Investigar y divulgar sobre el efecto del cambio climático es el objetivo que mueve SOS ARCTIC 2022, un proyecto dirigido y liderado por el experto a nivel internacional en tierras polares Ramón Larramendi y con Lucía Hortal, como directora científica. “Estoy ansiosa. Los nervios vendrán después, seguro”, nos dice esta española de 26 años que actualmente trabaja en el departamento de Ciencias Planetarias de la Universidad Libre de Berlín.

Tras años preparando esta expedición (la pandemia también la dejó en stand by) por fin ha llegado el momento y hoy el equipo partirá hacia Groenlandia para iniciar una travesía circular desde el oeste hasta el este del país, lo que supone más de 1.500 kilómetros de recorrido.

Una expedición que no sólo responde a un reto científico sino también a un reto sostenible. Científico por las muestras de hielo y aire que se irán recogiendo a lo largo de la travesía polar y que posteriormente se estudiarán, y sostenible por realizar la expedición a través de la navegación por el hielo con el catamarán polar, trineo impulsado por las cometas de viento totalmente cero emisiones.

Este trineo de viento, creado y diseñado por Ramón Larramendi y en plena fase de innovación continua desde 1999, es el primer vehículo eólico movido por energía eficiente con cero emisiones. Además, toda la energía que se necesite para mantener activos los equipos de investigación se obtendrá a través de placas solares.

“Este tipo de vehículo ya se ha utilizado en otras expediciones como vehículo científico”, explica Hortal, pero SOS ARCTIC 2022 representa nuevos retos, entre ellos, el propio equipo que irá a bordo. “Es la primera vez que el trineo transportará a seis personas, hasta el momento el máximo habían sido cinco”, apunta.

Algo que también representa un hito hasta el momento ya que, de las dos mujeres del equipo, Lucía Hortal y Begoña Hernández, “una o las dos, seremos las primeras mujeres en pilotar el trineo”. 

Trineo cero emisiones que también, por primera vez, superará el volumen de carga transportada (de los 1.900 kilos de anteriores expediciones para a transportar 2.200) y que estrena para la ocasión una cometa de 250 metros cuadrados encargada de propulsar el vehículo.

Explorar también el sistema solar

Esta expedición científica tiene como objetivo recoger muestras de hielo y aire en diferentes lugares y cotas de Groenlandia con un fin doble. Por un lado se persigue realizar una monitorización climática, estableciendo el alcance del cambio climático, y prever las transformaciones que puedan darse en los polos. Así, dispondríamos de información para poder diseñar las medidas de protección del Ártico y el resto del planeta.

Por otro lado, se busca desarrollar y poner a punto aparatos diseñados con el objetivo de explorar nuestro sistema solar, probando dichos aparatos en entornos similares en la Tierra. 

“Es una expedición con dos proyectos científicos distintos pero claves en el Círculo Polar Ártico, de ahí también su relevancia. Por un lado, monitorizar el entorno, el aire, para descubrir qué microorganismos se distribuyen por esa geografía a través del aire y qué capacidad tienen para mantenerse con vida. Esto nos permite trazar un mapa de cómo afecta a otros lugares del planeta y cómo el contexto de deshielo que se está produciendo en los casquetes polares por el cambio climático podría afectar a estos microorganismos y a su distribución”, explica Hortal.

El segundo objetivo de la expedición tiene su meta en el espacio. “Queremos desarrollar un dispositivo, Solid, que tendrá como principal función detectar signos de vida y, para su correcto funcionamiento, necesitamos probarlo allí, un ambiente análogo al de los lugares donde luego se quiere utilizar: el planeta Marte y las lunas heladas del sistema solar de Júpiter y Saturno. Por eso es importante probarlo en el Ártico, mediante las muestras de hielo que recogeremos y analizaremos”, explica Hortal. Muestras de hielo de varios metros de longitud que, allí mismo, el equipo tendrá que tratar, fundir y filtrar.

En línea con los ODS

Un auténtico ecolaboratorio móvil que inicia una expedición en el que lo más complicado es que todo salga según lo previsto. “Como científica lo que a mí me preocupa es que todo lo que tiene que ver con la ciencia salga bien. Llevamos repuesto del repuesto del repuesto para que no haya que improvisar mucho y, en caso de tener que hacerlo, encontrar una solución adecuada para que todo siga funcionando”, explica la líder científica de la expedición.

La empresa tecnológica GMV, el Ayuntamiento de Tres Cantos, el canal de divulgación 'MiDietaCojea' y una serie de donaciones de particulares a través de una campaña de GoFundMe se encuentran entre los patrocinadores de la expedición que, además, contribuirá al desarrollo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 marcada por la ONU.

Y es que SOS ARCTIC 2022 impacta directamente sobre el ODS 13 'Acción por el Clima', al constituirse como un proyecto enfocado a la investigación y divulgación del efecto del cambio climático en entornos polares o el ODS 7 'Energía asequible y no contaminante' al promover la utilización de fuentes de energías sostenibles y eficientes en todo el desarrollo de la expedición y tener como objetivo consolidar la eficiencia del trineo de viento como vehículo polar cero emisiones.

La expedición también contribuye al Objetivo 17 'Alianzas para lograr objetivos' al generar una red de información y conocimiento entre las organizaciones colaboradoras de proyecto para mejorar la gestión y facilitar la toma de decisiones en el futuro, y al ODS 4 'Educación de calidad', ya que tras la expedición, se realizarán charlas educativas en centros escolares y se distribuirán contenidos audiovisuales por distintas plataformas divulgativas para sensibilizar sobre los efectos del cambio climático así como mostrar la ciencia que se ha llevado a cabo a lo largo de la expedición.

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