El coronavirus obliga a que todas las entrevistas periodísticas sean telefónicas o por videoconferencia. En el caso de Javier Fernández-Lasquetty (Madrid, 1966), consejero de Hacienda de Madrid, recurrimos a la segunda opción, lo cual permite que tanto el entrevistado como el entrevistador se cuelen en la intimidad de su contertulio. Cosas de estos tiempos de confinamiento. El político del Partido Popular nos atiende desde su casa, bajo la atenta mirada de un pequeño peluche de Milú, el infatigable compañero canino de aventuras de Tintín (de cuyos cómics es aficionado). Detrás de él, en la pared, una bandera de España y la portada enmarcada de la obra Liberalismo, una aproximación, de David Boaz, ilustran la sala.   

El diálogo con el responsable de las arcas madrileñas tiene lugar horas después de que Pedro Sánchez haya anunciado su intención de alargar el estado de alarma. Fernández-Lasquetty no se esconde y se muestra crítico con las medidas adoptadas por el Ejecutivo. Carga contra la estrategia de Moncloa, que cataloga como "marketing político", y tilda de "bolivarianas" algunas de las iniciativas ya aprobadas. ¿Sus alternativas? Una auténtica exoneración de impuestos y bajadas tributarias para permitir la supervivencia de las empresas. Y alerta del impacto del Covid-19 en la economía regional: Calcula que puede perder hasta un 10% de su PIB (unos 24.100 millones de euros) por la crisis sanitaria. 

El presidente del Gobierno ha anunciado la decisión de renovar, de nuevo, el estado de alarma. ¿Nos enfrentamos al peor momento del país en la historia de la democracia?

No sé si el peor, pero sí que es el más inédito e inesperado. Nuestro sistema político y económico nunca se había tropezado con nada como esto y nos ha obligado a pararlo todo. Lo más duro es evidentemente la pérdida de vidas humanas, el dolor de las familias, las personas en los hospitales… Mientras sea necesario habrá que mantener esta situación.

Todo lo que está pasando está siendo particularmente duro en la Comunidad de Madrid.

Madrid ha pasado por hechos durísimos, como los graves golpes que ha asestado el terrorismo en nuestra ciudad y nuestra región. Pero, desde luego, esta es la situación más dura a la que se han enfrentado varias generaciones, las que no vivieron la Guerra Civil ni la posguerra. Y eso está siendo al mismo tiempo una prueba no solo de la resistencia sino también de la enorme capacidad de los servicios de esta comunidad autónoma, particularmente de los sanitarios pero también del resto: el transporte, los que atienden a las personas, la educación... La región está demostrando capacidad para aguantar algo totalmente inesperado

¿Qué impacto está teniendo la crisis a escala económica?

Sin duda, está siendo un golpe económico terrible para las miles y miles de personas a las que las decisiones que se están tomando, como es lógico para evitar contagios, les están impidiendo ejercer su profesión, su negocio, su comercio, su actividad empresarial. Hay muchos miles de madrileños que están sin ingresos y, al mismo tiempo, los gastos siguen existiendo. Esto va a significar un golpe económico duro para la región. Y esto es malo para toda España. No olvidemos que Madrid es la comunidad autónoma con mayor PIB, es la locomotora económica de España, de la que salen los recursos que ayudan a financiar al resto de las autonomías. Todo lo que impacte en Madrid es negativo para España.

Por eso nos hemos adelantado a la hora de tomar medidas. Desde la suspensión de la recaudación de impuestos autonómicos, hasta las iniciativas que hemos aprobado para facilitar y reducir los gastos principalmente de los autónomos. Calculamos que el impacto económico de la crisis en la región puede ser de entre un 5% y un 10% del PIB. Eso es algo nunca visto en muchas generaciones en Madrid y en España. En lo que trabaja el Gobierno regional es en tener las medidas y poner las condiciones para que se rehaga todo ese tejido económico y de libre empresa que es el que genera economía y bienestar.

Este dato de impacto que ha dado… ¿Es lo que ya ha destruido la crisis del coronavirus?

