El fenómeno de la Industria 4.0 cumple diez años convertido en una realidad que ha transformado de forma notable los procesos y operaciones de las empresas, aunque con diferencias entre compañías y sectores. Y todo este proceso se debe en gran medida a la digitalización, que ha llevado a un nuevo modelo de industria que ha generado importantes beneficios en términos de crecimiento económico y generación de empleo.

Sin embargo, el ritmo de innovación no solo no se ha frenado en estos años, sino que sigue avanzando hacia una mayor hiperconectividad e hiperautomatización de la industria apoyada en tecnologías como la robótica, el big data, la inteligencia artificial o el Internet de las Cosas (IoT), entre otras. Unos avances que hacen que ya se esté hablando de la Industria 5.0

Así lo recoge el informe 'Claves e inversiones estratégicas para una España 5.0' elaborado por Siemenes y PwC, que analiza la situación actual de la economía española, las necesidades del país y los cambios y actuaciones que deberían adoptarse para utilizar, de la forma más eficiente posible, los recursos de los que se va a disponer.

Y es que España tiene ante sí "una oportunidad histórica" para renovar su modelo productivo y hacerlo más resiliente y sostenible, gracias al impulso que supondrán los 140.000 millones de euros que la Unión Europea (UE) inyectará próximamente a través de los distintos mecanismos previstos en el Plan de Recuperación y Resiliencia.

El informe señala que es necesaria una actualización de la estrategia económica a largo plazo para el país para alcanzar esa España 5.0, lo que requerirá de nuevos modelos de negocio, una necesaria integración de diferentes tecnologías digitales y una apuesta decidida por la creación de ecosistemas colaborativos.

Así, propone un plan de actuaciones e inversiones que daría lugar a un modelo de país "más sostenible y centrado en las personas, basado en una industria más digital y competitiva y apoyado en el desarrollo de infraestructuras más inteligentes y eficientes". Un plan que de que deberá apalancarse sobre todo en dos pilares: la digitalización de la industria y en el desarrollo de infraestructuras inteligentes.

Siemens y PwC remacan que se trata de "dos ámbitos estratégicos" no solo por su alto valor añadido, intensidad en I+D+i y su fuerte capacidad exportadora, sino porque son fundamentales para conseguir el triple objetivo de la Comisión Europea de una economía más sostenible, resiliente y centrada en las personas.

Digitalización de la industria

En primer lugar, el informe incide en la necesidad de reindustrializar el país, lo que contribuiría a aumentar el peso y relevancia de un sector económico que es menos volátil y dependiente del turismo. Además, garantizaría el suministro local de bienes y servicios imprescindibles en situaciones críticas, como la reciente pandemia de la covid-19, al contar con un tejido industrial más flexible y capaz de producirlos.

En un contexto en el que la industria española se recupera tras haber sufrido de forma "ostensible" el impacto de la pandemia, Siemens y PwC recomiendan establecer "cuanto antes una estrategia clara" entre las Administraciones públicas y las empresas privadas para mantener el liderazgo de los sectores industriales en los que España es líder.

Para ello, instan a crear un marco normativo estable que fomente la eficiencia energética en las industrias electrointensivas, a establecer incentivos claros a la adquisición de nueva tecnología, a ayudar a las pymes a crecer y digitalizarse de una forma segura y a impulsar la colaboración público-privada para fomentar la capacitación digital de los profesionales y conseguir atraer talento digital.

Al respecto de este último punto, el informe asegura que el upskilling profesional masivo de la fuerza laboral del país podría inducir un aumento de la riqueza equivalente al 6,7% del PIB en 2030 y generar, adicionalmente, 220.000 nuevos empleos.

Apostar por las industrias de más valor

Por otro lado, apunta que la industria española adolece de un bajo consumo de bienes de equipo y maquinaria, sufre por un elevado coste energético, padece bajas tasas de inversión en I+D+i, y carece del necesario alineamiento con el sector educativo. Ante ello, ve necesario que se acentúe la participación en industrias "de más valor y claro potencial" y minimizar así la excesiva dependencia de proveedores externos.

“La ejecución de estos planes aceleraría la transformación tecnológica y digital de la industria española y permitiría un crecimiento económico más sostenible, basado en la productividad del trabajo, la eficiencia y el conocimiento", remarca el estudio.

Además, afirma que la industria manufacturera mejoraría notablemente su competitividad internacional, gracias al despliegue del IoT, la robótica, el Smart Data o 5G. En el caso concreto de la nueva tecnología, cree su impacto en los sectores industriales clave podría llegar a alcanzar el 0,3% del PIB en 2025 y el 1% en 2030.

