Las estructuras se diseñan, se calculan y se construyen para que sean seguras, funcionales y bonitas durante un tiempo sin necesidad de costes inesperados de mantenimiento o reparaciones. Un tiempo que se conoce como ‘vida útil’. La capacidad de respuesta de la estructura depende de parámetros propios del diseño y los materiales empleados, pero también de factores externos como son las condiciones climáticas o la proximidad, por ejemplo, a un elemento corrosivo como es el mar.

Investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) han desarrollado junto a la empresa Cementos La Cruz y el Centro Tecnológico de la Construcción un programa informático que determina la vida útil de las estructuras de hormigón expuestas a ambientes marinos.

El software, al que han llamado Concrelife, “utiliza la determinación de la concentración de cloruros para conocer la corrosión que van a sufrir las estructuras de hormigón”, según explican desde la Universidad. Con este sistema informático podrá planificarse mejor las tareas de mantenimiento de edificaciones o estructuras ubicadas en las proximidades del mar.

El software calcula la vida útil del hormigón armado a partir de sus características estructurales teniendo en cuenta la porosidad, la saturación y la difusividad, entre otros parámetros. Pero también contempla las condiciones ambientales como la temperatura ambiente, la humedad relativa y la concentración de cloro ambiental. Factores intrínsecos y extrínsecos que con el paso del tiempo deterioran las estructuras de hormigón

Concrelife se puede aplicar tanto a estructuras nuevas como a las ya existentes, y “permite determinar el tiempo en el cual se alcanza la concentración necesaria para que se produzca el inicio de la corrosión de la estructura de hormigón armado”.

La investigación es parte de la tesis de María del Pilar Hidalgo Torrano, dentro del Programa de Doctorado en Tecnología y Modelización en Ingeniería Civil, Minera y Ambiental. Según la investigadora “al recoger todos los mecanismos de penetración de cloruros en hormigones: difusión, arrastre, migración, succión capilar y formación de sales de cloro (cloro ligado y precipitado), y al ser validado con datos experimentales, el programa ofrece resultados muy precisos en sus predicciones”. Algoritmos de IA pueden comprobar y comparar los datos para anticipar en que momento la estructura necesitará repararse o reforzarse, facilitando así los trabajos de mantenimiento.

El proyecto ha sido financiado en parte con fondos europeos Feder a través del CDTI. Al desarrollarse a través de un acuerdo entre la empresa y la UPCT, la tesis tiene la categoría de doctorado industrial.