Eso todavía no lo podemos saber, no tenemos datos para ello. Tenemos estimaciones para los distintos escenarios en función de las medidas excepcionales y en función de cómo salgan España en general y Madrid en particular de esas medidas excepcionales. Será muy diferente si salimos de esas medidas excepcionales en un marco de confianza a otro en el que haya poca confianza para la inversión o para la generación de actividad económica. Por eso nos parecen preocupantes muchas de las medidas, que en parte son muy equivocadas, que ha tomado el Gobierno de la nación.

Concretamente todas las que tienen el objetivo de cumplir el programa de Podemos en vez de poner el foco en unir y favorecer la confianza en nuestra economía y en la capacidad empresarial.

¿Tiene ya algún dato sobre la recaudación tributaria?

Bueno, habrá bajado notablemente porque tenemos suspendida la recaudación de varios impuestos. Quien está pagando el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y el de Sucesiones lo está haciendo voluntariamente porque se ha suspendido el plazo y lo abona telemáticamente. En cualquier caso, eso lo veremos bien cuando el Ministerio de Hacienda nos dé datos de recaudación principalmente por IVA, pero también por el IRPF.

Madrid pidió el cierre de la región. ¿Ha echado menos la Comunidad más iniciativas en esta dirección?

Nosotros pedimos que se tomaran medidas cuanto antes. Recordemos que Madrid fue la primera comunidad autónoma que tomó medidas cuando el Gobierno de la nación no quería tomarlas por la manifestación del 8-M o por la razón que fuera. Pero lo cierto es que no quería. De hecho, no atendió varios llamamientos que hiciemos. Nos adelantamos con medidas como el cierre de colegios o de centros de mayores. Ha habido una reacción muy tardía y poco ágil por parte del Gobierno y eso no ha sido bueno, desde luego.

¿Cómo valora las medidas que ha venido tomando el Gobierno estatal hasta ahora?

En el campo económico, yo creo que la medida fundamental que no se ha tomado ha sido exonerar del pago de impuestos y de cotizaciones sociales a los que no están teniendo ingresos. Pueden aplazar pagos, pero eso no es exonerar. Se siguen exigiendo estos pagos a personas o empresas sin ingresos. A ingresos cero debería haber impuestos cero, también. Esa es una medida muy equivocada por parte del Gobierno.

Pero creo que paulatinamente vamos viendo que más que una equivocación es algo peor. Es la intencionalidad del aprovechamiento de una desgracia con fines políticos, y eso me parece mucho más grave.

Hay una mitad del Gobierno que está aprovechando la desgracia que está ocurriendo para hacer marketing político, para hacer interminables… no diré ruedas de prensa porque no se les puede llamar ruedas de prensa, sino que son alocuciones más parecidas al Aló presidente o algo similar. Siempre buscando la coincidencia con los informativos de más audiencia.

Por tanto, hay una parte del Gobierno que está buscando el aprovechamiento para hacer marketing político, pero hay otra parte del Gobierno que lo que está buscando es poner en práctica un programa radicalizado, muy bolivariano, muy del estilo de la extrema izquierda latinoamericana con la que han trabajado varias personas de Podemos como el propio Pablo Iglesias, y que lo están aplicando ahora.

¿Cuáles son estas medidas que usted describe como bolivarianas?

Bueno, lo dicen ellos mismos. Aprovechando una crisis el Gobierno prohíbe los despidos, dice Podemos. Aprovechando. ¿Qué es esto de aprovechar? No se puede aprovechar esto para nada. Es muy equivocado tomar medidas como las que se han tomado en relación con los despidos, puesto que provocan que las empresas lo tengan mucho más difícil para recuperar su rapidez económica.

Se están tomando medidas así en los alquileres o en las hipotecas, o en relación con muchas otras cosas. Lo que están intentando desarrollar es el programa político de Podemos, que en realidad es el único programa político que se está aplicando en estos meses de Gobierno y aprovechando esta crisis.

¿Qué propuestas alternativas pone usted sobre la mesa?

