Los contenedores, y en concreto Kubernetes como su estándar de facto, se han convertido en el modelo de despliegue por defecto en la industria tecnológica. Una tecnología con la que agrupar y aislar entre sí aplicaciones sobre un mismo sistema operativo, posibiltando la migración de toda clase de apps entre entornos 'legacy' y la nube, con un grado de seguridad alto y una flexibilidad que antaño parecía imposible. Y su adopción ha sido exponencial, aunque hay un terreno donde estos contenedores aún tienen un gran potencial de crecimiento: las redes de telecomunicaciones.

Ahora que estamos a punto de vivir la revolución de la 5G (más allá de los todavía descafeinados despliegues actuales), parece que la confluencia de los contenedores y las 'telco' es la receta mágica para explotar algunas de las grandes promesas de esta nueva generación de redes móviles, como el edge computing. En ese sentido, parece que la vía de trabajo pasa por desarrollar plataformas nativa de la nube horizontal que les permita utilizar la misma infraestructura para múltiples casos de uso y reducir los gastos operativos y de gestión.

Los datos confirman esta premisa: según un estudio de ACG Research, las plataformas horizontales abiertas pueden reducir el coste total de propiedad hasta en un 30% en comparación con las implementaciones integradas verticalmente en silos de redes de acceso de radio virtualizadas (vRAN ).

Ahí es donde entran en juego los contenedores, en poder aislar esos casos de uso y hacer que operen de forma integrada y coherente dentro de la red del operador de turno. Y algunos proveedores ya han puesto sus miras en este lucrativo negocio, incluyendo a la líder en esto de Kubernetes: Red Hat.

La compañía propiedad de IBM acaba de anunciar una alianza con Samsung precisamente para esto: impulsar la adopción de 5G con redes basadas en Kubernetes para proveedores de servicios. Se trata por tanto de una solución de red 5G de código abierto de extremo a extremo basada en Red Hat OpenShift que se integrará con las aplicaciones de redes propiedad de Samsung .

"Las funciones de red en contenedores (CNF) y las funciones de red virtualizadas (VNF) proporcionan un camino hacia la transformación para las empresas de telecomunicaciones modernas , lo que conduce a una mayor flexibilidad de servicio y un mecanismo de despliegue más rápido para nuevas ofertas", ha destacado Red Hat en un comunicado oficial.

En concreto, y aterrizando los aspectos técnicos de la alianza, Red Hat aporta su portafolio de nube híbrida (incluyendo OpenShift, OpenStack Platform, Enterprise Linux, Ansible Automation Platform y OpenShift Container Storage). Por su parte, Samsung integrará en estos desarrollos conjuntos sus tecnologías 5G vRAN, v Core, MEC y otras dedicadas a la administración y gestión de los proveedores de telecomunicaciones.

¿Contraprogramando a VMware?

Este anuncio se produce en un momento muy particular para la industria tecnológica, y en concreto para aquellas firmas que orbitan en torno a los contenedores. No en vano, esta misma semana se celebra el VMworld, el evento anual de VMware y en el que uno de los puntos centrales serán sus nuevas propuestas en Kubernetes con las que esta compañía pretende restar algo de mercado a los del sombrero rojo. Recordemos que VMware llegó tarde a este terreno, ya que en un inicio no confió en el éxito de Kubernetes y tan sólo ha apostado decididamente por esta plataforma de orquestación desde hace dos años, sirviendo en bandeja ese liderazgo a Red Hat, miembro fundador de la alianza que gestó este estándar.

Además, la empresa que en España dirige Maria José Talavera también ha estado envuelta en polémicas recientes a razón de un estudio, gestado a nivel internacional por IDC, en el que se le daba el liderazgo en soluciones de hiperconvergencia a VMware en detrimento de Nutanix, la empresa que es comúnmente aceptada como la referencia de ese segmento por parte de toda la industria. El propio CEO de esta última, Dheeraj Pandey, ha criticado públicamente este estudio, declarando que es "obvio" su liderazgo frente a VMware y dando a entender algún interés oculto en manipular el enfoque de este análisis (mezclando hardware y software y sin equilibrar sus distintos alcances) para arrojar este inusitado resultado.