Todas estas medidas de digitalización de la industria podrían tener un impacto del 0,11% del PIB español en 2025, y del 0,36% en 2030 (alrededor de 1.300 y 4.500 millones de euros, respectivamente), aumentando la participación de la industria del 16% al 18% del PIB a finales de la próxima década.

Infraestructuras inteligentes más eficientes

Por otro lado, el informe también propone un conjunto de actuaciones en el ámbito de las infraestructuras, que van desde los edificios inteligentes, a las nuevas soluciones de movilidad, electrificación o autoconsumo. En este sentido, incide en la necesidad de avanzar hacia la monitorización y gestión remota de elementos como la climatización, la iluminación, el aforo o la seguridad, especialmente en infraestructuras críticas como hospitales, aeropuertos o centros de datos.

En un mundo en el que va a necesitar en el futuro generar 2,5 veces más electricidad de la que consume hoy en día, ve imprescindible apostar de forma contundente por las fuentes renovables, que son las únicas que garantizarían la sostenibilidad, junto con una adecuada estrategia de almacenamiento conectado a la red para aumentar su fiabilidad.

En esta línea, también desempeña un papel determinante afrontar de forma ambiciosa el desarrollo e implementación de la movilidad eléctrica. Así, el informe apunta que en el ámbito del transporte hay tres importantes carencias: una insuficiente infraestructura de recarga, serios problemas administrativos para desarrollar esa red de forma coherente y una baja percepción del riesgo cibernético.

Por ello, propone que se aprovechen los espacios públicos (parkings, centros comerciales) para extender la red y fomentar una nueva cultura de movilidad más compartida, apoyada en cargas nocturnas y con un mayor intercambio de energía.

Además, aunque el vehículo eléctrico se presente como la principal solución para la descarbonización a corto plazo, también podría hibridarse en el largo con el hidrógeno (H2), cuando su producción verde a gran escala sea viable y los costes de fabricación sean menores.

Asimismo, agrega que España debe avanzar también en reducir la congestión urbana; fomentar una mayor utilización de formas limpias de transporte −como el ferrocarril o la movilidad eléctrica compartida−o potenciar la intermodalidad, tanto en el transporte de mercancías como de viajeros. 

Maroto y Garamendi, en la presentación del informe

El informe de Siemens y PwC fue presentado este martes en un evento organizado por Nueva Economía Forum en el que participó la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, quien resaltó que el impulso a la industria está en el centro del plan de recuperación que ha elaborado el Gobierno como "motor" de la reconstrucción económica.

Maroto recordó que la actividad industrial ha sido un "gran aliado" ante situaciones de dificultad económica como la generada por la covid-19, actuando de "dique de contención" ante las pérdidas de empleo y de riqueza. "La industria española ha salvado vidas, pero también empleos y empresas porque ha resistido mejor que otros sectores", remarcó. 

Por ello, indicó que el Gobierno quiere hacer de ella un "pilar" para el impulso de una economía más sostenible, digital, resiliente e inclusiva. "El plan de recuperación es una apuesta ambiciosa por acelerar las reformas que necesitamos para encarar los dos grandes retos de nuestra era, la digitalización y la sostenibilidad, y nuestra prioridad es reindustrializar la economía hasta que la industria alcance el 20% PIB", señaló.

Por su parte, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, afirmó que la reindustrialización del país es "clave" para la recuperación española de la crisis económica generada por la pandemia de la covid-19, que se debe apoyar en cuatro pilares: digitalización, sostenibilidad, inclusión e igualdad.

En este sentido, instó a aprovechar al máximo los 140.000 millones de euros que recibirá España de los fondos europeos como palanca de impulso a la recuperación, "la mitad de los cuales son ayudas directas que no hay que devolver". Así, incidió en la importancia de invertirlos adecuadamente, para lo que la iniciativa privada es "clave".

En esta línea, el presidente de Siemens España, Miguel Ángel López, resaltó que España tiene "todos los ingredientes" para alcanzar los objetivos marcados en el Plan de Recuperación y aseguró que los fondos europeos ofrecen "mucho potencial para las empresas y las infraestructuras". 

El presidente de PwC en España, Gonzalo Sánchez, pidió a las administraciones que, pese a que el volumen de proyectos y propuestas superen "con creces" la capacidad de los fondos europeos, "no se pierdan" las iniciativas no aceptadas. "Deberíamos ser capaces entre todos de habilitar otro tipo de medidas que ayuden a que proyectos que son muy buenos para salir de la crisis no se pierdan", señaló.

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