El mercado de metales como el cobre, el aluminio o el zinc no pasa por su mejor momento, porque la guerra comercial entre China y EEUU y la incertidumbre económica afectan a la demanda de estas materias primas, al contrario de lo que sucede con el oro, tradicional valor "refugio" de inversores.

Mientras que el oro cotiza en máximos de cinco años y se afianza como destino preferido por inversores de todo el mundo en un contexto de tipos de interés bajos y sin perspectivas de subidas, en la Bolsa de Metales de Londres (LME), el mayor mercado de opciones y futuros de cobre, aluminio, estaño o zinc, la situación es muy distinta.

El precio del cobre se mantiene en mínimos anuales desde los máximos de abril, el mismo mes en el que el zinc alcanzó su valor más alto del año; en cuanto al aluminio, ha caído también de forma moderada desde los máximos de comienzos de año.

Capítulo aparte merece el acero, que no es un metal sino una aleación de hierro y por lo tanto no es una materia prima; no obstante, las empresas del sector siderúrgico acusan también el conflicto arancelario y 45 de las mayores compañías del sector han remitido al Parlamento Europeo y a la Comisión una misiva en la que piden respaldo ante el conflicto comercial.

Varios factores contribuyen a impedir que el apetito inversor se interese por estas materias primas frente a la "fiebre del oro", entre los que destacan el conflicto entre China y EEUU y la guerra arancelaria emprendida por el presidente estadounidense Donald Trump.

Aunque Canadá, México y EEUU firmaron en noviembre de 2018 el nuevo acuerdo comercial T-MEC, la ratificación del tratado ha sido retrasada entre otras razones por la imposición por parte de Washington de aranceles a las importaciones de acero y aluminio procedentes de sus otros dos socios.

Pero pese a que el Gobierno estadounidense levantó parte de las restricciones arancelarias a México a cambio de su cooperación en temas migratorios, el comercio mundial de estos metales está en vilo por la guerra virtual entre EEUU y China, y por la desaceleración de la economía de este último país.

Tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como el Banco Mundial (BM) han recortado su proyección de crecimiento global y de EEUU para el periodo 2019-2020, y el PMI manufacturero, un indicador muy relacionado con la demanda de metales industriales, se situó en mayo en negativo, su peor registro desde octubre de 2012.

Además, el índice del sector servicios de China se desaceleró en mayo y cayó a su peor nivel desde febrero pasado, algo crucial, ya que el país asiático intenta que el sector servicios compense la menor actividad manufacturera.

Todo ello afecta a una caída de la demanda de cobre, aluminio o zinc, e induce a los inversores a reducir la exposición al metal de sus carteras, lo que presiona a la baja los precios.

Victoria Torre, analista de Self Bank, añade otro elemento, el crecimiento global más lento de lo esperado, enfriamiento que podría ser aún más brusco si se encona el conflicto entre China y EEUU. Por otra parte, añade, cada uno de estos mercados tiene sus propias incidencias, distintas de las del resto.

DIFERENCIAS ENTRE METALES

El mercado del cobre se ha visto afectado en las últimas semanas por las complejas negociaciones entre la dirección y los trabajadores de la tercera mayor mina de este metal de la estatal chilena Codelco, la mayor productora del mundo.

En cuanto al aluminio, los analistas prevén fluctuaciones en este mercado a lo largo de 2019, por los riesgos que se perciben en el suministro de bauxita y alumina (componentes del aluminio).

Otro factor relevante, señalan los expertos, es la competición emprendida esta semana por el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de EEUU (Fed) por ver quién baja más los tipos de interés.

El consenso de analistas de Bloomberg advierte de que en los últimos cinco ciclos de recortes en los tipos de interés el mercado de los metales ha experimentado ligeros y repentinos repuntes para inmediatamente emprender un rumbo bajista que en ocasiones se ha prolongado durante más de un año.

Las mismas fuentes descartan que estas materias primas hayan descontado ya lo peor, y señalan que el zinc experimentará menos bandazos que el cobre o el aluminio; al respecto, el analista de XTB Joaquín Robles ve "complicado" que se recuperen las cotizaciones, y recuerda que hace pocos días China amenazó con elevar diez veces los aranceles a los tubos de aluminio.

Desde IG Markets, Sergio Ávila se muestra ligeramente más optimista, y cree que las materias primas en general, y los metales en particular, pueden haber llegado a tocar una zona de soporte.

A ello hay que añadir, prosigue Ávila, la depreciación del dólar frente al euro fruto del anuncio hecho esta semana por el presidente del BCE, Mario Draghi, que se mostró dispuesto a bajar aún más las tasas en la zona del euro.

Dicha depreciación, explica el analista, puede llevar a los metales a lograr algún tipo de "rebote", si bien en su opinión la clave estará en lo que ocurra con la guerra comercial y cómo los bancos centrales le hacen frente.

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