Es probable que hayáis leído una de las noticias económicas de la semana pasada, Apple se convierte en la primera compañía en alcanzar los 3 billones de valor en bolsa. El valor en bolsa de la compañía empezó el año superando los 3.000 millones de dólares. No sé si os hacéis una idea de lo que significa esto, pero está claro que es una cifra difícilmente alcanzable. Así que empecé a preguntarme si el mayúsculo tamaño de la firma de la manzana tendría su contrapartida en todo lo relativo a ESG y en especial a la parte relativa al medio ambiente. Así que me puse a leer el informe de Apple sobre ESG de 2021 y encontré cosas muy interesantes. 

Como dice su CEO, Tim Cook, en la introducción de dicho documento, “... somos optimistas sobre el asombroso potencial para el bien de la tecnología. Pero sabemos que no sucederá solo… nos esforzamos por construir los mejores productos del mundo mientras dejamos el mundo mejor de lo que lo encontramos”. Me gusta ver que cada vez hay más organizaciones que asumen que debemos unir fuerzas para acelerar el proceso de transformación verde en el que estamos inmersos. En esta línea veo que también mencionan que son conscientes de que los desafíos globales como el cambio climático deben ser abordados no solo por los gobiernos sino también por las empresas innovadoras; y yo añadiría que de manera coordinada, con un nivel de colaboración creciente.

Cada vez veo más personas sensibles a la famosa eWaste, a los famosos residuos electrónicos. Me preocupa ver que estamos avanzando muy lentamente en todo lo relativo al reciclaje en general y al reciclaje de residuos electrónicos en particular. Es sabido que España es uno de los Estados miembros de la UE que corren el riesgo de no alcanzar la meta de reciclar el cincuenta por ciento de los residuos municipales en 2020; ya que en según los últimos datos disponibles, la tasa general de reciclado municipal fue de algo menos del treinta y cinco por ciento en 2018. Si esto lo llevamos a la eWaste, está claro que necesitamos encontrar aceleradores para que las indudables buenas intenciones de muchas personas y empresas tengan un impacto mucho mayor. 

Por eso ver que Apple se toma en serio la E de ESG, la parte Ambiental, me da esperanza para que en el futuro demos un salto en la dirección correcta. Entiendo que su modelo de negocio necesita vender cada vez más dispositivos con lo cual lo de reducir igual no les encaja del todo, pero también entiendo que se están tomando en serio la parte de reciclar y la de reutilizar.  En el citado documento comentan que consideran su impacto ambiental en todo lo que hacen y que están en un viaje ambicioso para fabricar algún día todos sus productos utilizando únicamente materiales reciclados o renovables.

Incluso tienen en cuenta el reciclaje a la hora de diseñar sus productos para que sean mejores para el medio ambiente. Tanto es así que tienen muy en cuenta el fin de vida de sus productos, mejorando la recolección de los mismos y la innovación en el reciclaje, para poder usar dispositivos viejos como fuentes de materia prima. Si os preguntáis si la tecnología es el problema o la solución, no tengo duda de que es la solución. Mirad por ejemplo cómo están utilizando a dos robots, llamados Daisy y Dave, para desmontar dispositivos y para permitir la recuperación de materiales como imanes de tierras raras, tungsteno y acero. 

Está bien confiar en el poder transformador de los Fondos EU Next Gen, ver que el nuestro Gobierno está ultimando la aprobación de un nuevo Perte destinado a la economía circular que incorpore a distintos sectores como el eléctrico, la alimentación o la distribución para impulsar el reciclaje y la reutilización; pero no es suficiente. Estamos obligados a acelerar, a exigirnos más a nosotros mismos como habitantes del planeta tierra y a exigir mucho más a todas las organizaciones existentes.

Hago mías las palabras de Lisa Pérez Jackson, (VP de Medio Ambiente de Apple y antigua responsable de la Agencia de Protección Ambiental de EEUU durante la presidencia de Barack Obama), cuando dice que “en el corazón de nuestro trabajo se encuentra el firme compromiso de hacer lo correcto para el planeta y su gente. Somos transparentes acerca de nuestras ambiciones y los pasos que estamos dando hacia ellas, porque sabemos que los desafíos globales que estamos abordando, y sus soluciones, son más grandes que cualquier empresa o individuo ".