"No es necesariamente el comienzo de un largo ciclo de recortes de los tipos", expuso el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, en la rueda de prensa posterior a la reunión de los días 30 y 31 de julio, en la que el banco central de EEUU ejecutó la primera reducción de los tipos de interés desde 2008. Menos de un mes después, estas palabras cada vez están más diluidas. Para el mercado, de hecho, ya ni existen. 

Lo demuestra el hecho de que otorgue una probabilidad del 100% a que Powell volverá a abaratar el precio del dinero tan pronto como en la próxima cita, la que tendrá lugar los días 17 y 18 de septiembre. Vamos, que el mercado da por hecha la bajada.

No maneja ninguna otra opción. Si hace un mes daba una probabilidad del 67% a que la Fed redujera los intereses en septiembre, ahora alcanza ya ese 100%. Por momentos, hasta contempla un descenso de medio punto, que llevaría a los tipos del 2-2,25% al 1,5-1,75%, pero de manera sólida considera que, como en julio, los bajará un cuarto de punto, hasta el 1,75-2%. Este movimiento acapara una probabilidad del 97,3%. 

Se trataría, por tanto, del segundo recorte consecutivo de los intereses. Aunque, sobre todo, se trataría de una nueva 'victoria' del presidente de EEUU, Donald Trump, que lleva tiempo reclamando a la Fed que baje los tipos y criticándola por no estar haciéndolo más rápido, y de una nueva muestra de confusión por parte de Powell, porque en caso de dar continuidad tan pronto al paso dado en julio desmentiría su propio mensaje de que ese recorte no era más que "un ajuste de mitad de ciclo"

"La Fed, que en 2018 subió los tipos cuatro veces y que hasta marzo tenía intención de elevarlos dos veces más en 2019, camina ahora hacia su segundo recorte en mes y medio"

Trump, además, vería que su 'juego' de tensar y destensar la guerra comercial con China le proporciona otra rebaja de los tipos por la incertidumbre económica que genera, con lo que incrementaría la sensación de que la Fed ha quedado atrapada en sus intenciones, que no son otras que las de prolongar el crecimiento económico en EEUU, que ya es el más largo de la historia con 121 meses consecutivos, para presentarse en las elecciones de 2020 con la economía a su favor. Para ello no está dudando a la hora presionar al límite a Powell con sus continuas críticas, que alcanzaron su máxima expresión la semana pasada. Primero le reclamó que "luchara o se fuera" y luego fue aún más lejos. "¿Quién es nuestro mayor enemigo, Jay Powell o el presidente Xi [Jinping]?", se preguntó en Twitter

CADA VEZ MÁS COMPLICADO

Para Powell, sin embargo, hacer buenos los cálculos del mercado con una nueva rebaja de los tipos en septiembre podría salirle muy caroPrimero, porque alimentaría la sensación de que Trump ya 'manda' en la Fed, con lo que la independencia de la entidad cada vez estaría más tocada. Segundo, porque restaría credibilidad a sus mensajes tras desdecirse tan pronto de lo expuesto el 31 de julio. Y tercero, porque se expondría a una Fed cada vez más dividida, después de que dos de los diez miembros del Comité Federal del Mercado Abierto (CFMA), el órgano que define el nivel de los tipos en EEUU, ya votaran en contra de reducirlos en julio. 

Pese a estos riesgos, el propio Powell dio a entender la semana pasada en el simposio de Jackson Hole que, en efecto, la opción de volver a reducir los tipos será la correcta. El presidente de la Fed reiteró que "actuará como sea apropiado para sostener el crecimiento". O lo que es lo mismo, empleó el salvoconducto con el que preparó el terreno para la bajada de hace un mes. 

El descenso de septiembre cambiaría todavia más un panorama con el que la Fed no contaba para este año. Después de elevar los tipos en cuatro ocasiones en 2018, la institución mantuvo hasta marzo su intención de elevarlos dos veces más en 2019. En junio aparcó ya los aumentos y abrió la puerta a bajarlos, algo que terminó haciendo a finales de julio. Y el mercado da por hecho que volverá a hacer dentro de tres semanas. 

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