Conocí a Eneko Knörr en persona el 16 de junio de 2017, en el Demo Day de la aceleradora Startup Alcobendas. Desde entonces aprendo cada día de él. De sus éxitos, que residen en la memoria de todos y en la historia de los hitos innovadores de nuestro ecosistema nacional. Pero también de sus fracasos, qué es lo primero que escuché de su boca, en aquella charla que quedará grabada en la retina de todos los emprendedores presentes en esa jornada.  

Porque Eneko es pura tranquilidad, serenidad y transparencia. Es lo que ves. En Twitter, en Instagram, en LinkedIn o en Tik-Tok (su último posicionamiento en redes sociales) es Eneko Knörr, business angel - inversor, emprendedor y uno de los mayores precursores del bitcoin de la actualidad en nuestro país. “Es el futuro, hace años, en Silicon Valley, me di cuenta de que iban a cambiar el mundo, el bitcoin podrá llegar (o no) el día de mañana a valer un millón de dólares”, se aventura a presagiar. 

A sus espaldas, una frenética vida emprendedora, “soy emprendedor ante todo” dice él, forjada bajo la tozudez (en busca del éxito) de sus raíces vascas, su sibaritismo cosmopolita y su expertise yanki. Ahí es nada. Hace algo más de un año, el wallet de su smartphone se llenaba de billetes a destinos exóticos en tierras asiáticas, cuando aprendía al dedillo el funcionamiento de blockchain y bitcoin. Hoy, y desde el inicio de la pandemia, Madrid, Barcelona y su Bilbao natal, marcan la agenda de uno de los primeros personajes innovadores que salieron del cascarón tras el confinamiento. Porque la palabra primero forma parte de su vocabulario. Ganador y perdedor, pero siempre primero.

“El fracaso es lo más duro”, pero narra sin asperezas, cuando de la noche a la mañana, su vida dio un giro inesperado al caerse una inversión en su empresa de aplicaciones Ludei, llamada a ser líder mundial. “Lo perdí todo, mis ahorros, la inversión de muchos amigos”. Me estremezco cada vez que me lo cuenta. Me moriría de ansiedad si me sucediera en mis propias carnes, como le pasaría a la mayoría de los emprendedores, pero él, “duerme bien” cuando llegan mal dadas, virtud poco dada entre los de nuestro sector: mantener la calma en los peores momentos para sobreponerse y volver a la carga, es su claim.

No se vanagloria de sus éxitos, por eso, como él prefiere, su palmarés para el final. Porque a su éxito como persona (nadie me comentó nunca nada negativo de él), y en lo personal, “el mayor orgullo son mis tres hijos”, se une el éxito empresarial. Hablar de este gentleman startapero, es hablar de la venta de Hostalia a Telefónica, o del exit en Ticketbits (invirtió cuando era un power point), que se vendió (según la prensa) por 160 millones, o también de la salida de Habitissimo tras venderse por 25 millones.

Eneko Knörr, mi primer inversor para Disruptores e Innovadores, transparente como el bitcoin, minero como el blockhain.

*** Chema Nieto es periodista, CEO de Socialnius y presentador de Nación Innovación TV