Donald Trump aspirará este año a su reelección como presidente de EEUU. Para ello, quiere tenerlo todo atado y bien atado. En especial, en lo económico, pues el bolsillo siempre pesa mucho en las urnas. Con esa intención, el republicano volvió este martes a la carga sobre la Reserva Federal (Fed), el banco central norteamericano, a la que exigió que baje los tipos de interés. Por ahora, sin embargo, aún tendrá que esperar. 

Este miércoles, la entidad presidida por Jerome Powell ha despachado la primera reunión de política monetaria de 2020 con un mantenimiento de los tipos. Los ha dejado en el 1,50-1,75%, una decisión que ha sido adoptada de manera unánime, sin ningún voto en contra. La institución tiene claro por el momento que bastante hizo ya en 2019, cuando recortó los intereses hasta en tres ocasiones. Es más, la intención de la entidad, manifestada en las previsiones de diciembre, pasa por no ejecutar ninguna bajada en todo 2020

Al mismo tiempo, la Fed ha comunicado que seguirá llevando a cabo operaciones de financiación en el mercado de repos hasta abril. La institución inició estas inyecciones en septiembre ante las restricciones de liquidez que se estaban sufriendo en un mercado clave para que los bancos consigan el dinero que necesitan a muy corto plazo. Desde entonces, ya ha abastecido al mercado con más de 6 billones de dólares con estas operaciones

Con respecto a las compras de letras del Tesoro, iniciadas a mediados de octubre a un ritmo de 60.000 millones de dólares al mes para reforzar igualmente la liquidez existente, Powell ha anticipado en la rueda de prensa posterior a la reunión que la Fed "reducirá el volumen de las compras de manera progresiva". Por ahora, continuará con esos 60.000 millones mensuales. 

NIVEL "APROPIADO"

La actitud de 'esperar y ver' por parte de la Fed se apoya en el buen tono que sigue mostrando la economía norteamericana. "El mercado laboral continúa fuerte y la actividad económica ha estado creciendo a un ritmo moderado", aprecia la entidad. La Fed también considera que el consumo de los hogares crece a un "ritmo moderado", en tanto que la inversión empresarial y las exportaciones continúan "débiles". Ratifica, además, que la inflación aún es "baja" y apunta que las expectativas sobre los precios no anticipan importantes repuntes. 

En la rueda de prensa, Powell ha señalado que "los riesgos en el ámbito comercial han disminuido" y que "existen síntomas de que el crecimiento global se ha estabilizado". Como matiz, ha indicado que "han aparecido otros riesgos diferentes, como el coronavirus".  

Con semejante diagnóstico, la entidad tiene claro que el nivel actual de los intereses es el "apropiado para apoyar el crecimiento". O lo que es lo mismo, que en enero no ha bajado los tipos y que tampoco tiene previsto hacerlo en la siguiente cita. 

El próximo cónclave monetario de la Fed tendrá lugar los días 17 y 18 de marzo. Esa cita será ya otra historia, porque en ella actualizará sus previsiones sobre la economía, el empleo, la inflación y los tipos de interés. Vamos, que ofrecerá mucha más información sobre las intenciones de la Fed en este año electoral. 

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