Vista aérea del Cooling Hub de Schneider Electric en la localidad de Conselve (Italia).

Vista aérea del Cooling Hub de Schneider Electric en la localidad de Conselve (Italia).

Gran Empresa

La megaplanta italiana que garantiza centros de datos más sostenibles gracias a la refrigeración líquida

D+I visita la fábrica en la que Schneider Electric desarrolla los sistemas que permiten rebajar la temperatura de trabajo de estas infraestructuras con el menor consumo de energía posible.

15 septiembre, 2023 01:44
Conselve (Italia)

Los centros de datos son esos enjambres de procesadores que guardan información crítica de empresas, gobiernos… Pero estas infraestructuras necesitan energía. Y, en el contexto actual, hablar de energía significa, en el seno de cualquier empresa poseedora de estos contenedores de datos, intentar minimizar su impacto.

El caso es que la innovación tecnológica juega un papel fundamental a la hora de gestionar esa energía y aquí, en esta fábrica gigantesca ubicada al sur de Pádova (Italia), en la localidad de Conselve, saben todo lo que eso significa.

La potencia que necesitan los centros de datos es altísima, como también lo es la temperatura a la que trabajan. Todo ello hace necesario el uso de sistemas de refrigeración. La ecuación acaba con una conclusión que durante años ha preocupado a aquellos más sensibilizados con el medioambiente: los centros de datos consumen muchísima energía y por tanto impactan negativamente en problemas globales como el cambio climático.

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Y ahí es donde entran apuestas como la de Schneider Electric. Esa apuesta, reconocen los directivos de la compañía, es sólo una parte de los esfuerzos que tienen que hacer aquellos que tengan un centro de datos. "De nada sirve que una empresa disponga de un centro de datos más sostenible si en la fase de producción o en el departamento de logística, por ejemplo, no se actúa con esa misma sensibilidad", explicará durante la visita Andrew Bradner, General Manager Cooling de la compañía.

Interior de la fábrica de Schneider en Conselve (Italia).

Interior de la fábrica de Schneider en Conselve (Italia).

Hablábamos de la apuesta de Schneider Electric, que, por cierto, también es la de muchos de sus competidores. Esa apuesta es la de los sistemas de refrigeración líquida.

Conviene recalcar que, en la actualidad, no es tan fácil apostar por estos sistemas, que requieren de reformas importantes en los centros de datos existentes, preparados para refrigerarse con sistemas con mayores consumos energéticos, como el aire.

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Incluso Schneider Electric sigue ofreciendo a sus clientes soluciones basadas en refrigeración por aire, aunque eso sí, con la sostenibilidad como pilar de cualquier sistema.

Pero aquí en Conselve está ubicada una de las megaplantas de fabricación de sistemas de refrigeración con los que esta compañía, a través de su división Secure Power, ayuda a que sus clientes tengan infraestructuras de almacenamiento de datos mucho más sostenibles. Las otras dos están en Zhuhai (China) y Bangalore (India).

Abierta en 2003, con más de 28.000 metros cuadrados y con más de medio millar de empleados, la fábrica resulta impresionante desde el exterior. En su interior, estamos ante una imponente nave diáfana en la que se combinan procesos automatizados (incluyendo vehículos autónomos) con manuales, a través de tantas líneas de trabajo como productos.

Es toda una oda a la industria 4.0 dentro de la cual hay un espacio reservado para la innovación. Es un centro de investigación y sandbox donde se hacen pruebas piloto -que no se nos permite ver- sobre esa refrigeración líquida considerada como la solución del futuro para los centros de datos.

El control de los procesos, clave para la compañía.

El control de los procesos, clave para la compañía.

Todos estos trabajadores, máquinas y robots tienen una misión: desarrollar productos de refrigeración para que los centros de datos minimicen el consumo de energía teniendo en cuenta que cada vez habrá más datos que guardar y, por tanto, más procesamientos que realizar y, en consecuencia, más calor que rebajar.

El Senior Vice President de Secure Power, Marc Garner, dio algunos datos de contexto que ejemplifican por qué es tan importante apostar por refrigeraciones más sostenibles. "Teniendo en cuenta que el 70% de la energía de Europa procede de combustibles fósiles, el objetivo es gestionar mejor los centros de datos para que sean más eficientes".

Y es que "se multiplicarán por cuatro las necesidades de energía para cloud y edge hasta 2030, se multiplicará por cinco el tráfico de datos, se triplicará el valor económico de servicios en la nube, se multiplicará por diez la creación de empleo y la huella eléctrica de los data centers se incrementará un 50% en 2025…", resumió.

