Afinales de este mes, la Oficina Europea de Patentes (EPO) publicará en la edición de febrero de su periódico oficial un comunicado sobre la retirada del Reino Unido de la Unión Europea. En cierto modo, transmitirá un mensaje de "aquí no pasa nada", según el borrador facilitado por la propia EPO con la advertencia de que el texto oficial podría incluir alguna modificación cuando se publique.

Queda fuera de dudas que Reino Unido sigue y seguirá integrado con el mismo estatus y plenos derechos. La fuente de derecho en la que se basa la EPO es la Convención Europea de Patentes, no dependiente de la Unión Europea. En la actualidad tiene 38 miembros, 28 de los cuales pertenecen también a la UE, "incluido Reino Unido". Que lo sigue siendo a casi todos los efectos durante el periodo transitorio, hasta fin de año.

La segunda cuestión inalterada, según el comunicado, es la capacidad de representación y el estatus de los profesionales británicos registrados ante la EPO. Tanto representantes autorizados para solicitud y tramitación de patentes, como para acciones legales a favor o en contra de una concesión. La importancia de estos procedimientos se pone de manifiesto en decisiones como la conocida el pasado 20 de enero, por la que EPO cancela en Europa la patente sobre CRISPR/cas9 (edición genética) del doctor Feng Zhang, del Broad Institute perteneciente al MIT.

Lo que no menciona el borrador es el terremoto, por la marcha británica, en uno de los proyectos más emblemáticos del último decenio: la Patente Unitaria europea, cuya entrada en vigor no se vislumbra y de la que Reino Unido sí se había convertido en valedor desde su Parlamento. Esta sí que es una opción exclusiva para miembros de la UE, por un procedimiento de cooperación reforzada, y exige el refrendo de los tres principales países patentadores, ahora Alemania, Reino Unido y Francia. Sin Reino Unidad, deberá correr el turno a Italia, reticente a unirse hasta última hora. Sólo España y Croacia quedan fuera.

La Patente Unitaria está paralizada en Alemania, en espera de que el Tribunal Constitucional convalide, o no, la ratificación de su Parlamento. Si se resolviera favorablemente dentro de 2020, la entrada en vigor podría ser en este mismo año… contando, paradójicamente, con el refrendo de Reino Unido y pendiente posteriormente del trámite de sustitución por Italia.

En una reciente conversación con INNOVADORES, anterior a la ejecución del Brexit el 31 de enero, la directora de comunicación de EPO, Jana Mittermaier, eludió expresamente aventurar cómo seguirá el proceso. Todo esto llega en un momento de transición de la propia EPO, cuya presidencia fue asumida por el portugués Antonio Campinos en julio de 2018.

El nuevo presidente dedicó el primer año de su mandato a elaborar un "nuevo plan estratégico, consultado con todas las partes interesadas", según la portavoz, para redefinir el rumbo de la organización "bajo el nuevo eslogan ‘comprometidos con la excelencia’".

Un plan que propone «una misión clara con cinco objetivos», incluyendo aspectos de su organización interna, como desarrollar el potencial de su personal para lograr un funcionamiento comprometido, bien informado y colaborativo.

También plantea modernizar y simplificar sus herramientas informáticas, para facilitar a los inventores todo el proceso de petición de patentes, concesiones y otras gestiones ‘de extremo a extremo’ por vía digital («electrónica», dice el documento que plasma el plan). 

El tercer objetivo es ofrecer ‘productos y servicios de alta calidad’. Y el quinto, ‘asegurar la sostenibilidad de EPO a largo plazo’, con la creación de un observatorio con actores públicos y privados para "analizar y debatir los desarrollos en innovación y entender mejor las tendencias y tecnologías, para que las decisiones [sobre patentes] sean más efectivas". 

Pero el cuarto objetivo tropieza y agranda las incertidumbres sobre la Patente Unitaria: "Construir un sistema europeo de patentes y una red con impacto global. Se fortalecerá la cooperación con las oficinas nacionales de patentes de los estados miembros y socios internacionales", indica el texto. 

Mittermaier subraya que "la mitad de las personas que solicitan patentes [en EPO] vienen de Europa". No específicamente de la UE. Suiza tiene la mejor ratio en patentes por millón de habitantes. "La otra mitad son usuarios de Estados Unidos, China, Japón, Corea del Sur y todos esos países interesados en estar en el mercado europeo…" 

La Patente Unitaria fue ideada para crear un espacio único en la UE, con procedimientos más sencillos y baratos. Pero con el nuevo objetivo se tambalea, y si se va uno de los principales intérpretes de la obra sin estrenar, la gran duda es si ahora tocará reinventar otro modelo de Patente Europea.

LEJOS DE LA POLÍTICA

La portavoz pone empeño en señalar que EPO funciona con toda independencia. «No importa lo que pase en Occidente o en Oriente, el sistema de patentes es una herramienta para comercializar y licenciar tus ideas en Europa sin que les afecte el mundo de la política».