El Banco de Inglaterra mantuvo este jueves sin cambios los tipos de interés -en el 5,25%, máximos desde 2008- por tercera vez consecutiva, después de que la entidad dispusiera previamente hasta catorce incrementos para controlar el alza de la inflación.

Al término de su reunión, el Comité de Política Monetaria del banco emisor votó 6 a 3 a favor de no modificar el precio del dinero, medida que era ampliamente esperada por los expertos.

La vieja dama de Threadneedle Street -como se conoce el Banco de Inglaterra por estar su sede en esa calle de Londres- mantiene el pie en el freno tras haber elevado las tasas 515 puntos básicos en algo menos de dos años.

[El Banco de Inglaterra se suma a la Fed y al BCE y mantiene los tipos de interés en el 5,5%]

Los aumentos dieron inicio en diciembre de 2021 con una subida de 15 puntos básicos y luego las alzas variaron entre los 25, los 50 y los 75 puntos básicos. El último incremento fue de un cuarto de punto y tuvo lugar el pasado agosto.

Según los últimos datos oficiales, recogidos por la agencia Efe, la inflación interanual en Reino Unido llegó en octubre al 4,6%, desde el 6,7% de septiembre, pero está aún por encima del objetivo de la institución, que es del 2%.

De su lado, el producto interior bruto (PIB) del Reino Unido sufrió una contracción del 0,3% en el mes de octubre, frente al crecimiento del 0,2% observado en septiembre.

En comparación con octubre del año pasado, la segunda mayor economía europea creció un 0,3%, muy por debajo de la expansión del 1,3% entre septiembre de 2022 y septiembre de 2023.

Poítica "restrictiva"

En este sentido, la institución espera que la inflación se mantenga cerca de su tasa actual hasta el próximo año y anticipa que los precios de los servicios aumenten temporalmente en enero antes de comenzar a retroceder gradualmente a partir de entonces.

"Como se anticipó, una política monetaria más estricta está dando lugar a un mercado laboral más flexible y está pesando sobre la actividad de la economía real en general", ha destacado la entidad, que ha calificado su postura actual en política monetaria como "restrictiva".

"El objetivo de inflación se aplica en todo momento, lo que refleja la primacía de la estabilidad de precios en el marco de política monetaria del Reino Unido", ha señalado el banco central, según informa Europa Press.

La institución británica ha asegurando que su política monetaria garantizará que la inflación regrese al objetivo del 2% de manera sostenible en el medio plazo.

En este sentido, ha advertido de que seguirá vigilando de cerca los indicios de presiones inflacionarias persistentes y de resiliencia en la economía en su conjunto, incluida una serie de medidas de la rigidez subyacente de las condiciones del mercado laboral, el crecimiento de los salarios y la inflación de los servicios.

"La política monetaria tendrá que ser lo suficientemente restrictiva durante el tiempo suficiente para que la inflación vuelva al objetivo del 2% de manera sostenible en el medio plazo, en consonancia con el mandato del Comité", ha apostillado.