Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social, en el Congreso.

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social, en el Congreso.

Empleo

Los sindicatos avisan a Trabajo: no habrá pacto para la 'Ley Rider' si no abarca a las cuidadoras de dependientes

Reclaman que la nueva legislación aborde también la situación laboral de trabajadores de plataformas como Cuideo y Cuidum.

14 diciembre, 2020 03:34

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A pesar de que en el Ministerio de Trabajo esperaban sacar la ‘Ley Rider’ antes de que acabara 2020, la negociación en el Diálogo Social se ha enquistado.

Mientras que la patronal ha pedido que la negociación no se retome hasta dentro de unas semanas, fuentes de los sindicatos indican que no darán su visto bueno a los cambios reglamentarios previsto a no ser que abarquen también a otras plataformas digitales, concretamente las de cuidadoras de dependientes.

De hecho, uno de los borradores que llevó Trabajo al Diálogo Social en noviembre sí que regulaba la relación laboral entre los trabajadores y este tipo de empresas, que se reconocían como aquellas que ofrecen “servicios en el ámbito del hogar familiar”.

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, y el de UGT, Pepe Álvarez.

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, y el de UGT, Pepe Álvarez. UGT

Para los sindicatos, a día de hoy, esta cuestión es una línea roja de cara a la reunión que celebrarán el próximo jueves con Trabajo y empresas. Es decir, que si la ‘Ley Rider’ no aborda la situación laboral de los cientos de miles de personas que trabajan a través de los servicios gestionados por plataformas digitales de cuidadoras no habrá acuerdo con el Gobierno.

Según denuncian las organizaciones de trabajadores, la situación de las cuidadoras es la misma que la de los repartidores de Uber, Glovo o Deliveroo. La diferencia es que son “invisibles al trabajar en hogares, no como los 'riders' que están en la calle”, argumenta Rubén Ranz, responsable de Plataformas Digitales de UGT. 

Ranz indica también que estas plataformas y las personas que trabajan para ellas “han tenido un crecimiento exponencial durante la pandemia”. Hay gigantes entre ellas, como Cuideo y Cuidum, que emplean ya a cientos de miles de cuidadoras y se ofrecen como agencias de colocación.

Estas plataformas ponen en contacto a familias y cuidadoras, pero nunca intervienen en el proceso de pago a las trabajadoras. Gestionan su salario previamente y se ocupan de toda la burocracia (como dar de alta a una persona como empleador), pero son las familias las que contratan y pagan a las cuidadoras, tanto su salario como sus cotizaciones sociales.

Una cuidadora (EP).

Una cuidadora (EP).

Aunque se "encubren como agencias de colocación", explica que organizan todo el trabajo, la actividad y el servicio que se va a ofrecen en los hogares. “Se ofertan garantías, como sustituciones ilimitadas de cuidadores. Si se ofrece esto es porque hay una estructura empresarial y una organización detrás" y de la que depende la actividad de los trabajadores. Es decir, que hay una relación laboral. "No se está haciendo una intermediación, sino otra cosa. Están haciendo un fraude muy grande”, indica.

Una oferta y unos servicios que tienen un precio. Las familias pagan entre 200 y 300 euros de cuota inicial media a estas plataformas, y luego entre 60 y 80 euros al mes. Unos honorarios que van aparte del salario de la cuidadora.

Sin responsabilidades

Pero todo ello sin tener que asumir obligaciones de ningún tipo. Son la externalización en su máxima expresión. Estas empresas no tienen ninguna responsabilidad, que se traslada a otros actores. La de la contratación a la familia, la de si el servicio está bien o mal a la cuidadora… Tampoco cargan con la prevención de riesgos laborales, que corre a cargo de las familias”.

Además, según indica Ranz, las cuidadoras son contratadas como empleadas del hogar cuando tendrían que serlo como auxiliares de ayuda a domicilio. Según el sindicalista, esto revela que se hace un “contrato en fraude”.

Lo cierto es que hay importantes diferencias salariales entre un convenio y otro. El salario más bajo para las empleadas del hogar, por convenio colectivo, se circunscribe al salario mínimo interprofesional (SMI), es decir, a los 950 euros mensuales en 14 pagas anuales.

En cambio, el convenio colectivo de las auxiliares de ayuda a domicilio dicta que el salario más bajo es de unos 984,65 euros mensuales en 15 pagas para la categoría más baja, en condiciones más favorables para mejorarlo.

Por estas cuestiones, el sindicato UGT ha denunciado a seis plataformas digitales, entre ellas las citadas Cuideo y Cuidum. “Estamos esperando a la resolución de la Inspección de Trabajo”, informa Ranz.