La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado martes.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado martes. E. Parra Europa Press

España

El Gobierno aprueba la Ley de Startups, con importantes modificaciones respecto al borrador presentado en julio

El nuevo texto, que aprobará hoy el Consejo de Ministros, coloca a ENISA como 'jueza' a la hora de determinar si una empresa es startup o no, además de corregir la limitación a los emprendedores veteranos.

10 diciembre, 2021 00:00

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Pedro Sánchez anunció hace tres años, durante su primer South Summit, la creación de la primera Ley de Startups de nuestro país. No sería hasta julio de este mismo año cuando el Ejecutivo presentó el borrador de esta norma, un documento muy esperado por el ecosistema emprendedor y que recibió alabanzas por su buena disposición, pero también críticas ante la falta de ambición en algunos aspectos.

Y es en dar respuesta a esas lagunas donde se ha centrado el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital en estos meses. Hasta hoy, viernes 10 de diciembre, en que el Gobierno aprobará en Consejo de Ministros la Ley de Startups para dar paso a su tramitación parlamentaria.

Fuentes del ministerio reconocen que el sector pidió un "esfuerzo adicional" al Ejecutivo y que éste ha tratado de "reforzar y mejorar sustancialmente" la norma. Partiendo de la propia definición de una startup, que en el borrador quedaba circunscrita únicamente a proyectos de emprendedores noveles y dejaba fuera a los llamados 'emprendedores en serie', aquellos que ya habían puesto en marcha proyectos similares en el pasado.

En la versión final de la Ley de Startups se corrije ese punto al permitir que un mismo emprendedor pueda beneficiarse de las ventajas de esta norma en hasta tres proyectos distintos, ya sean paralelos o consecutivos.

Asimismo, el primer documento dejaba muchas dudas sobre cómo se concretaría lo que consideramos por startup y cómo diferenciarlo de otra pyme al uso, las cuales no pueden acogerse a esta norma.

Un mismo emprendedor podrá acogerse a las ventajas fiscales de la Ley de Startups en hasta tres proyectos distintos

En ese sentido, la nueva Ley de Startups indica que será ENISA la que haga esa declaración ("como un sello de startup", dicen fuentes del ministerio) a modo de ventanilla única. Y, para terminar de completar la definición, se especificará mediante una orden ministerial -acordada previamente con la CNMC- lo que se entiende por "carácter innovador", aspecto fundamental para acogerse a esta legislación.

Recordemos que, además de esa base innovadora, las startups que deseen acogerse a esta nueva ley deberán tener su sede social y más de la mitad del empleo en España. También deberán tener menos de cinco años de existencia (ampliable a siete en el caso de compañías dedicadas a la biotecnología o la industria, que suelen presentar plazos de madurez más lentos) y no deben ser firmas cotizadas ni haber repartido dividendos. Por último, la facturación de dichas startups debe ser inferior a los cinco millones de euros.

Beneficios fiscales

Una vez solventados los problemas respecto a la misma definición de las startups ("ya es un hito que exista una ley así, que las startups tengan una entidad singular", presumen desde el ministerio que lidera Nadia Calviño), falta conocer las modificaciones que este documento introduce en materia de beneficios fiscales para los emprendedores e inversores.

Se mantiene la rebaja del Impuesto de Sociedades del 25% al 15% en las startups durante sus primeros años de vida

Según las mismas fuentes oficiales, se mantiene la rebaja del Impuesto de Sociedades y de la Renta de las Personas No Residentes del 25% al 15%, durante un plazo máximo de cuatro años. Con esta iniciativa se pretende reducir la carga fiscal de estas empresas en sus primeros años de vida, cuando tienen una situación económica más compleja y en la que necesitan destinar sus recursos a crecer y captar mercado.

Desde el sector emprendedor se había criticado que el Impuesto de Sociedades no suele afectar a startups con escasos o nulos beneficios en sus primeros años de vida y demandaban ventajas también en materia de Seguridad Social. Pues bien, el Ejecutivo ha introducido algunas mejoras en lo que atañe a las duplicidades en la cotización a la Seguridad Social de aquellos que emprendan mientras mantienen su trabajo por cuenta ajena. 

Los emprendedores que compaginen su startup con un trabajo por cuenta ajena estarán exentos de cotizar como autónomos durante tres años

En concreto, estos emprendedores a tiempo parcial estarán exentos de cotizar por cuenta propia durante los tres primeros años de vida de la startup.

Otra de las medidas estrella de esta Ley de Startups es la que atañe a las 'stock options', maltratadas desde un punto de vista regulatorio en los últimos años. En la versión final del documento se ampliará de 12.000 a 50.000 euros (5.000 más que en el borrador) la exención para los trabajadores que reciban acciones como medio de retribución pero, además, se ha incluido un devengo de los rendimientos de estas opciones hasta que se opere con ellas. Esto es: las 'stock options' no cotizarán cuando se reciban, sino cuando se vendan.

