El Gobierno quiere que las empresas en problemas y vayan a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) ayuden a sus trabajadores a reciclarse y buscar un nuevo empleo. Para ello se va a crear una especie de 'mochila austríaca' que servirá como respaldo a todos aquellos empleados que, tras un curso de formación, cambien de puesto de trabajo

Así figura en la propuesta que se va a trasladar a los agentes sociales en la reunión de este miércoles. En ella se detalla el nuevo Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del Empleo, una figura similar a los ERTE usados en la pandemia, para aquellos sectores en los que haya cambios estructurales que requieran recualificar a la plantilla, o bien que se vean afectados por una crisis coyuntural de la economía. 

Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL-Invertia de fuentes cercanas al Diálogo Social, el documento explica que el nuevo Mecanismo RED contará con un fondo de financiación que servirá para pagar las prestaciones de los empleados inmersos en este sistema. ¿De dónde sale el dinero? Una parte de las cotizaciones al desempleo; otra parte de los Presupuestos y otra de fondos europeos. Ahora bien, será el Consejo de Ministros quien decida en qué porcentaje cada uno de ellos. 

Formar y recolocar

De ese fondo saldrá la prestación que cobrarán los trabajadores acogidos al Mecanismo RED, que no cotizará a la Seguridad Social ni consumirá paro. Cobrarán un máximo de 1.271 euros al mes. Además, recibirán cursos de formación que les ayuden a reciclarse, y tendrán que formar parte de un programa de recolocación que será financiado por las empresas. 

En caso de que un trabajador decida cambiar de empleo y, por tanto, de compañía, la empresa de origen tendrá que enviar al FOGASA el 50% de la indemnización que le correspondería en un despido improcedente. Ese dinero servirá para financiar los procesos de recolocación. Un mecanismo que recuerda mucho a la 'mochila austríaca' que se pensó en algún momento para las pensiones, pero que en este caso se aplicará para que los empleados se animen a buscar nuevos empleos. 

Si ese trabajador es despedido de la compañía receptora por causas que no le sean imputables en un marco de tiempo aún por definir, percibirá el equivalente a la indemnización que le hubiera correspondido en su anterior empresa. Una cantidad que le abonará el fondo que se financiará con la colaboración de las empresas. 

De ese modo, se busca vencer la resistencia a cambiar de puesto de trabajo por temor a perder la antigüedad acumulada en el anterior puesto de trabajo. 

Bonificaciones

Las empresas que contraten a este tipo de trabajadores recibirán bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social del 50% en la aportación empresarial por contingencia comunes durante seis meses. 

Las compañías inmersas en un Mecanismo RED también podrán optar por recolocar a los trabajadores en otras empresas del grupo manteniendo las condiciones laborales. Sin embargo, el empleado puede rechazarlo y quedarse en la compañía que está en reestructuración, pero si echa el cierre y/o pone en marcha un despido colectivo, podrá ser incluido en él. 

El nuevo Mecanismo RED no será de uso habitual. Las fuentes consultadas explican que sólo podrá utilizarse en dos casos: una situación coyuntural que afecte a toda la economía (la Covid-19, por ejemplo) o cambios estructurales que afecten a un sector. 

Las empresas que decidan acogerse a este sistema contarán con exenciones fiscales, y tampoco tendrán que abonar las cotizaciones sociales. Eso sí, a cambio tendrán que financiar la formación de los empleados afectados y poner en marcha programas de recolocación de sus empleados. 

Autorización

Para evitar la picaresca, el Gobierno va a plantear a los agentes sociales este miércoles que sea el Consejo de Ministros quien autorice -caso a caso- si las empresas cumplen o no los requisitos. Será el Ministerio de Economía quien fije los criterios básicos, aunque luego el informe de valoración será elaborado por Economía, Trabajo y Seguridad Social. 

La propuesta se estudiará este miércoles en la mesa de Diálogo Social, aunque desde los departamentos afectados se niegan a confirmar el contenido del documento remitido a patronal y sindicatos. Eso sí, desde Economía insisten en que la propuesta que se traslade será "una posición de Gobierno" que tendrá que ser estudiada por la CEOE, Cepyme, UGT y CCOO. 

Habrá que ver también como sienta en el seno de Podemos la aparición de esta mochila  que busca fomentar que los trabajadores cambien de puesto de trabajo. En Podemos siempre se han negado a aceptar este sistema para la reforma de las pensiones, por lo que habrá que esperar a conocer cuál es la postura de la formación morada en este caso. 

La reunión de este martes será la primera en la que habrá cambios reales en la posición del Gobierno después de que el Presidente, Pedro Sánchez, decidiera que el Ejecutivo hablara con una sola voz y los departamentos de Economía, Trabajo y Seguridad Social tuvieran que trabajar de forma coordinada. 

El objetivo es avanzar en el diálogo social para sacar adelante una reforma laboral que cuente con el beneplácito de los agentes sociales. De ello depende la llegada de los fondos europeos, y debe estar lista antes del 31 de diciembre, por lo que el objetivo sería lograr un pacto antes del puente de diciembre. 

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