Bruselas

La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, considera "positivo" que su nombre figure en todas las quinielas como favorita para sustituir al portugués Mário Centeno como presidenta del Eurogrupo. Lo interpreta como una "clara señal de confianza" por parte de la UE en España. No obstante, Calviño asegura que todavía no se ha decidido si finalmente se presentará como candidata. La última palabra la tendrá el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que debe pronunciarse "en los próximos días".

Precisamente, el Eurogrupo ha lanzado este jueves el proceso de elección del sucesor de Centeno, que abandona voluntariamente el cargo tras un mandato corto de dos años y medio. El motivo es que va a dimitir como ministro de Finanzas -requisito imprescindible para presidir el Eurogrupo- con el fin de optar al cargo de gobernador del Banco de Portugal.

El plazo de presentación de candidaturas se abrirá en las próximas horas y los aspirantes tienen hasta el 25 de junio para enviar a Bruselas una carta de motivación explicando por qué optan a la presidencia. La elección tendrá lugar en la próxima reunión de ministros de Finanzas de la eurozona el 9 de julio, según ha anunciado Centeno.

Además de Calviño, en la lista de posibles aspirantes al Eurogrupo figura también el ministro de Finanzas de Luxemburgo, el liberal Pierre Gramegna, que ya se presentó hace dos años y fue derrotado por Centeno. También ha manifestado interés por el cargo el irlandés Paschal Donohoe, según las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL. La elección tendrá lugar a principios de julio.

"De momento, España no ha adoptado ninguna decisión al respecto (de si presentar candidatura al Eurogrupo) y en los próximos días veremos las distintas alternativas y tomaremos como país las decisiones que correspondan", ha explicado la vicepresidenta económica en una rueda de prensa virtual antes del inicio del Eurogrupo.

¿Está Calviño considerando la posibilidad de presentarse? ¿Ha iniciado ya contactos para recabar apoyos? "El proceso no ha comenzado y el presidente del Gobierno, que es a quien correspondería tomar esta decisión, no ha tomado una decisión sobre las distintas alternativas", responde la vicepresidenta, que no ha querido aclarar si está sondeando el terreno con sus homólogos.

"La decisión sobre esta cuestión compete al presidente del Gobierno y es él el que en los próximos días tendrá que definir cuál es la posición de nuestro país teniendo en cuenta el interés general que debe guiar la actuación de España en las instituciones europeas y en el ámbito internacional en general", ha insistido Calviño.

Precisamente, Sánchez presumió el pasado fin de semana que ya tenía a dos miembros de su Gobierno como candidatos a dirigir organismos internacionales. Por un lado, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, que figura en las listas para la Organización Mundial del Comercio (OMC). Y por otro el ministro de Ciencia, Pedro Duque, que podría aspirar a dirigir la Agencia Espacial Europea. Ahora se suma la posible candidatura al Eurogrupo.

A favor

Calviño goza de muy buena reputación en Bruselas. Se la considera muy cualificada y solvente y también como la representante de la ortodoxia económica en el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez con una fuerza de izquierda radical como Podemos. Además, conoce a la perfección la maquinaria de la UE puesto que trabajó durante 8 años como alta funcionaria de la Comisión Europea, los cuatro últimos como directora general de Presupuestos.

A su favor juega también el equilibrio entre las diferentes familias políticas en el reparto de los altos cargos de la Unión Europea. Los socialistas quieren conservar la presidencia del Eurogrupo y para ello Calviño es la candidata mejor posicionada. Gramegna pertenece a los liberales, mientras que Donohoe es del Partido Popular Europeo.

Según esta misma lógica, le toca a un país del Sur mantener la presidencia del Eurogrupo, ya que Centeno sólo ha estado dos años y medio en el cargo, mientras que su antecesor, el holandés Jeroen Dijsselbloem, cumplió cinco años. El primer presidente permanente del Eurogrupo, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, estuvo en el cargo ocho años.

Además, los ministros de Finanzas de la eurozona acaban de elegir al finlandés Tuomas Saarenheimo como presidente del Grupo de Trabajo del Eurogrupo, el órgano encargado de preparar las reuniones de los ministros. El contrapunto nórdico al Sur.

En contra

El principal argumento en contra de Calviño es que España va a ser, junto con Italia, el país más golpeado por la crisis del coronavirus -donde más se va a disparar el déficit y la deuda- y el que necesitará más ayuda de la UE para la reconstrucción. Una posición que complica que la vicepresidenta pueda ejercer como árbitro en el Eurogrupo, el foro en el que se discuten muchas de estas cuestiones.

Este fue también el principal problema con el que chocó el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, cuando se presentó al Eurogrupo en julio de 2015. Su candidatura fue derrotada entonces por la de Dijsselbloem, aunque más tarde consiguió ser elegido vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), cuando España ya volvía a crecer a ritmo de crucero.

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