El economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Philip Lane, ha abogado este lunes por subir los tipos de interés a "un ritmo constante", es decir, "ni demasiado lento ni demasiado rápido", porque permite "hacer correcciones a mitad de camino" en caso de que sea necesario.



Así se ha expresado Lane, quien fue gobernador del banco central de Irlanda entre 2015 y 2019, en un encuentro organizado por la Asociación de Investigación de los Bancos Centrales (CEBRA, por sus siglas en inglés), que en esta ocasión tiene lugar en Barcelona.

En los últimos días, varios responsables de la política monetaria han defendido ejecutar una subida de tasas de 75 puntos básicos en la reunión que el Consejo de Gobierno del BCE celebrará el próximo 8 de septiembre.

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En un contexto de elevada inflación como consecuencia de la guerra de Ucrania y los coletazos de la pandemia, el BCE llevó a cabo una subida de tipos de 50 puntos básicos en julio. Fue la primera en once años.

En opinión del irlandés, la reunión que en septiembre mantendrá el Consejo de Gobierno de la institución "será el comienzo de una nueva etapa" en la normalización de la política monetaria de la zona euro.

A partir de entonces, el banco central aplicará un enfoque "reunión por reunión" (MBM, por sus siglas en inglés) en la fijación de los tipos de interés. "Una vez completada esta etapa inicial de normalización de la política monetaria, nuestra próxima reunión de política monetaria de septiembre será el comienzo de una nueva etapa", ha asegurado.

En este sentido, el banquero central ha defendido que la transición desde la orientación a futuro sobre la política monetaria del BCE al enfoque MBM otorga a la entidad una flexibilidad inherente. De esta forma, permite adaptar mejor la calibración de la política monetaria a un entorno altamente incierto.

El nuevo enfoque posibilita, en primer lugar, decidir reevaluaciones reunión por reunión de la trayectoria a medio plazo esperada para las tasas de interés para lograr el objetivo del 2%.

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Estos cambios podrán realizar así en función de los datos entrantes y la evolución de las perspectivas. Además, a nivel táctico, la calibración exacta de la decisión sobre los tipos también debería tener en cuenta la velocidad adecuada para cerrar la brecha.

"Especialmente en condiciones de alta incertidumbre, cada uno de estos factores puede cambiar de manera material de una reunión a la siguiente", ha señalado el economista.

Efectos adversos

El economista jefe del BCE ha defendido que es menos probable que la misma subida de tipos acumulada durante un intervalo fijo genere más efectos adversos para la estabilidad de precios si se implementa en la forma de "una serie calibrada de varios pasos en lugar de un número menor de mayores incrementos de tasas".

Asimismo, Lane ha apuntado que una ruta de ajuste de varios pasos hacia la tasa terminal de interés también facilita la realización de correcciones a mitad de camino si las circunstancias cambian.

No obstante, el irlandés ha subrayado que al calibrar una serie de varios pasos, el tamaño apropiado de dichos incrementos individuales será mayor cuanto mayor sea la brecha con la tasa terminal y más sesgados sean los riesgos con respecto a la meta de inflación.