos han dificultado su comercialización.

Con un precio que ronda entre 125 y 150 millones de euros, dependiendo de las equipaciones que soliciten los países, esta aeronave tiene 174 pedidos en firme, una cifra lejos aún de los volúmenes que llevaría al programa a la rentabilidad. Un objetivo que para lograrse necesitarían venderse, al menos, 50 unidades más durante los próximos años,según fuentes del sector.

Las campañas realizadas durante estas semanas han dotado a las capacidades de la aeronave de una visibilidad extra en un momento importante para la compañía. La crisis del coronavirus ha puesto de relieve la importancia de que países de occidente cuenten con capacidades de transporte que vayan más allá de sus campañas militares.

Unas tareas que, en el caso de las últimas semanas, el A400M ha cumplido con nota. Habrá que esperar para ver si, además del beneficio para los países que ya cuentan con esta aeronave en sus filas, otros países apuesta por este modelo para reforzar sus flotas.

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