Fundó su empresa hace 45 años, cuando los dibujos eran poligonales y en blanco y negro. Se ganó la confianza de George Lucas, Steve Jobs y hasta del omnipotente Disney. Hoy, Pixar es el rey de la animación. Digital desde su core’, tiene mucho que enseñar a las empresas que se ven obligadas a surfear la ola de la digitalización. “No hay nada estable en la ecuación”, dice durante su conferencia en el Gartner Symposium/ITxpo 2018, celebrado esta semana en Barcelona. Para el cofundador de Pixar Animation Studios y presidente de Pixar y Walt Disney Animation Studios, Ed Catmull, la clave es llevar el riesgo en el ADN de la compañía y seguir contando historias que “emocionen”.

Catmull ideó Pixar en una época en la que “todos los estudios pensaban que utilizar alta tecnología en el cine era irrelevante”. Cuando iniciaron su relación con Disney, el gigante de la animación creyó en el proyecto, pero pensó que se trataba de “una película pequeña, de boutique”. “Se dieron cuenta de que no, de que en realidad toda la industria estaba cambiando”, asegura en su charla.

En 1995, su sueño se hizo realidad. ‘Toy Story’ arrasó en la cartelera. Pero, ese éxito se convirtió en “una crisis personal” para Catmull. “Llevaba 20 años persiguiendo un objetivo y cuando lo conseguí, ya no tenía ninguno”, recuerda. No tuvo más remedio que pensar qué venía después. “Decidí crear un entorno donde la gente pudiera seguir asumiendo riesgos y aprovechando oportunidades”. Y eso es Pixar, un lugar donde tecnólogos y artistas trabajan al unísono.

El presidente de Pixar y Disney, en el evento de Gartner. Gartner

Catmull admira a Walt Disney. “La gente no se daba cuenta de que adoptó todas las nuevas tecnologías de la época en sus películas relativas al sonido o al color, ahora no las vemos como tecnologías, pero en los años 30 sí lo eran”, comenta. Tras su fallecimiento, se llevó ese espíritu con él. “Si la compañía tenía que continuar, debíamos mantener esa búsqueda de lo nuevo en cada persona del equipo”.

“Como todo está cambiando, tenemos que estar listos”

“Como todo está cambiando, tenemos que estar listos”, indica. No sólo se refiere a la tecnología, también al software, las habilidades de los profesionales o las expectativas de la gente. Sin olvidar a los nuevos actores del mercado. Por ejemplo, los videojuegos, una industria con un mercado global de 140.000 millones frente a los 40.000 del cine.

“No es una disrupción negativa”, concluye. De hecho, ve esta relación como “un círculo increíblemente virtuoso”. Esta es su explicación: “La idea de los gráficos vino del entretenimiento, que es negocio pequeño. Luego, los fabricantes de chips los metieron en la industria de los videojuegos, que es un gran negocio. Las compañías hacen chips porque ganan mucho dinero y nosotros los utilizamos porque son más rápidos. Después, nuestros equipos innovan sobre ellos y publican estudios. Así se cierran el círculo”. Para Catmull, esto “no podría pasar si fuésemos la única industria, solo pasa porque participamos en algo mayor”.

Mayor temor le produce la inteligencia artificial, en concreto, el ‘deep learning’. “Creo que la mayoría de la gente de la industria no se da cuenta de lo grande que va a ser”, declara. “No están preparados, igual que pasó con los gráficos por ordenador, piensan que no es relevante para ellos, pero va a ser muy relevante”.

"Las compañías hacen chips porque ganan mucho dinero y nosotros los utilizamos porque son más rápidos"

El presidente de Pixar y Disney pone el foco en el ‘storytelling’. “Contar una historia es una experiencia directa”. Se refiere a la “parte emocional”, “básica” en su manera de comunicarse. “Cuando Steve Jobs presentaba sus productos, contaba una historia”, recuerda. Su equipo también: “Cuando hacen presentaciones, cuentan historias”. “Pero lo que hace genial una historia es que sea personal, humana y emocional”. “Porque las emociones son lo que nos mueven”, añade.

En un momento en que la seguridad se ha convertido en un aspecto esencial para cualquier compañía, la estrategia de Pixar y Disney pasa más allá de contar con un “gran grupo de expertos”. “Para que el trabajo salga, necesitamos que la información fluya libremente”, explica. “Tenemos muchos internos, personas que trabajan por proyectos… que necesitan acceder a todo”. Y, aun así, afirma orgulloso: “En la historia de Pixar, nunca hemos tenido una fuga de información”.

Solo hubo una filtración importante, con la adquisición por parte de Disney hace 13 años. Catmull empleó una estrategia en la que cada equipo compartía sus inquietudes y ponía sobre la mesa los problemas. Después, todos los equipos se reunieron para poner en común las conclusiones. “Esa persona se dio cuenta de que todo el mundo estaba muy enfadado y dejó de filtrar información”, señala. “Nunca más ha habido una fuga”.

Para el presidente de Pixar y Disney, es importante conseguir que la gente crea que está en la compañía ahí “por las razones adecuadas”. Para ello, habla de compartir los problemas con el personal. “Si les dices tus problemas, es más probable que tengan más cuidado porque ven que confías en ellos”, apunta. “Si te los callas, creerán que se los estás omitiendo, mintiendo o que no te importan”.