Hay muchas medidas que se pueden tomar para ayudar a las familias, incluso asumir los pagos de las personas que tienen dificultades para cubrir el pago de su hipoteca o de su alquiler. Pero lo que no tiene sentido es hacerlo desde un punto de vista tan extremadamente demagógico y bolivariano como está haciendo el Gobierno. Y cuando digo el Gobierno me refiero a todo él, no solo a Pablo Iglesias cuando lo anuncia en las ruedas de prensa. Una cosa es ayudar a quien necesita ser ayudado y otra aprovechar la crisis para aplicar aquella parte del programa que siempre se ha querido aplicar.

Un momento de la entrevista a Javier Fernández-Lasquetty, realizada a través de videoconferencia.

¿Cómo valora la flexibilización de los expedientes temporales de regularización de empleo (ERTE)?

Los ERTE se extienden cuando se intenta flexibilizar el mercado de trabajo en España, que fue lo que el Partido Popular hizo y creo que con mucho éxito. Exactamente lo contrario de lo que está haciendo el Gobierno ahora. Necesitamos más flexibilidad y menos rigidez. Yo creo que los ERTE son algo que nadie desea que suceda pero que mejoran circunstancias respecto a unos cierres empresariales o unos despidos masivos que serían muchísimo peores, desde luego.

Ha causado polémica la prohibición de despedir en los seis meses posteriores al estado de alarma a las empresas que se acojan a estos ERTE.

Las medidas que ayuden a las empresas durante este periodo en el que no van a tener ingresos, así como en los meses posteriores en los que los tendrán que recuperar rodaje, son positivas. No creo que sea cuestión de extender toda clase de ayudas indiscriminadas a las empresas, sino ayudarlas a superar un bache en un momento dado para seguir adelante. Los costes laborales también influyen en esto.

¿En el campo fiscal y económico qué medidas considera que se tienen que tomar en este momento?

Lo fundamental ahora es ayudar a generar liquidez o a que llegue liquidez a las empresas, suficiente para que sobrevivan a este momento. Lo mismo digo sobre reducir o liberarlas de impuestos y de cotizaciones en los casos de empresas que no pueden ejercer su actividad en este momento.

Para inmediatamente después lo que hace falta, más que nunca, es flexibilidad. Un marco de confianza, de impuestos bajos, que permita a las empresas emprender proyectos nuevos o hacer crecer sus proyectos sin que tengan que hacer frente a gastos añadidos por la regulación o el Gobierno. Es decir, un marco de impuestos bajos y de flexibilidad regulatoria en cuanto al mercado de trabajo ayudaría muchísimo a salir adelante a nuestra economía.

Nunca hemos vivido una situación como esta. Pero cuando se han vivido crisis fuertes, los países que han salido antes son aquellos en los que había más flexibilidad laboral e impuestos más bajos.

¿Hablamos de impuestos más bajos en general o de alguna figura en particular?

Particularmente a los impuestos que afectan a la actividad empresarial, pero también al conjunto de tributos que recae sobre los españoles. Tenemos unos impuestos demasiado altos que nos van a pesar en un momento en el que lo que necesitamos es mucha más agilidad para salir adelante. Todos los españoles y las empresas vamos a salir de esta crisis con lecciones aprendidas y con mucha innovación. Las empresas, los individuos y las entidades sociales, en estas tres semanas, han demostrado una extraordinaria capacidad para la innovación y para generar respuestas diferentes o nuevas para problemas que nunca se habían dado antes.

La innovación y las soluciones creativas se dan mejor en un escenario de flexibilidad que en un marco de restricción o de regulación extrema. Si el Gobierno viene a regular cada paso que tienen que dar las empresas o su relación con los clientes va a ser mucho más difícil que puedan salir adelante.

En una carta, la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha pedido al Ministerio de Hacienda 2.000 millones de euros en deuda para poder afrontar la crisis.

Esto lo ha hecho después de que Madrid haya demostrado que cumplió en 2019, una vez más, con el objetivo de déficit y que tiene la deuda más baja de las comunidades autónomas de régimen común. Precisamente gracias a que ha cumplido, creo yo, está pudiendo responder bien en unas circunstancias tan difíciles como las actuales.

