Los números rojos de las Administraciones Públicas volvieron a bajar en 2022, y por encima de lo esperado. María Jesús Montero, ministra de Hacienda, ha informado de que el déficit público bajó el año pasado al 4,8% del PIB, dos décimas por debajo de la meta que el Gobierno le había prometido a la Comisión Europea. 

"Aunque las reglas fiscales estén suspendidas, este Gobierno no ha renunciado a los principios de estabilidad y responsabilidad presupuestaria", ha indicado Montero, en rueda de prensa.

Esta mejora del déficit público en dos décimas de PIB mejor de los esperado deja margen al Gobierno para aplicar nuevas medidas de alivio para familias y empresas ante la inflación. Con todo, Montero no ha confirmado que se vaya a tomar esa decisión. Dependerá de los datos del IPC de los próximos meses. "Es pronto para hablar de prorrogar o de aplicar nuevas medidas sobre impuestos o sobre gasto", ha respondido, consultada por los periodistas. 

De hecho, la ministra de Hacienda ha presumido de que el déficit público se ha reducido a la mitad en solo dos años, después de que se elevara al 10,1 % del PIB por la irrupción de la Covid en 2020. "Es la mayor reducción del déficit de la historia. El saldo fiscal ha mejorado en 49.500 millones de euros".

Comunicando las cifras del cierre presupuestario, Montero ha comentado que "el comportamiento de la economía ha sido mejor de lo previsto por el propio Gobierno y de los analistas".

Esto también se nota en la recaudación fiscal que ha alcanzado cotas de récord y aumentó en 2022 un 14,1%. Sin embargo, Montero ha afirmado que "solo un tercio de este incremento se debe a la inflación" y ha apuntado como principales causas del aumento a las mejoras del empleo, los salarios y los beneficios empresariales. 

Los ingresos fiscales lograron un máximo histórico 255.463 millones de euros, muy por encima de las previsiones recogidas tanto en los Presupuestos de 2023 (232.352 millones) como en el plan presupuestario remitido a Bruselas en octubre (244.072 millones).

Ahorro

Con todo, Montero ha indicado que el crecimiento podría haber sido mayor si no se hubieran aplicado medidas para atajar la inflación en materia fiscal, de manera que el saldo de las medidas "refleja un ahorro de 6.894 millones para los hogares españoles".

Por impuestos, el IRPF recaudó 109.485 millones, un 15,8 % más, gracias a que hay más empleo y mejores salarios. El impuesto de Sociedades ingresó 32.176 millones, un 20,8 % más, por el aumento de los beneficios empresariales". Mientras, el IVA llegó a los 82.595 millones, un 13,9 % más, un repunte que, según la ministra, no obedece solo a la inflación.

Por lo que respecta al gasto público, se situó en 318.610 millones, un 3,6 % más, del que más de la mitad fueron pagos a otras administraciones (165.732 millones), con importantes subidas en las partidas de ayudas y subvenciones (141 %), transferencias sociales en especie (33 %), inversión (13,2 %) o consumos intermedios (25 %).

Todas estas cifras permitieron a la Administración Centra rebajar el déficit un 3,1 % del PIB, tres puntos menos que en 2021. Mientras, las regiones lo elevaron a 15.085 millones, casi el triple que un año antes (630 millones) y un 1,1 % del PIB.

Hasta la mitad

Mientras, el déficit de la Seguridad Social se redujo a la mitad -hasta los de 5.986 millones, un 0,5 % del PIB (en 2021 fue del 1 % del PIB)- debido al aumento de las cotizaciones por la mejora del empleo, así como a los 37.665 millones recibidos de la Administración Central en materia de gastos impropios, medida recogida en la reforma de las pensiones. 

Asimismo, Montero ha destacado que en 2022 se autorizaron fondos europeos por 25.143 millones, un 13,6 % más que en 2021, un ritmo que se está acelerando en 2023, ya que hasta marzo se habían autorizado proyectos por 10.757 millones.