En los últimos diez años, el empleo tecnológico en España ha mostrado un crecimiento acelerado. Durante este tiempo se han sumado 450.000 nuevos afiliados netos en esta rama, aumentando de 954.000 en 2013 a 1,41 millones en 2023.

Este incremento del 47,7% es considerablemente superior al crecimiento general del empleo, que se sitúa en un 27,6%, así como al del resto de sectores, que ha sido del 26,4%, consolidándose así como uno de los motores principales de la economía española, según el Mapa de Empleo Tecnológico de la Fundación Cotec.

El documento, en el que se examina el peso y la evolución de los trabajadores en este sector, refleja que fue durante la pandemia cuando el empleo tecnológico actuó como catalizador del mercado laboral



[La falta de talento TIC ya le cuesta al PIB de España cerca de 2.340 millones al año]

Aunque la tendencia al alza se ha mantenido a lo largo de todo el periodo analizado (2013-2023), fue a partir de ese momento cuando se produjo una clara aceleración: de los 455.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social en actividades tecnológicas, 255.000 corresponden a los primeros siete años y 200.000 a los tres últimos. 

Este aumento se ha visto reflejado tanto en la industria, con un porcentaje muy estable en las ramas tecnológicas (29%) en el último decenio, como en el sector servicios, que ha pasado del 6% al 9% de los afiliados en estos diez años. Dentro de las actividades que más han impulsado este crecimiento se encuentran la programación, la consultoría y la investigación y desarrollo (I+D), que han acumulado más del 70% del empleo tecnológico generado en la última década.

Por territorios

En términos de distribución geográfica, el informe muestra importantes diferencias territoriales. Un 37,5% del empleo tecnológico se reparte entre cuatro comunidades autónomas del noreste peninsular (Navarra, País Vasco, Cataluña y Aragón), mientras que la Comunidad de Madrid, a la cabeza, acapara el 10,5%. La diferencia con los territorios a la cola es de casi ocho puntos porcentuales: Baleares (2,7%), Extremadura (2,3%) y Canarias (2,2%). 

Madrid y Cataluña son las comunidades autónomas con una mayor concentración de empleo tecnológico: el 53% de los 455.000 nuevos afiliados se han generado en estas dos regiones durante la última década. Y sólo el 24% está fuera de Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana.

Por provincias, Guipúzcoa, Madrid, Zaragoza y Barcelona se sitúan a la cabeza y tan solo 11 de las 50 cuentan con un porcentaje de afiliados tecnológicos por encima de la media española. También hay grandes diferencias internas dentro de las comunidades autónomas. Por ejemplo, en Cataluña, entre Barcelona (10%) y Lleida (4%); o en la Comunidad Valenciana, entre Valencia (7%) y Castellón (3%). Sólo en tres provincias –Cádiz (-0,3%), Lugo (-0,3%) y Huelva (-0,1%)– disminuye el porcentaje en la última década, mientras los mayores avances se producen en Salamanca (+1,8pp), Granada (+1,7pp) y Jaén (+1,6pp).

Si nos detenemos en los datos por ciudades, Barcelona es la que más porcentaje de empleo tecnológico tiene en su estructura productiva con un 11,8%, seguida de Madrid, que acapara el 9,8%

Persiste la brecha de género

A pesar del notable crecimiento del empleo tecnológico en España en la última década, persiste una marcada brecha de género. Los datos muestran que el 70% está ocupado por hombres. De hecho, al examinar las cifras por ramas de actividad, se constata que la mayoría están muy lejos de alcanzar la paridad.

Únicamente en cinco de las 13 analizadas hay una representación equitativa entre hombres y mujeres; y sólo en dos de ellas (I+D y fabricación de productos farmacéuticos) las mujeres superan ligeramente a los hombres. Las otras tres ramas que muestran paridad de género son servicios de información, actividades de programación y emisión de televisión, y actividades cinematográficas y de vídeo.

En cuanto a la presencia de mujeres por tamaño de municipio, se observa que el porcentaje aumenta alrededor de seis puntos porcentuales en los más grandes en comparación con los más pequeños, y en ninguno de ellos la representación femenina es igual a la de los perfiles masculinos.

Acortando distancias con Europa

En el contexto europeo, España se sitúa en la posición 18 entre los 27 estados miembros en términos de intensidad de empleo tecnológico en la estructura productiva. A pesar de la paulatina equiparación con la Unión Europea en los últimos años, la tasa de empleo en España (7,7%) está todavía por debajo de la media de la región (10,7%).

El informe de Cotec recoge que entre 2013 y 2021, las diferencias entre nuestro país y Europa aumentaron progresivamente, alcanzando su máxima distancia en 2021. No obstante, la diferencia se recorta en cinco puntos y, en 2022, España tenía el 79% del peso medio de empleo tecnológico de Europa, recuperando todo lo perdido (en 2013 era el 78% y en 2021 el 74%).

En contraste, a nivel europeo, se ha observado un retroceso reciente en algunos países, aunque esto no ha afectado a España de manera significativa. A pesar de esto, en la Unión Europea hay más empleo tecnológico que antes de la pandemia, explicada tanto por el crecimiento ininterrumpido en países como España y Francia.