Ahora, la situación que estamos viviendo en este momento está generando unos gastos que son absolutamente inesperados. No había presupuesto ni ingresos derivados del sistema de financiación autonómica que lo hubieran podido prever. Por tanto, consideramos que son necesarios recursos extraordinarios.

Concretamente, la presidenta pide un fondo extraordinario para cada una de las comunidades autónomas, que en el caso de Madrid ciframos en 2.000 millones, que es el impacto que en el gasto público creemos que va a tener toda esta crisis sanitaria. Pedimos unos fondos extraordinarios y, en tanto estos no lleguen, que al menos nos permitan tomar endeudamiento para hacer los pagos. Porque los gastos se están produciendo.

Ya se está pagando a las 8.000 personas que se han incorporado a la sanidad madrileña, más todo el gasto adicional en equipamiento y en instalaciones. Hemos hecho crecer el sistema sanitario de una manera que no podíamos ni siquiera imaginar hace exactamente mes y medio o dos meses. Tenemos 500 respiradores más funcionando que han sido adquiridos en el último mes y medio, más los envíos que están llegando y que están por llegar.

Unos gastos que se tienen que abonar y que todavía no están generando retrasos en los pagos. Pero si siguen llegando todos estos gastos y no entran ingresos vamos a tener un problema todas las comunidades autónomas de liquidez y de periodo de pago.

¿Cabe la posibilidad de que Madrid salga a buscar más liquidez a los mercados?

Salvo que nos lleguen fondos de un sistema adicional de financiación a las comunidades autónomas… El sistema político español ha encargado a las regiones la sanidad, el transporte, la educación y los servicios públicos. Llega una crisis inesperada provocada por un agente externo, como es el coronavirus, que genera un impacto sanitario gigantesco que también hay en servicios sociales, en educación, en transporte… El presidente del Gobierno dice que tenemos que combatir el virus y que va a poner unas cantidades enormes de dinero para ello, y el sitio donde se está combatiendo el virus son los hospitales y los centros de salud que gestiona la Comunidad de Madrid. Por eso, creemos que deben venir esos recursos adicionales.

Mientras no lleguen esos recursos adicionales, es evidente que tenemos que pagar todo esto. Y para ello hará falta recurrir a endeudamiento. Estos días estamos haciendo algunas operaciones de endeudamiento, que son las habituales para atender vencimientos de deuda. Y lo estamos pudiendo hacer y en unas buenas condiciones.

El presidente del Gobierno pide el apoyo de los partidos de la oposición para sacar adelante unos presupuestos de recuperación y de unidad cuando pase la crisis sanitaria. Madrid tiene pendientes los suyos. ¿Plantea hacer un llamamiento similar?

Tenemos que ver. Estamos con presupuestos prorrogados y, en vista de la situación, aprobar presupuestos antes no hubiera valido la pena. Todavía es pronto para hacer una aproximación de las necesidades que tendrán que atender unos presupuestos y trabajar en ellos.

Además el presidente del Gobierno no tiene un esquema para esos presupuestos, solo es una frase. Yo le puedo decir que deseo el apoyo de todos los grupos a la actividad del Gobierno regional, pero eso no significa que el presidente del Gobierno ni yo tengamos el esquema de unos presupuestos.

Si el Gobierno quiere el apoyo de grupos ajenos a la mayoría que ha formado con Podemos, con los grupos independentistas, etcétera, lo que tiene que poner sobre la mesa son medidas concretas que permitan concitar apoyos y no propuestas que lo que hacen es radicalizar y hacer más extremista la acción de gobierno.

Vivimos en un tiempo en el que lo que se necesita es más unidad y menos radicalización. Y lo que se está haciendo es todo lo contrario. El Gobierno, que ha asumido poderes excepcionales y eso le da también un responsabilidad excepcional, necesita más que nunca no irse hacia el extremo. Y lo que yo veo es que con sus medidas se está yendo más hacia el extremo que hacia el centro.

Uno de los colectivos protagonistas de esta crisis está siendo el de los autónomos, que reclama más medidas al Gobierno. La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha varias iniciativas para ellos. ¿Serán suficientes?

