El Banco Central Europeo (BCE) continúa moviendo ficha para derribar a la inflación. El instituto emisor del euro ha decidido este jueves elevar los tipos de interés 25 puntos básicos, hasta situarlos en el 4,5%, en la que ha sido una de las reuniones más difíciles de su Consejo de Gobierno.

Y es que a pesar de haber subido el precio del dinero en nueve ocasiones desde julio del año pasado, los máximos responsables de la política monetaria del BCE han decidido que su lucha contra la inflación, que se mantiene aún elevada en la zona euro, merece una décima. Este nuevo avance implica que los tipos se sitúan en su nivel máximo desde mayo de 2001.

"La inflación continúa bajando, pero se espera que se mantenga demasiado alta durante demasiado tiempo. El Consejo de Gobierno está determinado a asegurar que la inflación vuelve a su objetivo a medio plazo del 2%", apunta el Consejo de Gobierno del BCE en el comunicado publicado tras la reunión.

Y es que la inflación continuará siendo elevada un tiempo, como reflejan las previsiones que el propio BCE publica hoy. Según las mismas, la inflación se situará en el 5,6% en 2023 (por encima de la proyección anterior debido a un previsible aumento del precio de la energía), en el 3,2% en 2024 (por encima) y en el 2,1% en 2025 (por debajo de lo estimado previamente).

En cuanto a la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, las nuevas proyecciones del BCE hablan de un 5,1% en 2023, un 2,9% en 2024 y un 2,2% en 2025, lo que implica una ligera bajada.

También se han revisado a la baja las previsiones de crecimiento de la actividad económica de la zona euro debido a la reducción de la demanda y la debilidad del comercio internacional hasta el 0,7% este año, el 1% el que viene y el 1,5% en 2025.

El último dato disponible, correspondiente al mes de agosto, implica una moderación en el crecimiento de los precios. El índice de precios de consumo armonizado (IPC) de la zona euro se situó en el 5,3% en agosto, el mismo nivel que el mes anterior, pero por encima de la estimación de los analistas, que esperaban un crecimiento menor que en julio.

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Por su parte, la inflación subyacente, que excluye energía y alimentos, los elementos más volátiles, y que es un dato clave para el BCE, se moderó ligeramente desde el 5,5% de julio al 5,3% en agosto.

Un dato que no ha aflojado la presión sobre el también supervisor bancario, sino todo lo contrario. No en vano, la inflación de la zona euro se sitúa aún lejos del que es el objetivo del banco central, es decir, la estabilidad en torno al 2%.

Niveles récord

Con esa cifra en el horizonte, el Consejo de Gobierno del BCE ha decidido continuar con su intento de frenar la inflación, elevando el tipo de interés general hasta el 4,5%, su nivel más alto desde 2001.

La facilidad marginal de crédito (lo que pagan los bancos por la financiación a un día) aumenta al 4,75%, mientras que la facilidad de depósito (la remuneración a las entidades por aparcar su dinero en Fráncfort) se incrementa hasta el 4%, su nivel más alto desde el lanzamiento del euro en 1999.

Con esta subida, el BCE echa aún más leña al fuego tras haber ejecutado en algo más de un año un incremento récord del precio del dinero, desde el 0% hasta el 4,5%.

Las subidas comenzaron con apenas 50 puntos básicos en julio de 2022, incremento al que siguieron otros dos de 75 puntos básicos en septiembre y noviembre del año pasado, otros 50 puntos básicos en diciembre, febrero y marzo y otros 25 puntos básicos en mayo, junio y julio. Este jueves los tipos también se han elevado en un cuarto de punto.

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Un fuerte incremento del precio del dinero que ya se ha trasladado a la economía real. Como muestra la información de los propios bancos, la demanda de crédito por parte de las empresas de la eurozona se desplomó a su nivel más bajo en 20 años durante el segundo trimestre de 2023.

Y en España la concesión de hipotecas ha sufrido un duro revés. La firma de hipotecas se redujo casi un 22% en junio (último dato disponible en la base del Instituto Nacional de Estadística) en comparación con un año antes a consecuencia de la subida de los tipos de interés.

Devolver la inflación al objetivo

El Consejo de Gobierno del BCE considera que los tipos de interés actuales han alcanzado niveles que, de mantenerse un tiempo suficiente, "harán una contribución sustancial al retorno de la inflación a su objetivo".

"Las decisiones futuras del Consejo de Gobierno se asegurarán de que los tipos de interés claves del BCE implican niveles suficientemente restrictivos por el tiempo que sea necesario. El Consejo de Gobierno continuará manteniendo una aproximación dependiente de los datos para determinar cuál es el nivel apropiado y la duración de la restricción", se apunta en el comunicado.