Los National Design Awards de 2019 han puesto de relieve el destacado papel de las mujeres en el diseño de iconos de nuestra era con reconocimientos para figuras como Susan Kare, Patricia Moore o el estudio de Kate Orff. Estos galardones, creados por la Casa Blanca en el año 2000, premian aquellos proyectos de diseño que enriquecen la vida cotidiana de los ciudadanos. "Apoyan la excelencia, la innovación y los logros duraderos en el diseño estadounidense" para inspirar a personas de todas las edades, señalan fuentes de la organización. 

Así, en esta edición el premio a la trayectoria se ha entregado a Susan Kare, quien entró a trabajar en Apple con Steve Jobs en 1982 y fue la creadora de la sonrisa del Macintosh o de los gifs de regalos virtuales de Facebook. Primero creó gráficos y tipografías digitales para el Macintosh original que eran atractivas, intuitivas y universales y después, tras fundar Susan Kare Design desarrolló soluciones inteligentes para los problemas de diseño que le plantearon cientos de clientes, como Autodesk, Facebook, Fossil, General Magic, IBM, Microsoft, PayPal y Pinterest, empresa de la que es directora creativa desde 2015.

Patricia Moore, experta en el comportamiento y conductas del consumidor, recibe el galardón Design Mind. Es una de los 40 diseñadores con mayor conciencia social, según la revista ID. Entre los clientes de Moore, destacan Johnson & Johnson, Maytag, Nasa, OXO, Pfizer, Procter & Gamble o Whirlpool, para los que ha diseñado más de 300 entornos de rehabilitación e instalaciones de atención médica. Entre sus libros destacan los títulos Disguised: A True Story; Ageing, Ingenuity & Design; and The Business of Aging (forthcoming).

Otra de las representantes femeninas reconocidas en estos premios es Kate Orff, cuyo estudio de diseño urbano SCAPE ha recibido el galardón en la categoría Arquitectura del paisaje. El jurado destaca que sus proyectos permiten un cambio positivo en las comunidades a través de sus infraestructuras de vida regenerativa y paisajes públicos. En este sentido, destacan pequeños parques urbanos, como el Water Plaza de la Primera Avenida en Nueva York, o infraestructuras costeras de gran escala como los rompeolas vivientes, cuyo objetivo es amortiguar los daños causados por las olas y proporcionar un hábitat más biodiverso en Staten Island.