Six Group, la sociedad rectora de la Bolsa de Zúrich, podría acabar con los días de BME como cotizada si su oferta pública de adquisición (opa) obtiene una aceptación superior al 90% del capital. Así lo ha anunciado el consejero delegado de la compañía suiza, Jos Dijsselhof.

“Si superamos el 90% de aceptación, creemos que será natural proceder a la exclusión bursátil”, ha señalado Dijsselhof en una presentación celebrada en Madrid para detallar los planes de Six sobre BME apenas un día después de haber anunciado su opa. Hasta ahora, solo se conocía por este anuncio -que ayer lunes disparó el precio y la negociación de las acciones de BME- que no había una decisión tomada al respecto.

En esta línea, el primer ejecutivo de la firma suiza ha insistido en que la retirada de bolsa no está entre los objetivos primarios de la operación y que, de hecho, su primer escenario es que la cotizada española lo siga siendo. En este contexto, el consejero delegado de Six ha subrayado que en el caso de que la aceptación sea tan elevada que resulte en una merma significativa de la liquidez del valor y se proceda a la venta forzosa de acciones y la exclusión, “podríamos considerar volver a listarla en bolsa en el futuro”.

Esta puerta de regreso al mercado estaría abierta en tanto en cuanto “se aprecie una oportunidad de negocio” con la operación. Además, en cualquier caso, “no sería inmediata porque implicaría la destrucción de mucho valor”, ha comentado Dijsselhof. En tal caso, el regreso a bolsa de la sociedad rectora de las bolsas españolas tendría lugar "en unos años", cuando el mercado pudiera valorar las sinergias y el crecimiento de negocio fruto de la pretendida fusión.

Por lo que se refiere a la posibilidad de que otras compañías del sector formulen contraopas en las que se mejore la oferta de Six, Dijsselhof prefiere no comentar por el momento. Ha recalcado que su oferta los sitúa en “una muy buena posición porque ofrece un precio muy atractivo para los accionistas”. Asimismo, ha señalado el compromiso del consejo de BME con la opa -pagará una penalización de 14 millones si no sale adelante- como garantía de que la valoración es adecuada. "Estamos donde estamos, ya veremos", ha sentenciado. De momento, hay 34 euros por acción de la española encima de la mesa, una cota que los analistas han aplaudido por estar un 29% por encima de su precio objetivo de consenso.

Una cuestión que ha levantado los recelos del mercado en estas horas que van desde la irrupción de Six es la de los permisos regulatorios. En esta línea, el primer espada de la compañía ha señalado estar “muy concienciado sobre las cuestiones legales” que la operación implica y ha explicado que la compañía está “muy abierta a discutir los puntos que pudieran sobrevenir” gracias a que “el proceso está muy claro en la regulación española”. Igualmente ha señalado que prevé que los requerimientos irán más por el mantenimiento del mercado oficial español y su continuidad que por posibles desinversiones para no obstaculizar la libre competencia en el sector.

PRONTO PARA HABLAR DEL DIVIDENDO

Dijsselhof ha recalcado en este punto que el objetivo de Six es “mantener la estrategia actual de BME por, al menos, los próximos cuatro años” en alusión también al plan estratégico recientemente elaborado por la cotizada española. En cualquier caso, ha considerado que “es muy pronto” para hablar sobre la política de dividendos de la que el actual presidente Antonio Zoido siempre se ha jactado por situarse entre las más generosas de todo el sector.

Lo que sí prevé el grupo suizo es “incrementar el número de miembros en el consejo de administración” para dar cabida a sus propios representantes en BME en el caso de que su oferta salga adelante. Un objetivo para el cual el consejero delegado de Six asegura no haber contactado todavía con ninguno de los accionistas relevantes de la española. “Llevamos todo en orden: primero, el consejo; luego, la CNMV; y, por último, los accionistas. Somos suizos”, ha señalado Dijsselhof con un guiño de humor.

Los focos de incertidumbre que respectan a la situación política de España y la posible implantación de una ‘tasa Tobin’ sobre las operaciones de bolsa “no son obstáculo para la operación”, se ha explicado desde Six Group. Sin embargo, el directivo sí que ha señalado que la implantación de un impuesto a las transacciones financieras “no sería positivo para el mercado”, un discurso que BME lleva defendiendo desde los primeros planteamientos en torno a este gravamen.

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