Eso esperamos. Vamos a estar muy atentos a lo que ocurra. Cuando hemos visto las medidas del Gobierno para este colectivo hemos considerado que no eran suficientes. O al menos que no eran suficientes para todo el colectivo de autónomos y de las pequeñas y medianas empresas (pymes).

Por ello, hemos puesto sobre la mesa un conjunto de medidas por valor de 70 millones de euros y que permite movilizar 220 millones. Una parte de esos recursos, unos 20 millones, está destinada a facilitar liquidez mediante avales a préstamos preconcedidos para empresas para puedan atender sus pagos a través Avalmadrid.

El resto está destinado a pagar la cotización a la Seguridad Social a los autónomos de Madrid en marzo y en abril. Este conjunto de medidas es ambicioso. Queremos quitarle peso a autónomos y empresas cuyas iniciativas estaban funcionando bien y que en las actuales circunstancias no pueden tener ingresos. Necesitamos a todas esas empresas cuando salgamos de esta situación.

Reclama más flexibilidad laboral para las empresas, pero la Generalitat de Cataluña denuncia que, precisamente, esta flexibilidad es en parte lo que ha provocado un incremento histórico del paro y que se mantenga uno de los grandes males de nuestro mercado laboral: la temporalidad.

La Comunidad de Madrid es una de las que menor tasa de temporalidad tiene. Y no creemos que eso ocurra por una política intervencionista y ahogar en regulación como la que ha hecho la Generalitat. Es su política y allí la están aplicando, pero no va a ser la nuestra.

Usted fue consejero de Sanidad entre 2010 y 2014. ¿Cómo valora el trabajo de su homólogo en el campo sanitario, Enrique Ruiz Escudero?

Está desarrollando una labor impresionante ante una situación que nadie se había encontrado jamás. La sanidad pública en Madrid, durante estos años, ha crecido. En estos momentos invertimos en ella 1.100 millones de euros más que hace nueve años. Tenemos 2.000 personas más trabajando, a las que se han añadido para abordar la crisis del coronavirus otras 8.000. 12 hospitales públicos que no existían antes. Imagínese qué sería esto sin esos 12 hospitales, los que construyó Esperanza Aguirre. 90 centros de salud más… El Partido Socialista gobernó esta región durante muchos años y apenas se crearon nuevos centros sanitarios.

Es decir, que todo el trabajo que se ha hecho estos años, incluido el que se ha hecho gracias a la colaboración público-privada, está demostrando ahora una enorme capacidad para responder a una demanda o necesidad asistencial muchísimo más alta y que jamás había existido.

La respuesta que está dirigiendo Ruiz Escudero está siendo muy buena, igual que está siendo muy bueno el trabajo de los profesionales sanitarios y de todo el conjunto de personas que trabajan en el sistema sanitario. Y, tengo que decirlo, tanto en el público como en el privado. En Madrid hay un buen número de hospitales privados y están literalmente prestando sus servicios como si fueran parte de una misma red. Y eso es muy positivo.

¿Qué tiene que decir sobre la labor del ministro de Sanidad, Salvador Illa?

Ante una situación pandémica como esta es muy difícil responder. Creo que ha habido lentitud en la respuesta inicial. Ha habido avisos internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que no se atendieron porque no se prestó suficiente atención.

También está fallando de una manera excesiva el suministro del material y del equipamiento sanitario que necesitamos. En las primeras semanas el Ministerio de Sanidad dijo que se ocupaba de todo y empezaron a aparecer imágenes en los informativos de las fuerzas de seguridad del Gobierno incautando material sanitario. Y la consecuencia es que no llegaba.

Afortunadamente, la Comunidad de Madrid ya ha sido capaz de traer un primer avión con equipamiento sanitario con un millón y medio de mascarillas, dos millones de guantes… Más los que van a venir sucesivamente. Lo que está faltando, creo yo, es la acción a la que no podemos llegar las comunidades autónomas. Nosotros no tenemos ni debemos tener relaciones exteriores. Pero el Gobierno de la nación sí tiene personas en China o en otros países para facilitar estos trámites.

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