Bruselas

Los indicadores que apuntaban a una estabilización de la economía europea han resultado ser un espejismo. La eurozona sufrió durante el último trimestre del año pasado su peor crecimiento desde principios de 2013, en plena crisis de deuda. Su avance fue de apenas el 0,1%, rozando el estancamiento, debido al mal comportamiento de Alemania, Francia e Italia, según los datos publicados este viernes por la oficina estadística comunitaria, Eurostat

En el conjunto del año 2019, la eurozona apenas creció un 1,2%, mientras que en el conjunto de la UE el avance fue del 1,4%.

En contraste con este hundimiento generalizado, la economía española es la única entre las grandes que registra datos positivos, ya que creció un 0,5% entre octubre y diciembre del año pasado, una décima más que el trimestre anterior. En el conjunto del año, España tuvo un avance económico del 2%.

La primera economía de la eurozona, Alemania, se estancó durante el tercer trimestre del año pasado, una cifra que ha decepcionado a los analistas, que esperaban un crecimiento del 0,1%. Entre julio y septiembre, la economía alemana se había expandido un 0,2%, esquivando el riesgo de recesión. La nueva recaída se produce justo cuando el coronavirus de Wuhan amenaza con agravar el enfriamiento, en particular en la industria.

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La situación es todavía peor en Francia y en Italia. La economía francesa se contrajo un 0,1% durante el último trimestre del año pasado, debido sobre todo al impacto de las huelgas convocadas en protesta por la reforma de las pensiones de Emmanuel Macron. En Italia el retroceso fue todavía peor, del 0,3%, debido al hundimiento de la industria y de la agricultura por a la incertidumbre internacional.

En su último trimestre como miembro de pleno derecho de la Unión Europea, Reino Unido también se estancó, frente al crecimiento del 0,5% experimentado entre julio y septiembre. 

Un año 2020 plagado de riesgos

Pese al frenazo económico general, la creación de empleo todavía resiste. El número de personas con trabajo aumentó un 0,3% en la eurozona y un 0,2% en el conjunto de la UE durante el último trimestre de 2019. En el tercer trimestre, el empleo sólo había avanzado un 0,1% en ambas zonas. En el conjunto del año pasado, la creación de empleo creció un 1,1% en la eurozona y un 1% en la UE.

Para este año 2020, la eurozona crecerá un 1,2%, mientras que el conjunto de la UE progresará un 1,4%, según las previsiones de inverno publicadas este jueves por la Comisión Europea. Sin embargo, el propio Ejecutivo comunitario ha avisado de que este escenario está plagado de riesgos y podría quedar en papel mojado.

La amenaza más grave es la propagación del coronavirus de Wuhan, que podría provocar un "efecto dominó" que agrave la desconfianza económica y empeore las condiciones de financiación en todo el mundo. A Bruselas también le preocupa la incertidumbre sobre la política comercial de Donald Trump, pese a la tregua que acaban de firmar Estados Unidos y China.

Finalmente, otros factores de riesgo económico para este año 2020 son el impacto de las revueltas en América Latina, las turbulencias geopolíticas en Oriente Próximo y la posibilidad de daños a corto plazo del cambio climático. 

El Ejecutivo comunitario ha vuelto a reclamar a los países con superávit, es decir, sobre todo a Alemania y Holanda, que aumenten el gasto público para evitar una nueva recesión. Pero de momento, ni Berlín ni La Haya parecen dispuestos a aprobar un estímulo económico suficiente para apuntalar a la eurozona.

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