IAG apuesta cada vez más por los 737 MAX de Boeing, el avión que sufrió dos accidentes mortales los pasados meses de octubre y marzo. Después del caos que generó la carta de intenciones para comprar 200 de estos aviones, la aerolínea está en conversaciones con el fabricante para adelantar un año la entrega de las primeras aeronaves. Es decir, a 2022.

En una conferencia con analistas tras la presentación de los resultados del primer semestre del año, el consejero delegado del holding, Willie Walsh afirmó que están buscando "adelantar la entrega hasta 2022", un hecho que desde la aerolínea ven con optimismo ya que consideran que "será posible". 

IAG sorprendió a los ejecutivos de la industria en el Salón Aeronáutico de París en junio al firmar una carta de intención para comprar 200 aviones 737 MAX, con un plan para entregas entre 2023 y 2027.

La noticia, por aquel entonces, no sentó bien a los mercados ya que al día siguiente de hacerse pública los títulos del holding que engloba Iberia, British Airways, Vueling y Aer Lingus cayeron más de un 5%.

Aun así, este malestar no hizo cambiar de opinión a la empresa. Un mes después de anunciarse la compra, el grupo defendió que los aviones 737 MAX de Boeing son los “más convenientes en estos momentos”.

Las primeras entregas

Por si las conversaciones con Boeing no llegan a buen puerto, IAG tiene un calendario de entrega de estos aviones. En caso de que los primeros 737 no lleguen a sus manos en 2022, la empresa recibirá más de la mitad del pedido para 2023.

Según se desprende de la presentación de resultados del primer semestre del ejercicio, se prevé que reciba 128 de los 200 aviones encargados ese año. 

En total, IAG espera recibir 264 aviones de aquí a cuatro años. La primera tanda podría realizarse en 2020 y constará de 19 aeronaves. La siguiente, 43 aviones, será para 2021 y 74 para 2022. Para 2023, si las conversaciones no terminan en acuerdo, se empezarán a recibir los aviones del último pedido. 

Los accionistas, en contra

La compra de los 200 Boeing 737 MAX no fue del agrado de los accionistas. Estos consideran "una temeridad" que el grupo compre unos aviones que han presentado fallos y que tienen prohibido volar hasta nuevo aviso. 

En IAG no entienden este descontento por parte de los accionistas. Tanto que su presidente, Antonio Vázquez, cargó contra ellos. "Me resulta curioso que algunos accionistas en la junta anterior nos criticaron por no comprar aviones y hoy lo hacen por todo lo contrario".

Vázquez confía plenamente en este modelo, a los que ha catalogado como "los más adecuados y los más convenientes en estos momentos" y que se adquieren "en las mejores condiciones" que se puede hacer. Unas afirmaciones que  ha  respaldado Walsh, al mencionar que estas aeronaves realizarán "un exitoso retorno al servicio en los próximos meses" y serán "una gran adición para nuestra flota".

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