Bruselas

La recuperación en la eurozona tras la pandemia de Covid-19 se aceleró ligeramente durante el tercer trimestre, con un crecimiento del 2,2%. Esta cifra apenas supera el avance del 2,1% registrado entre abril y junio, pero sí excede las expectativas de los analistas consultados por Reuters, que vaticinaban un crecimiento del 2%. En el conjunto de la Unión Europea, el crecimiento entre julio y septiembre fue del 2,1%.

Sin embargo, los buenos datos de crecimiento se han visto ensombrecidos por las diferencias entre los países miembros: mientras que Francia (3%) e Italia (2,6%) han superado las expectativas, Alemania (1,8%) y España (2%) decepcionan. Y sobre todo por la espectacular subida de la inflación, que en octubre se disparó hasta el 4,1%, siete décimas más que en septiembre, según los datos publicados este vierenes por Eurostat.

La escalada imparable de precios pone en riesgo la continuidad de la recuperación durante los próximos meses, según admite el Gobierno de Pedro Sánchez. Además, redobla la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE) para acelerar la retirada de estímulos e iniciar el alza de tipos, que perjudicaría especialmente a los países más endeudados como España. Su presidenta, Christine Lagarde, negó este jueves que la primera subida vaya a producirse a finales de 2022, como creen los mercados.

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Si se analizan los principales componentes de la inflación de la zona del euro, la mayor subida corresponde a la energía (23,5% frente al 17,6% de septiembre); seguida de los servicios (2,1% frente al 1,7% en septiembre); los productos industriales no energéticos (2% frente al 2,1% en septiembre); y alimentación, alcohol y tabaco (2%, estables en comparación con septiembre).

Por su parte, la inflación subyacente (que excluye los componentes más volátiles como son la energía y los alimentos no procesados) también ha aumentado del 1,9% en septiembre al 2,1% en septiembre. Entre los países de los que hay datos, los incrementos más fuertes corresponden a Lituania (8,2), Estonia (7,4%) y Letonia (6%). Entre los grandes Estados de la eurozona, España es el que tiene más inflación (5,5%), seguido de Alemania (4,6%), Francia (3,2%) e Italia (3,1%).

Francia e Italia son también los que más crecen, batiendo todas las expectativas. En Francia, el crecimiento del producto interior bruto se aceleró desde el 1,3% en el segundo trimestre hasta el 3% en el tercer trimestre.

El PIB francés prácticamente ha recuperado su nivel previo a la crisis, ya que apenas es un 0,1% inferior al del cuarto trimestre de 2019. El consumo de los hogares se ha acelerado, la inversión se mantiene estable en niveles superiores a antes de la pandemia y el comercio exterior se recupera y contribuye de forma positiva al crecimiento.

Por su parte, la economía italiana creció un 2,6% entre julio y septiembre, ligeramente por debajo del 2,7% del trimestre anterior, pero batiendo todas las previsiones de los analistas. Tanto la industria como el sector servicios prosiguieron durante la temporada estival la recuperación pospandemia.

En contraste, en Alemania el PIB apenas creció un 1,8% en el tercer trimestre, una décima menos que en el trimestre anterior y muy por debajo del 2,2% que anticipaban los analistas consultados por Reuters. La oficina estadística del país atribuye el avance al consumo de los hogares y señala que la economía todavía está un 1,1% por debajo del cuarto trimestre de 2019, antes del estallido de la Covid-19.

La economía española creció un 2% en el tercer trimestre del año gracias al tirón de la demanda externa, según el avance de la Contabilidad Nacional elaborado por el INE. Se trata de un incremento nueve décimas superior al del segundo trimestre de 2021, pero es un vigor insuficiente para sostener el cuadro macroeconómico del Gobierno, ya que en el agregado del año, el PIB solo crece un 2,5% hasta septiembre, lejos del 6,5% previsto para el conjunto del año.

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