Se eleva a 50.000 euros la exención en las 'stock options' y al 50% las inversiones realizadas en empresas de nueva creación, hasta un máximo de 100.000 euros

Además, el documento mantiene y mejora los mecanismos para el fomento de la inversión privada en I+D+i. El borrador de julio elevaba del 30% al 40% la base máxima de deducción para aquellas inversiones realizadas en empresas de nueva o reciente creación, hasta los 100.000 eurosAhora, la versión revisada amplía esa deducción al 50% e incorpora a los propios emprendedores a esta ventaja, de modo que sus aportaciones a la startup también estarán beneficiadas por esta norma. 

Nómadas digitales

La Ley de Startups también dedica un amplio apartado a la simplificación de la burocracia que enfrentan las startups a diario. Por ejemplo, se elimina la obligación de los pagos fraccionados en los impuestos de Sociedades y No Residentes, además de la obligación de obtener el Número de Identificación de No Residente para inversores extranjeros. Además, se impulsarán más entornos de prueba -los conocidos como 'sandbox regulatorios'- para permitir la incorporación de nuevos modelos de negocio que no encajen perfectamente en la actual legislación.

Se eliminarán los aranceles notariales necesarios para la constitución de una nueva empresa

Además, adelantan fuentes del ministerio, se eliminarán también algunos de los aranceles notariales necesarios para la constitución de una nueva empresa. Eso sí, será siempre que las empresas opten por seguir los estatutos y formularios estándar. Y, vinculado a otras de las reformas puestas en marcha por el Ejecutivo, se pretende que pueda crearse una empresa de forma totalmente digital en menos de seis horas (siguiendo esos mismos procesos tipo) o en menos de cinco días para el resto de los casos.

Por otro lado, se mantiene la propuesta de que los inversores extranjeros puedan operar únicamente con un NIF, sin necesidad de sacarse un NIE a propósito de una inversión aislada. 

Igualmente, en la parte que atañe a los nómadas digitales y la captación de talento extranjero hacia nuestro país, la ley incorpora una suerte de "visado" especial que, ahora, se amplía también a emprendedores y trabajadores de empresas extranjeras que deseen instalarse en nuestro país. Dicho visado incluye esa fiscalidad favorable de la que hablábamos anteriormente, durante un plazo de cinco años.

"Estamos atentos a estas nuevas realidades de los nómadas digitales y la deslocalización del talento, que puede ser un gran activo para nuestro país", añaden las fuentes oficiales.

Dos nuevos entes

Bajo el paraguas de la Ley de Startups también se crearán dos nuevos entes públicos: una ventanilla única para el emprendedor -materializada en la próxima Oficina Nacional del Emprendemiento- que "será la puerta de entrada para acceder a ayudas e información" y un Foro Nacional de Empresas Emergentes, para fomentar un "diálogo constante con el sector".

Asimismo, adelantan desde el ministerio, España firmará estos próximos días el acta fundacional de la Alianza Europea de Naciones Emprendedoras. Se trata de una iniciativa de siete países europeos, bajo presidencia portuguesa, para compartir mejores prácticas en este camino común hacia la digitalización del tejido productivo.

Desde 2018 hasta hoy

El germen de esta Ley de Startups hay que buscarlo allá por 2018, cuando Pedro Sánchez hizo una aparición estelar en el South Summit de ese año. En este evento, el presidente ya adelantó la creación de un "marco legal que reconozca las peculiaridades y la naturaleza jurídica especial de las startups".

Dicho marco serviría -entre otras cosas- para "potenciar incentivos fiscales a la I+D+i en el Impuesto de Sociedades de forma que más cantidad de big corporates perciban a las startups como vehículos de innovación desde fuera hacia dentro" o promover "la transferibilidad de créditos fiscales generados en el Impuesto de Sociedades por actividades de I+D+i  a empresas que participen en la financiación, en los proyectos y en el desarrollo de las tecnologías de las startups".

Desde entonces hasta hoy, muchas cosas han ocurrido entre bambalinas: el impulsor de esta ley, el entonces secretario de Estado de Avance Digital -Francisco Polo-, dejaba su puesto para recalar en Moncloa como Alto Comisionado para la España Nación Emprendedora. La cartera vacante la asumía, dentro del Ministerio de Asuntos Económicos, Carme Artigas, ahora ya como secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial. Con el encargo de Nadia Calviño y la participación de diez ministerios, finalmente, ha visto la luz la ley.

Son estos cambios de nombres y responsabilidades, unidos a la inestabilidad política y las repeticiones electorales de los últimos años, son las razones que desde el gobierno han venido esgrimiendo para justificar el retraso en la llegada de la Ley de Startups.