El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha recomendado tomar como referencia en los procesos de negociación de subidas salariales la inflación subyacente en vez de la general y ha recordado que hay cosas de la reforma laboral de 2012 que "están funcionando".

En declaraciones a Onda Cero recogidas por EL ESPAÑOL-Invertia, el exministro de Economía ha ratificado que los factores que potencian la actual inflación como los precios de la electricidad son de "naturaleza transitoria", con lo que la inflación comenzará a reducirse el año próximo.

Sin embargo, si se ha mostrado preocupado ya que la cuestión es cuánto tiempo van a durar estos factores ya que están siendo "más largos de lo que habíamos previsto", ha reconocido Guindos. Aunque admite que "la inflación el año que viene sin duda va a caer".

Guindos ha explicado que "si no se cometen errores desde el punto de vista de efectos de segunda ronda la inflación dentro de unos meses no será del 4%, sino que estará más cerca del 2%". Respecto a esto ha subrayado que "habría que tener en cuenta en la negociación salarial que la inflación es temporal y evolucionar los salarios de acuerdo con una inflación más permanente".

Reforma laboral

Al ser preguntando por cuestiones nacionales Guindos ha destacado la buena evolución del mercado laboral en España con el marco establecido en la reforma de 2012, "si bien se pueden mejorar aspectos de la misma, hay cosas que están funcionando", ha explicado.

"Todo se puede mejorar, pero hay que tener en cuenta que hay cosas que están funcionando", ha señalado el exministro de Economía y Competitividad, para quien la temporalidad del mercado laboral es uno de los aspectos concretos donde la reforma de 2012 tuvo un impacto positivo.

"España tiene un problema de temporalidad que se redujo con la reforma laboral de 2012. Ahí se puede mejorar, pero es un aspecto muy concreto", ha indicado.

En cualquier caso, el vicepresidente del BCE ha señalado que, mientras que la eurozona va a recuperar en este trimestre el nivel de renta previo a la pandemia.  España va a tener un retraso en la recuperación, después de una caída más intensa del PIB en 2020 y un rebote menos fuerte de lo que debería.

Respecto al programa de compra de emergencia por la pandemia (PEPP) del BCE que finaliza en diciembre ha subrayado que "en diciembre decidiremos si hay alguna alternativa porque acaba en marzo de 2022".

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