Robots hay muchos y con muchos aspectos. Cobots que ayuden a los humanos en las tareas de trabajo, también. Pero la compañía rusa Promobot ha marcado todo un hito en la carrera hacia la robótica futurista al empezar a comercializar unos robots humanoides y autónomos a los que los compradores les pueden poner cualquier rostro.

"Ahora todo el mundo podrá encargar un robot con cualquier apariencia, para uso profesional o personal", señala Aleksei Iuzhakov, presidente de la Junta Directiva de Promobot, en un comunicado de prensa, animando más tarde a la gente a "imaginar una réplica de Michael Jordan vendiendo uniformes de baloncesto y a William Shakespeare leyendo sus propios textos en un museo". El directivo añade que también es posible "construir un modelo lingüístico basado en frases populares de una persona en particular", de tal forma que el robot se comunicará y responderá a las preguntas analizando expresiones frecuentes del "original" y utilizando un cierto contexto de conocimiento de esta persona.

En el aspecto físico, el producto de Promobot es una máquina completamente antropomorfa que copia buena parte de las expresiones faciales humanas: puede mover los ojos, las cejas, los labios y otros "músculos", además de mantener conversaciones y responder  preguntas. La tecnología desarrollada por la firma rusa y siu diseño patentado les permite ofrecer más de 600 expresiones faciales que permiten al robot imitar una apariencia humana. Los especialistas que trabajan para la empresa han creado su propia base de componentes y también han utilizado la tecnología para crear piel artificial.

Promobot cree que un robot tan realista como éste es capaz de eliminar la barrera de la interacción hombre-máquina y reemplazar a trabajadores en lugares concurridos y de atención al cliente rutinaria como las oficinas de correos, bancos o instituciones públicas. En su web, también lo presentan como un buen administrativo y empleado oficina.

El Robo-C, que así se llama este producto, no puede caminar, pero su cuello y torso tienen cada uno tres rangos de libertad de movimiento, según explica la empresa. Su cara tiene 18 piezas móviles, que permiten al robot producir 600 microexpresiones, y su IA cuenta con 100.000 módulos de voz para garantizar la máxima personalización.

La empresa también tiene previsto fabricar robots para uso personal, como un acompañante o un asistente personal, por ejemplo, para controlar los sistemas inteligentes del hogar (de forma similar a los asistentes de voz existentes). El fabricante asegura que ya tiene varios pedidos privados y ahora está negociando con empresas interesadas en comprar un robot para el servicio de atención cliente.

Promobot fue fundada en 2015 y se presenta como el mayor fabricante de robots de servicio autónomo en el norte y este de Europa y sus bots se pueden encontrar en el metro de Moscú, el aeropuerto de Baltimore, el centro comercial de Dubai o las tiendas IKEA.