El tira y afloja a tres bandas -Gobierno, banca e Instituto de Crédito Oficial (ICO), dependiente del Ministerio de Economía- continúa. El presidente de ICO, José Carlos García de Quevedo, ha vuelto a dejar claro que vigila de cerca las características sobre tipos de interés y garantías adicionales con los que algunas entidades pueden estar cerrando sus préstamos avalados con los clientes afectados por la crisis.  

Durante una conferencia virtual organizada por el Consejo General de Economistas de España, García de Quevedo ha reconocido que, por lo general, la llegada efectiva de los préstamos a las empresas se está realizando correctamente, aunque reconoce que hay casos en los que el desembolso se puede retrasar.

"Hemos visto casos de operaciones aprobadas pero que las empresas no están recibiendo el dinero y, en este punto, insisto en que es una responsabilidad compartida", explica. Así, reconoce que los procesos de firma entre cliente y banco a veces se demoran al tener que pasar por un procedimiento interno de la propia entidad financiera, tal y como establece la normativa y, especialmente, en el caso de las grandes empresas.

"Es el banco el que, después, debe incorporarlo al sistema ICO y, cuando se comprueba que todo es correcto, el aval se libera de inmediato".

García de Quevedo explica que los retrasos que se pueden estar registrando se deben, o bien a "errores materiales a la hora de meter la información" o bien casos en los que alguna entidad financiera haya agotado su cuota asignada de avales, "pero sigue comercializándolos a través de su red esperando a que se liberen los siguientes tramos". "Eso hay que explicárselo a los clientes", insiste García de Quevedo, recordando que esa 'salida' a los nuevos avales debe ser aprobada por Real Decreto del Gobierno. 

Buenas prácticas

El presidente del ICO ha advertido que "estamos insistiendo a las entidades para que apliquen las mejores prácticas a la hora de trasladar las ventajas de los avales, facilitando el crédito en condiciones que sean similares a las anteriores a la crisis en términos de garantías y tipos de interés", recordando que los bancos, por normativa europea, no pueden vincular estos créditos a otros productos como seguros. 

"La normativa establece que, con aval del Estado, no se puede intervenir, bonificar, o subvencionar los tipos de interés", insiste el presidente del ICO, recordando que, tras debatirlo, la Administración optó por apostar por las ventajas de los avales frente a otras alternativas menos ventajosas para las empresas, como ofrecer préstamos bancarios con tipos de interés quizá más bajos todavía.

"Es el banco el que tiene que hacer sus análisis de riesgo, valorar el consumo de capital de cada préstamo, etc, y nosotros desde el ICO hacemos un seguimiento para que la TAE efectiva media ponderada aplicada a los clientes esté en línea con la que se establecía antes de la crisis", insisten desde el organismo. En este sentido, apuntan a que los niveles de tipos de interés que están observando se ajustan a esta comparativa con los meses previos a la pandemia.

Garantías adicionales que algunas entidades están solicitando, con un aval solidario que puede superar incluso el 20% que no está avalado. Si antes se pedían una serie de garantías, es mantener esa situación preexistente.

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