Más aún, la cifra de datos que se generan en el mundo actual crecerá en estos horizontes temporales del orden de un 500%.

Para Schneider Electric, como demuestran todos sus procesos de trabajo, la estrategia se basa en tres pilares fundamentales: crear sistemas agnósticos, es decir, compatibles con cualquier tecnología y con cualquier proveedor de servidores; crear soluciones de extremo a extremo de la mano de los clientes, "ya que la transición a los sistemas de refrigeración líquida requiere de un análisis específico y holístico de la estrategia de cada empresa"; y por último crear una estrategia de innovación continua que permita asegurar la mejor solución con la vista puesta en el futuro.

Así es como han nacido métodos tan disruptivos para la refrigeración de sistemas como la inmersión o el enfriamiento a través del chasis de los contenedores de datos. Que nadie se alarme: la combinación de agua y electricidad, siempre peligrosa, es benigna en este caso gracias, por supuesto, al trabajo de las mentes innovadoras de la compañía.

La planta cuenta con varios departamentos de testeo.

La planta cuenta con varios departamentos de testeo.

En resumen, la refrigeración líquida tiene muchas posibilidades ahora y tendrá muchas más en el futuro. Y el objetivo seguirá siendo el mismo: mejorar el rendimiento estacional de cada unidad de almacenaje, de manera que haya un menor impacto en la infraestructura eléctrica.

En este contexto, la inteligencia artificial juega un papel ambivalente. Por un lado, esta tecnología y su crecimiento incontrolable es la que genera cada vez más cantidad de datos que necesitan ser almacenados. O lo que es lo mismo, se está convirtiendo en la mecha que está encendiendo la actividad de los centros de datos y, con ella, su consumo energético.

Durante la visita oímos otro dato estremecedor: la capacidad de crecimiento de la IA es entre dos y tres veces superior a la tasa de crecimiento de los centros de datos.

Pero la IA, siendo parte del problema, también forma parte de la solución: algunos sistemas de refrigeración líquida de Schneider Electric utilizan procesos de IA para calcular necesidades de agua y así optimizar su consumo.

Los centros de datos, según explican los directivos de Schneider Electric, "pueden ser el catalizador para una mayor sostenibilidad".

Esta afirmación está basada en el incremento de la digitalización del dato, en la tendencia a compartir visiones estratégicas entre proveedor de tecnología y cliente y, sobre todo, en la capacidad que van a empezar a tener estas infraestructuras a la hora de reutilizar el calor o el agua en el entorno. En todo estos procesos, la necesidad de innovación ya no se discute.

STACK, un impactante caso de uso

En esta ruta tecnológica por el norte de Italia, la segunda y última parada nos sitúa unos kilómetros al sur de Milán. Aparentemente, el polígono industrial no llama la atención, salvo cuando aparece, al fondo, el cuartel general de STACK.

Esta compañía ofrece soluciones de almacenamiento de datos a sus clientes, asegurándoles velocidad de recuperación, posibilidad de escalado, flexibilidad, capacidad y seguridad. Precisamente esta última palabra es la que a uno le viene a la cabeza cuando ve las instalaciones.

Muros perimetrales de metro y medio de espesor; alambradas electrificadas; centenares de cámaras de vigilancia; sensores de movimiento por doquier; más guardias de seguridad a la vista que ingenieros informáticos…

No trasciende durante la visita con qué clientes trabaja STACK en Italia -la confidencialidad obliga-, pero sí cuántos: "Aproximadamente un centenar", explican desde la compañía. Entre generadores de electricidad gigantes, entre racks y sistemas de refrigeración -por supuesto, muchos de ellos proporcionados por Schneider Electric-, hay millones de datos. No se ven, claro; pero se intuyen. E impresiona.

STACK y Schneider Electric dicen apoyarse mutuamente en sus objetivos en favor de la sostenibilidad de sus negocios y de sus soluciones. Los centros de datos, tal y como coinciden ambas empresas, consumen hasta el 2% de la energía mundial. Y todo apunta a que el porcentaje seguirá subiendo. De momento, en este centro de datos toda la energía es renovable.

De ahí que las soluciones que reduzcan el consumo, sumado al control de emisión de gases de efecto invernadero, las innovaciones tendentes a minimizar el uso de agua, la correcta gestión de los residuos o el fomento de la biodiversidad están en el core de la alianza de estas dos compañías.

Otros parámetros ESG como la contribución a la comunidad o la promoción del talento local, también forman parte del compromiso de ambas empresas. No en vano, en el caso de Schneider Electric, sus instalaciones en Conselve disponen de un centro formación propio.