Entre enero y junio, el beneficio de las aerolíneas se redujo a doble dígito. Este comportamiento ha tenido un claro protagonista, el aumento de los costes operativos derivado del aumento del precio del combustible.

IAG, el grupo formado por British Airways (BA), Iberia, Vueling y Aer Lingus, ganó en el primer semestre del año un 42,7% menos que en el ejercicio anterior debido, entre otras cosas, a que el gasto de las operaciones se disparó un 10,3% hasta los 10.994 millones de euros. Es decir, que aumentó en 1.500 millones de euros desde los 9.471 millones del año anterior. Este comportamiento al alza tiene un claro protagonista detrás, el aumento del precio de combustible.

De los 1.500 millones de euros de gasto que se sumaron entre enero y junio de este año, 500 millones fueron del aumento del precio de combustible. De esta forma, la compra de carburante supuso un tercio del aumento de los gastos operativos del grupo que preside Antonio Vázquez.

Y es que esta partida de gastos aumentó un 20,5% en solo un año hasta los 2.936 millones de euros. Desde los 2.437 millones registrados en el primer trimestre del ejercicio anterior. Eso lleva a preguntarse, ¿qué peso ha tenido el gasto de combustible en el aumento de los costes operativos de la empresa?

Peso en las cuentas

El precio del combustible tiene un peso importante en las cuentas de cualquier aerolínea. Desde 2015, esta partida ha ido aumentando continuamente en las cuentas del primer semestre del ejercicio. Solo ha habido un periodo en el que se redujo.

En ese año, el precio del combustible tuvo un peso en las cuentas de la empresa del 22,7%. Este es el segundo valor más bajo que se desprende de las cuentas de resultados del primer semestre de los últimos cuatro años ya que al ejercicio siguiente, esta cifra se elevó hasta el 24,3%.

Al año siguiente, en 2017, volvió a recudirse hasta el umbral del 22%, pero a partir de ahí, el aumento fue continuo. En el primer semestre de 2018, esta partida volvió a crecer hasta tener un peso en las cuentas del 25,7% y en 2019, el último periodo del que se tiene datos, aumentó hasta el pico más alto de los últimos cinco años, un 26,7%.

Los datos más alto

El dato más alto de los últimos cinco años del gasto de combustible de IAG es de 2014. En el primer semestre de ese ejercicio, esta partida tuvo un peso del 31% en los gastos.

Cabe destacar que ese año el precio del combustible fue el más alto del último lustro, cuanto registró una media anual de 1,33 euros por litro y tocó máximos de 1,41 euros el litro.

A partir de ahí, el precio se ha ido reduciendo hasta medias de 1,19 euros el litro de combustible en 2015, de 1,12 en 2016 y de 1,18 en 2017. A partir de ese año, el precio del litro de combustible superó los 1,20 euros de media, con 1,23 euros en 2018 y 1,25 euros en el primer semestre de 2019.

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